LA de los
millones era hasta ahora la administración de loterías
de la calle Sagasta, según la memoria de los pregones de
Las Cuatro Esquinas de San José: «¡De Sagasta, la de los
millones!». La de los millones es ahora otra
administración. Pero no de loterías. Bueno, sí: la
administración municipal...de loterías. Menuda lotería
le cayó al alcalde con el bastón, ¿le parece a usted
poca lotería? Y si es por millones, los que tocan en
Sagasta son nada al lado de los que se gastan
alegremente en la Plaza Nueva. La deuda municipal va ya
por 600 millones de euros. Pocos me parecen para todo lo
que se está derrochando en mamarrachadas innecesarias.
¿Usted ha visto los aparcamientos de bicicletas?
- El carril bici, ¿no?
No, el carril bici es lo del por saco. Me
refiero a otra tontería carísima: a unas barras redondas
que están poniendo por toda Sevilla para aparcar
bicicletas. Son como media circunferencia, relucientes,
de acero inoxidable, Magefesa total, para meter allí la
rueda de la bicicleta y dejarla aparcada. ¡Ah, y con el
NO8DO arriba bien visible, para que se vea que lo ha
puesto el Ayuntamiento! ¿Cuánto costará cada
aparcamiento de bicicletas? Y además los ponen en unos
sitios donde no hay institutos, ni facultades donde
puedan ir los chavales de la bicicleta. Cuando pase por
La Palmera (no precisamente acolapsá de bicicletas),
fíjese, que han puesto uno de estos aparcamientos en la
esquina de La Botella. ¿Qué mandado hay que hacer en La
Botella para dejar allí la bicicleta aparcada? Hombre,
si todavía fuera a la puerta de la Jefatura de Tráfico,
donde se renueva el carné de conducir...
De modo que entre el carril del por saco
y estos aparcamientos tan relucientes y tan de acero
inoxidable como el famoso báculo Magefesa de Amigo
Vallejo, en bicicletas nos hemos tenido que gastar una
buena porrá de millones.
- ¡Qué clásico eso de la porrá!
- No, qué penoso. Hablan de los millones
y se los gastan como si los regalaran.
Y del cálculo de millones y del
cumplimiento presupuestario, ni te cuento. Como sabe
usted que los millones los regalan (o al menos se los
regalamos los administrados a nuestros administradores,
apoquinando impuestos), tiran de ellos con más alegría
que la «Macarena» de Los del Río. ¡Qué mala puntería a
la hora de acertar con los presupuestos! Anunciaron como
lo más normal del mundo lo que había pasado con la
estación de Metro en la Puerta Jerez. Costará 14
millones más de lo presupuestado. Que eran sólo 4
millones de euros. Es decir, que el presupuesto se les
fue para arriba...¡en 10 millones de euros de nada! En
1.663 millones de pesetas, que se dice pronto...
Pero lo de la Puerta Jerez es nada al
lado de la puntería presupuestaria en la Línea 1 del
Metro, que han anunciado ahora. La Línea 1 va a costar
100 millones de euros más de lo previsto. Como los euros
asustan menos que las pesetas (porque todos nos perdemos
con los números gordos y nos hacemos con la cifra un
lío), dicho así, 100 millones más, parece que no es
nada, media pringá. Pero calculadora en mano resulta que
100 millones de euros son 16.639 millones de pesetas.
¿Usted sabe lo que son 16.639 millones de pesetas?
¿Usted se imagina, un poner, la cantidad de
aparcamientos de bicicletas que se pueden hacer con
16.639 millones de pesetas, la de kilómetros de carril
bici que se pueden terminar con 16.639 millones de
pesetas, la de Metrocentros que se pueden poner con
16.639 millones de pesetas, la de setas de la
Encarnación que se pueden plantar con 16.639 millones de
pesetas?
No hable usted de inversiones productivas
que generen riqueza, de cosas necesarias. No hable de
las guarderías infantiles, las residencias para
envejecientes, la vigilancia contra la inseguridad
ciudadana que se pueden montar con 16.639 millones de
pesetas. No. Nada de eso es modernidad ni progreso. Ahí
sí que hay que escatimar el duro. Mas para gastar
millonadas de euros en tonterías y mamarrachos a fin de
que Sevilla no se parezca en nada a Sevilla, ¡ancha es
Castilla, digo, Sevilla!