Voy a llamar
urgentemente al alcalde y a los aspirantes a hacerle «la
gata paría» para echarlo del sillón, a Don Zoido y a Don
Villar, para ofrecerles a los tres gratis total la
solución definitiva para acabar con los viejos problemas
de El Vacie. Problemas que se están resolviendo desde que
el gobernador Hermenegildo Altozano metió allí a Franco,
pero que nunca se acaban de arreglar. Pienso darles la
solución equitativamente a los tres, sin trincar, que
decía El Beni, para ver si de una vez acabamos con aquella
vergüenza en la Segunda Modernización de Chaves y en la
Construcción de un Sueño en la pesadilla que rima con
Sevilla.
La solución consiste en coger un container
grandecito, meter al Vacie dentro, cargarlo en un camión,
llevarlo al muelle y embarcarlo en un vapor con destino a
cualquier puerto de Africa y plantarlo allí. Podemos
desembarcarlo en Tánger, si queremos que el flete nos
salga baratito, o bajarlo hasta Dakar. Así, con el
trayecto Sevilla-Dakar, como suena a cosa de las motos y
los coches, hasta podemos buscarnos quizás un
patrocinador: la fundación de Gonzalo de Madariaga, que va
directamente de la vanguardia del arte a la retaguardia
del capilleterío, o la Fundación Cruzcampo, donde Julio
Cuesta auspicia todo lo que le echen.
Propongo que nos llevemos hasta el Tercer
Mundo africano de verdad al Tercer Mundo Andaluz del Vacie
porque así será la única forma de que las manirrotas y
dilapidadoras administraciones le echen cuenta y acaben
con el problema. Propongo para El Vacie la solución Mía
Farrow o la solución ambulancias moras de Zarrías.
Solución Mía Farrow. Se lleva El Vacie a
África, se llama por conferencia a Mía Farrow y se le
dice:
-Mía, mira, hija mía: a ver si te das una
vueltecita por El Vacie, que nos lo acabamos de llevar a
África porque aquí no había solución. Vete por allí,
retrátate con los gitanos portugueses y gallegos, y
llévate al médico para que vacunen a esos churumbelitos
descalzos, que verás tú cómo entonces el alcalde de
Sevilla se emociona contigo, te da el premio de la
Fundación No&Do, te regala un mantón de Manila color
turquesa con bordados burdeos, una preciosidad, te lo
pones así como María Dolores Pradera se coloca sus ponchos
sudaquitas y sus rebozos de la flor de la canela, y te
apoquina de nuestro bolsillo la morterá de los 30.000
dólares, y te pones a arreglar El Vacie, que falta le
hace.
Esa es una solución, en el Domund laico o
ONG sin antisistemas en la directiva en que se ha
convertido el Ayuntamiento de Sevilla. La otra solución es
Zarrías y sus ambulancias moras. A Don Gaspar, como tiene
nombre de rey mago, le encanta ir a echarles los reyes a
los moros. Zarrías, como Chaves, va a Marruecos cada dos
por tres. Con el Canal Sur y con la prensa del régimen
puestos, claro. Les encanta echar caramelos en la
Cabalgata de la Solidaridad con Marruecos. Y con nuestro
dinero. Al Marruecos que mantiene nuestros pesqueros
inactivos, que los apresa cuando le viene en gana, que
llena Andalucía de cigarritos de la risa que vuelven locos
a los muchachos, que nos mandó a la playa de Los Lances
todas las pateras que le dio la gana y unas poquitas más;
a ese Marruecos que nos odia, lo inflan a millones de
subvenciones. ¡Vamos, como si fuera un empresario adicto a
la causa! ¡Lo que le gusta un moro a la Junta! Más que a
don Blas Infante, que en paz descanse. Como si aquí en el
SAS no hubiera listas de espera quirúrgicas, y
ambulatorios congestionados, y urgencias saturadas, va Don
Gaspar a Tánger y le echa a los moros de reyes 14
ambulancias, 14, en las que nos hemos gastado 507.675
euros. ¿Se imaginan ustedes lo que podíamos hacer con esos
507.675 euros en El Vacie? Con 507.675 euros podíamos
poner El Vacie de lujo, de cine, sacarlo de brillo. Y
aparte de dinero, manda Don Gaspar a Marruecos personal de
asistencia, como 8 médicos, 15 enfermeras y 33 conductores
para las ambulancias. Total, 57 personas. Justo las 57
personas que están haciendo falta a pie de miseria y a pie
de subdesarrollo para la atención social, médica y docente
de nuestro entrañable Tercer Mundo sevillano. Porque la
miseria del Vacie es ya una tradición sevillana más, como
la Semana Santa o la Feria.