|
-
El
Ayuntamiento de Cádiz celebró el otro día en Conde Duque de
Madrid un acto anual que va cogiendo solera: la presentación
del Carnaval en la capital del Reino. Tan clásico es ese
acto, que ya hay hasta colaos de Conde Duque, como los
colaos del Falla. A todos los que tenemos algo que ver con
Cádiz, los amigos que viven en Madrid y que les gusta un
Carnaval más que un rancio a Paco Robles se dirigen a
nosotros en plan La Teatral: a ver si les podemos buscar una
entrada. Porque aquello se pone a reventar: reventa viene de
reventar.
Este año, la exaltación carnavalesca ha corrido a cargo de
Juan Ochoa, locutor isleño de Cadena Dial, quien hizo un
rotundo y gracioso «vámonos pá Cai», acompañado por la
artillería de costa de la gracia de Manolo Mármol, humorista
gaditano colaborador de su programa, por el coro de Julio
Pardo y por la chirigota del Canijo de Carmona. Y no sé si
en el pregonati carnavalati con tomati o antes, Juan Ochoa
dijo algo con más razón que un santo:
-Madrid y Cádiz están muy unidas. Sobre todo por los
embotellamientos...
Lo de Cádiz tiene más mérito: hay atascos a la madrileña sin
M-30, sin segundo puente y sin ná de ná. Pero los atascos
son los mismos. Te pones a las dos y media de la tarde
camino de Cádiz en el final de la autopista, te metes hacia
el Trocadero, y el tapón del atasco es tal que no sabes si
estás en la Cuna de la Libertad o en el nudo de la M-30 con
la A-6.
-O en Tablada camino de San Juan de Aznalfarache. Sevilla
también podría hermanarse con Madrid y con Cádiz en
embotellamientos, atascos, tapones y otros males del siglo.
La muerte iguala a los hombres y los embotellamientos, a las
ciudades donde viven. Los atascos, como la inflación, como
el déficit exterior, como los atracos a domicilio o como las
bandas delictivas de inmigrantes sí que son problemas que
pre-ocupan a la gente. Y no esas chorradas del Estatuto
Catalán, la Igualdad de Género, la Alianza de
Civilizaciones, la Mangancia de Trincones y otras tonterías
en las que el Gobierno emplea su tiempo y se gasta nuestro
dinero. El día que se reconozca que uno de los principales
problemas de España son los embotellamientos en las entradas
y salidas de las grandes ciudades a las horas de comienzo y
terminación de la jornada laboral...
-Ese día no estaremos en España, usted, sino en una
democracia consolidada donde los políticos se dedican a
solucionar los problemas y no a crearlos.
Lo de la M-30 de ayer puede ocurrir cualquier mañana en la
entrada a Sevilla por la carretera de Huelva desde el Alja-rafe.
Una joven madre ha dado a luz en una ambulancia en plena
M-30 porque su marido, por culpa del atasco de las 8 de la
mañana, no pudo llegar a tiempo a la Maternidad del 12 de
Octubre. La señora rompió aguas y el joven marido, de los
nervios, con el coche inmovilizado por el tapón, tuvo que
llamar al 112 para que los sacaran de allí, en una mañana en
que había hasta 140 kilómetros de retenciones en torno a
Madrid.
A la niña, preciosa, que ayer salió por la tele con su
madre, le han puesto de nombre Tania. Supongo que igual que
la infantita es Leonor de Todos los Santos, esta reina de su
casa será Tania del Atasco de la M-30. Su carné de identidad
tendrá un ver. Pondrá: «Lugar de nacimiento: una ambulancia
del Samur, en la M-30, por culpa de estos políticos que nada
más que se preocupan de los peces de colores».
Colores rojos, naturalmente. Como el que cultiva tanto Ruiz
Gallardón para que no nos acordemos de su pasado de Fuerza
Nueva.
Artículos de días
anteriores
Correo
Biografía de Antonio Burgos
Libros
de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés
|