-- ¿Cernuda? Querrás decir Neruda, Pablo Neruda.

Eran veinte poemas de desamor y una canción desesperada en la Sevilla de hace medio siglo tratar de valorar la obra de Cernuda. Por eso fue más valioso y excepcional el artículo que Joaquín Romero Murube le dedico en estas paginas de ABC, el antológico "Responso difícil por un poeta sevillano, publicado el domingo 10 de noviembre de 1963, es decir, a los cinco días de muerto Cernuda y recién enterrado en el Cementerio Jardín de la capital federal mexicana.

Esto ocurría hace 50 años, cuando casi nadie, quitando a Aquilino Duque, conocía a Cernuda en su tierra, cuando se trataba de un exiliado, pero ¿y ahora? ¿Usted ha visto anunciados muchos actos en el Cincuentenario de la Muerte de Cernuda, a cargo de la Junta o del Ayuntamiento? ¿Usted ha visto muchas ediciones divulgativas y conmemorativas? No hablo de sus poemas, que también. Hablo de "Ocnos", ese manual de esencias de sevillanía cuya lectura debería ser obligatoria en los colegios y en los institutos. Que yo sepa, sólo la Real Academia de Buenas Letras le va a dedicar un ciclo. Y Sanseacabó, como dice Curro Romero.

Claro que esto del Cincuentenario Inadvertido le pasa a Cernuda por ser un poeta y no una cofradía. En su pecado de sevillanía honda y esencial, ligada a los prerrománticos y a los poetas de la Ilustración, al mejor Bécquer y al ruiseñor sobre la piedra, lleva la penitencia.

Si Cernuda fuera una cofradía, ya estaba montada en el Círculo Mercantil una exposición con sus poemas y algo muy de aquel local: "sus enseres". Allí estaría su máquina de escribir, y allí su frasco de fijador, y allí la tijerita con la que se recortaba el bigote. ¡Vamos que si estaba!

Si Cernuda fuera una cofradía, Reyes de la Lastra o Ricardo Suárez habrían pintado ya el Cartel del Cincuentenario, con temas cernudianos, claro, como las tiendecitas de la Plaza del Pan o el magnolio de la Judería.

Si Cernuda fuera una cofradía, ya habría habido bofetadas entre los que yo sé (y entre los que usted se imagina) para que lo nombraran Pregonero del Cincuentenario.

Si Cernuda fuera una cofradía, ya se habría celebrado ese Pregón del Cincuentenario, con presentador del orador a cargo de Gregorio Serrano, con presidencia del alcalde y del Consejero de la Junta y con actuación de la Banda Municipal, que tocaría las marchas "Aires de la calle Aire" y "Tus realidades son mis deseos".

Si Cernuda fuera una cofradía, ya estaría anunciado su traslado a la Catedral en procesión extraordinaria, para un triduo de conferencias y lección solemne estacional final a cargo de algún arzobispón de la Casa de los Poetas.

Si Cernuda fuera una cofradía, ya le habrían puesto una calle en condiciones, Acetres mismo. ¿Usted sabe dónde tiene Cernuda dedicada una plaza en Sevilla? ¡Entre la Ronda de Pío XII y la Avenida de Pino Montano, toma del frasco!

Si Cernuda fuera una cofradía, la ONCE habría presentado ya en el Alcázar de Romero Murube el cupón de los ciegos que le dedicaba.

Pero Cernuda, ay, no es una cofradía. Por eso, precisamente por eso, es Luis Cernuda y es tanta Sevilla honda. Hay por fortuna una Sevilla esencial, no cofradiera, que se llama Luis Cernuda y se llama "Ocnos".