|
-
Luis
León es protagonista de una novela. No es la novela de Juan
Miguel Vega sobre aquella Madrugada que hizo que los
madrileños empezaran a hablar de la Madrugá, como si fuera
la Cremá o la Mascletá. Tampoco es Luis León protagonista de
la novela que dicen que inspiró a los instigadores de las
carreritas de la Madrugada tristemente famosa. Cuando la
carrera oficial se convirtió en la oficial carrera de todos
hacia ninguna parte. La novela que protagoniza Luis León la
ha escrito Félix Bayón. Se titula «De un mal golpe». La ha
publicado Destino, la editorial del premio Nadal, y fue
presentada por Ignacio Camacho en el Aula de Cultura de ABC
que dirige Fernando Iwasaki.
-¿Y Félix Bayón ha escrito una novela de Semana Santa? No,
si ahora se van a poner de moda las novelas de Semana Santa,
como se han puesto las de la guerra civil, los códigos Vinci
y las sábanas santas...
-No, Félix Bayón ha escrito una novela negra, una trama
policiaca, que transcurre en Marbella, cuyo protagonista es
Luis León...
-¿Y qué pinta Luis León en Marbella, y encima en una novela
de policías y ladrones, con la cantidad de ladrones que hay
en Marbella?
-Eso digo yo...
Ignacio Camacho, al presentar la novela, le dio no sé si la
sorpresa o el disgusto a Félix Bayón. Le dijo:
-Le has puesto al detective protagonista nombre de gran
capataz de Semana Santa.
Y como el gaditano Félix Bayón vive en la parte malagueña de
los hombres de trono, supo que en Sevilla, cuando el lector
vea lo de Luis León, se creerá que el detective protagonista
es El Zorro Plateado del Dragón, que parece el título de una
novela de chinos del kunfú con cara de mala leche, de los
que pegan mascás con los pies.
Habitualmente los autores de novelas advierten en sus obras
que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Ignacio Camacho lo advirtió con respecto a Luis León, a
quien me imagino que como en Sevilla hay tanta mandanga,
siete mil guasones le regalarán hoy siete mil ejemplares de
la novela «De un mal golpe». Van a agotarte la edición,
querido Bayón. Pero Félix Bayón matizó que un tal Smith que
por allí aparece no es de ficción: es Pepe Carlenton,
deslumbrante personaje tangerino, como de «Casablanca», que
aterrizó en Marbella y plantó allí su Café de Risk en forma
del restaurante más refinado que hubo nunca en Andalucía:
«El Cenador». Evocó Bayón aquella Marbella de los últimos
50, los 60 y los 70, que no tuvo nada que ver con la
posterior del tó enmarmoláo de Gil, la degenerada Marbella
que ni siquiera tiene el puntito de encanto literario de la
decadencia. Aquella Marbella de Pepito Carlenton era como un
post Tánger de Paul Bowles. Independizado Marruecos, Tánger
dejó de ser la ciudad internacional administrada por los
aliados, paraíso de libertades y de innovaciones, ejemplo de
tolerancia entre religiones e ideologías. Admirador de aquel
Tánger del que tantas noches de redacción me hablaba Antonio
Colón, siempre presentí que todo aquel mundo se había
refugiado en Marbella. Félix Bayón me dio la clave. La clave
es Pepe Carlenton, felizmente vivo en Marbella, aunque
apartado en su refinado mundo ya inexistente, a sus casi 90
años. El Tánger de Paul Bowles cruzó el Estrecho huyendo de
los moros independizados y se refugió en la Marbella
cosmopolita de Pepe Carlenton, mitad Hollywood, mitad las
Bahamas, de Jean Negulescu, de Edgar Neville, de Omar
Sharif, de Deborah Kerr. De la libertad entre damas de noche
y buganvillas. Antes que degradaran aquel refinado paraiso a
un masificado Benidorm hortera de alcaldes en el banquillo y
veraneantes con bono de bancotel.
Artículos de días
anteriores
Correo
Biografía de Antonio Burgos
Libros
de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés
|