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En
un Paseo del Prado convertido en corredor de la muerte para
los árboles condenados a la motosierra, veo la estampa
madrileña de la verbena ecologista: la foto de la baronesa
Thyssen junto a Pilar Bardem y a los profesionales de la
pancarta y la pegatina, las viejas glorias del «No a la
guerra». Trato de hacer la traducción sevillana. Y no me
sale.
Por lo que decía ayer el editorial de ABC: «Si el supuesto
arboricio de Madrid -todavía no ejecutado- ha superado el
ámbito estrictamente local para convertirse en un escándalo
mediático nacional, habría que preguntarse por qué el
cometido en Sevilla por las obras del tranvía, que ha
acabado con más de un centenar de árboles en el centro de la
ciudad, no ha rebasado los límites de una noticia local más,
sin repercusión alguna fuera de la capital de Andalucía.
Puede que la clave esté en los protagonistas de ambos
sucesos. En Sevilla ninguna «baronesa» se ha manifestado en
contra de la tala y, además, no se ha producido un
enfrentamiento directo entre el alcalde y el PSOE, pese a
que la Junta ha tenido que llamarle la atención.»
Yo estaba por proponer que creáramos la Plataforma Para
Traer a Tita a Sevilla. Se pasa un pañuelo, se alquila un
avión privado, se le reserva una suite en el Alfonso XIII y
se la trae a gastos pagados, que es como todo el mundo está
encantado de venir. Es facilísimo. Se llama a Tomás Terry y
que nos traiga a Tita como acarrea famosos y famosillos para
el Salón del Caballo y los porcelanoseos y otros eventos
perfectos que organiza.
Y una vez que tengamos aquí a Tita, la llevamos a la Puerta
Jerez, con los profesionales locales de la protesta. ¿Que
quiénes pueden ser? Está cantado: en lugar de Pilar Bardem y
de Boris, aquí le ponemos a Cristina Hoyos (¡qué propia), a
Távora, a Paco Casero, al Cura Chamizo, a Pérez Royo, a
Isidoro Moreno, a Sánchez Legrán, e incluso a Morante de la
Puebla, que desde que se compró el jipijapa y la camisa
estampada modelo Alberti está en todos los fregados. ¿No
abrió el cerrojo de la Puerta del Príncipe para la verbena
de Manzanares? ¿Por qué no ha de abrir el cerrojo de la
Puerta Jerez para que la verbena ecologista salga en todos
los telediarios y programas del corazón?
En cuanto a asociaciones protestonas para salir junto a
Tita, sobrarían. Es que estoy oyendo a la baronesa, en el
tablado, ante las cámaras de TV, largando: «¡Los árboles me
están mandando una onda tan divina, una onda Giralda! Yo soy
ecologista de naturaleza, aunque no ejerzo. ¡Gracias,
Izquierda Unida! ¡Gracias, Comisiones de los Bermejales!
¡Gracias, Peña Bética de la Puerta la Carne! ¡Gracias, Club
de Jubilados del Banco Hispano! ¡Gracia Fernández Palacios,
que es la calle por donde me gusta ir a los toros!»
Sería absolutamente di-vi-no. Inmaculada Casal, con José
Pablo Ruiz de enviado especial, fijo que lo daba en directo
en «Contraportada». Canal Sur abriría el telediario con el
notición. En todas las televisiones nacionales afectas al
régimen saldría el crimen perpetrado contra los árboles de
Sevilla. Como la Duquesa Roja, la Medina Sidonia, protestó
contra las bombas de Palomares, nada más propio que la
Baronesa Verde protestase contra las motosierras del
tranvía, y amenazara con amarrarse con las cadenas de las
Gradas a las columnas de la Catedral, cual convocatoria de
cultos.
Pero, ay, nada de esto será posible. Porque falla la mayor.
En Madrid es un Ayuntamiento del PP el que quiere cortar los
árboles. Y en Sevilla es un Ayuntamiento del PSOE el que
irreversiblemente los ha talado ya. ¿Captan el matiz, no?
¡Prontito iban a ir Pilar Bardem, Boris y los profesionales
de la pancarta a protestar, si la tala del Museo del Prado
la hubiera planeado el PSOE! Hubieran dejado a Tita solita.
Como han dejado a Sevilla todos éstos que se dicen tan
ecologistas, con el clásico apagón informativo en todos los
medios controlados por el régimen. No Passssa Nada.
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