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Vale,
aceptamos peatonalización de la avenida como animal de
compañía. De compañía de tranvías. Que se escribe
Metrocentro, pero se pronuncia tranvía. Eso será el tranvía
de todas, todas. Como diría una cacatúa pergamina:
-Ah, sí, el tranvía de mamá, el tranvía de casa de toda la
vida...
Tranvía carísimo, con un alto coste social. Que se lo
pregunten a comerciantes, vecinos y taxistas. Hay quien ya
está empezando a pagar el tranvía, a disgustos y a
contratiempos. El follón universal de la circulación en
Sevilla toda, ya está pagando el coste del tranvía.
Un tranvía reversible, como los gabanes que vendían a los
catetos en la calle Puente y Pellón. Cuando el alcalde
Marqués de Contadero quitó los tranvías, lo presentó como
una victoria de la modernidad, cual el derribo de las
murallas un siglo antes. Y ahora que ponen los tranvías que
quitaron porque eran una antigualla y un peligro, nos los
presentan también como la victoria de la modernidad y del
progreso, medio siglo después de que los suprimieran por
todo lo contrario. Ay, si hubieran dejado los tranvías, qué
sistema de transporte público más perfecto tendrían la
ciudad intramuros, Nervión, Heliópolis, Guadaira, Triana, el
Polígono Norte, hasta el borde ribereño de Coria, La Puebla
y Camas...
Así que, vale, aceptamos peatonalización de la avenida como
animal de compañía de tranvías.
Pero, ¿a qué vienen estas prisas? ¿A qué la alcaldada mayor
que vieron los siglos, que Don Alfredo decidió cerrar la
Avenida sin consultar a los afectados, sin escuchar a nadie,
sin soluciones alternativas, en plan «tú corta la Avenida y
no digas ná en Triana»?
Sabiendo, además, lo que el corte de la Avenida iba a
suponer de follón de circulación en Sevilla entera, ¿por qué
no se esperaron por lo menos a que pasara la Semana Santa y
la Feria? ¿Han visto cómo está el Paseo Colón a todas horas
de colapso de trafico? Pues ni les cuento cómo estará en las
tardes de Feria, con la gente yendo a los toros y los siete
millones de coches de caballos de los nuevos ricos roneando
de cascabeles...
¿A qué esta prisa? Porque no se han destacado dos hechos (no
opiniones, hechos) que la gente no conoce, y que lo hace
todo no sé si más sospechoso, pero desde luego más absurdo:
1.- Las obras del tranvía aún no han sido adjudicadas.
Concurren doce empresas, pero hasta mediados de mayo no se
adjudicarán.
2.- No se sabe todavía quién pagará esas obras. El
Ayuntamiento y la Consejería de Obras Públicas de la Junta
tienen todavía que cerrar un convenio de financiación. Son
75 millones de euros, incluyendo el material móvil, que iba
a pagar por su cuenta la Junta, pero que pagará a medias el
Ayuntamiento, con tal de que a la Tussam le dejen meter la
cuchara en la explotación del tranvía.
Y digo yo, como diría cualquiera: si todavía no se han
adjudicado las obras y si no se sabe quién y cómo las va a
pagar, ¿cómo han comenzado con tanta urgencia? ¿Qué han
comenzado, si adjudicaciòn de obras aún no hay? ¿Por qué han
cerrado la Avenida con esta prisa tan rarita, dejando el
centro embarbascado y el Paseo Colón sobresaturado, en los
días peores de circulación de todo el año? ¿Por qué a esa
«ciudadanía» que no se les cae de la boca la han dejado sin
taxis y sin autobuses en todo el centro? Tanta prisa, ¿para
qué? Tanta imprevisión, ¿por qué?
(Y al final, pero no lo último, dos preguntas tela de
clásicas, tela de sevillanas: ¿por dónde va a pasar la
procesión del Corpus? ¿Por dónde va a salir en agosto la
Virgen de los Reyes?)
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