Correo
Salud, pueblos hermanos,
del mundo juventud,
salud, americanos, salud, salud...
Cuando la Expo del 92 no tuvimos himno. Manolo Castillo compuso algo, pero nadie lo cantó ni lo recuerda. De lo que sí nos acordamos todos es del Himno Dialogado de la Modernidad del 92, que grabaron primero Somoza y después el alcalareño Araujo (más bueno que el pan), y que es el anuncio de toldos Quitasol:
-- Pase a la Modernidad, a...¡Currito, dale al botoncito!
Sevilla pasó a la Modernidad, pues el Comisario Olivencia le dio al botoncito y ya nadie se acordaba de aquello de:
-- Leopordo, échame el tordo...
En un lapsus de memoria, el alcalde se olvidó de que él mismo nos instaló en la modernidad Quitasol y Quitatodo, y le dijo a Leopoldo que le echara el toldo. En la Avenida. Como son especialistas en crear un problema para cada solución, por si a la maltrecha Avenida la faltara algo, los toldos. Vamos, las velas, que es como aquí se han llamado siempre los toldos que se ponen con los palocorpus. Querían una Avenida como una inmensa carrera del Corpus para que pasara el tranvía, digo yo que adornado con racimos y espigas. Nadie había reparado en ello, pero era la más refinada crueldad, el tormento más chino, contra los sufridísimos vecinos de la Avenida cortada, levantada, desforestada y fornicada. Con esos toldos no habría balcón en la Avenida desde donde se pudieran ver las cofradías. Sin tener en cuenta sus derechos a la servidumbre de vista, a los vecinos de la Avenida les iban a poner bajo sus balcones un toldo para que no pudieran ver ni las cofradías, ni la Virgen de los Reyes, ni el Corpus, ni nada. Menos mal que el alcalde ha reparado su error, le ha dicho a Leopoldo que no le eche el toldo, y se ha pasado a la modernidad, a:
-- Currito, dale al botoncito...
Y, ¿no ve usted, señor alcalde? No le ha pasado a usted nada. No se ha hundido el mundo como si fuera un socavón del Metro. No ha perdido el sillón. Ni el imprescindible apoyo de los comunistas: del tío del cuento de la buena pipa y de la otra que va de Lina tricolor. No ha perdido el talante, que vuecencia sí que tiene talante y no ZP, señor alcalde. Si talante es el que tala, ya me contará vuecencia si hay alguien con más talante, motosierra en mano.
Convendría que el alcalde escuchara más el anuncio de toldos Quitasol, hito de la modernidad, y lo aplicara a su gobernación. Estamos hartos de escucharle proclamar que le importa una higa lo que digan los vecinos de Los Bermejales sobre la mezquita; los de la Plaza de la Alianza sobre lo necio de Indalecio; los taxistas sobre el centro cortado; los comerciantes sobre la peatonalización. A ver si de una vez Currito le da al botoncito y detiene esta locura de convertir a Sevilla en un entoldado Concurso de Chorradas, a ver a quién se le ocurre la más descabellada para acabar de una vez por todas con el propio concepto de ciudad que la hizo grande y universal.
Coda con INRI.- Si son tan laicos, mejor que tanto quitar crucifijos en las escuelas de Jaén es que vayan ellos menos a presidir procesiones en Sevilla.
