Nos creíamos que cuando don Manuel Clavero terminara el trabajo con su famosa Máquina de Café para Todos...

-- La habría de coger Mienmano para empezar a dar cafelitos, previa mordida de su importe, en su despacho oficial de la Delegación del Gobierno...

No, eso nunca llegamos a pensarlo. A pesar de que un sevillano con guasa en cuanto los vio llegar dijo aquello memorable de:

-- Lo malo no es lo granujas que son, sino lo pronto que han aprendido a serlo.

Más que granujerías y ERES, nos creíamos que las autonomías iban a traernos la desaparición de la burocracia. Prometían acercar la Administración al administrado. ¡Pues como no sea la Administración de Loterías de la esquina, no sé qué nos han acercado! Sólo la Bonoloto. Han multiplicado y perpetuado la burocracia de las covachuelas de Larra. Ya saben lo del terremoto en Cádiz del otro día. Hubo un temblor de tierra en la Cuna de la Libertad, y un señor llamó al Observatorio de San Fernando para informarse. Y el que descolgó el teléfono dijo más o menos como el cónsul de España en Boston cuando los atentados terroristas de la maratón:

-- No, mire usted, es que aquí nos vamos a las 3...

Óoooole. El "vuelva usted mañana" de Larra sigue teniendo vigencia. Agravado: cuando vuelves mañana, resulta que han salido ya siete decretos más que invalidan toda tu gestión, ora en el BOE, ora en el BOJA, ora en el TBO de esta Administración del tebeo. Los jefes de protocolo de los siete mil organismos de la selva burocrática se pelean para ver quién sienta a su señorito en mejor sitio en los actos oficiales, y los secretarios generales técnicos, siguiendo órdenes de arriba, se pelean para ver quién exige más papeles. El "Luz más luz" de Goethe aquí es "Papeles, más papeles". Cuantos más papeles exijas, más poder tienes.

Así que cuando el mercado inmobiliario está más parado que el avión de mármol de Paco Gandía, para dar facilidades a los promotores para que vendan sus pisos y a los propietarios para que los alquilen, ¿qué hace el Gobierno, solo o en compañía de la Unión Europea y de las autonomías? Pues más papeleo: exigir papeles energéticos. Amenazar con las penas del infierno a todo promotor o propietario que venda o alquile sin que su piso tenga, apunten, la "Etiqueta de Calificación Energética" y el "Certificado de Eficiencia Energética". ¿Para qué sirve esto? Para dar por saco y para crear más burocracia sobre la burocracia y más impedimentos sobre las trabas de la paralización del mercado inmobiliario. Nadie ha explicado el por qué de este por qué. Las reclamaciones, supongo, al maestro armero de la Unión Europea. Y cuando el propietario de un piso ha llamado a su arquitecto de cabecera y tiene ya el dichoso Certificado y la maldita Etiqueta, resuelta que no valen, que los tiene que convalidar y resellar (y cobrar) la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo. ¿Para esto queremos más cerca la Administración, para más papeles?

Tanto dolor de cabeza la da al propietario de la fábula todo esto, que se va al médico. Y le receta un remedio maravilloso. Pero no en las recetas de los médicos privados de toda la vida, no. Hasta para la asistencia privada, los médicos te tienen que recetar obligatoriamente en un modelo oficial, del Consejo de Colegios Médicos de España. ¡Más papeles! Receta que es una ordinariez, porque tiene que poner obligatoriamente el año de nacimiento. Una amiga se ha negado a que su médico particular le recete nada en el formato obligatorio de la Organización Médica Colegial. Por una razón poderosísima:

-- Encima de tanto papeleo para alquilar el piso que tengo vacío, ¿por qué tiene que enterarse el boticario de mi barrio de la edad que tengo?