Miércoles 30: El
milagro de las 9,30
Ya mañana, 1º de
Mayo, como es fiesta, no. Y el viernes, como muchos hacen puente a
la madrileña, pues tampoco. Pero ayer se produjo y hoy volverá a
producirse en Sevilla el anual prodigio que llamaríamos "el
milagro de las 9,30". Y es que habiéndose acostado todo el
mundo a las mismas tantas y habiendo estado en la Feria algunos
desde las 4 de la tarde hasta las referidas mismas tantas, sin
interrupción, nadie se explica cómo a las 8 están los bancos
abiertos, con todo el personal en sus puestos, como si no hubiera
pasado nada, y las oficinas públicas funcionando. Con ojeras y
con el cuerpo cortado, pero todo el mundo en su trabajo. Hay los
embotellamientos mañaneros de siempre: la S-30 viene del Aljarafe
como siempre, con las caravanas desde los pueblos dormitorio,
donde en estos días se duermen tan pocas horas. Y a las 9,30, el
milagro es ya colectivo. Están abiertos los hipermercados,
funcionando todos los cortes ingleses, las tiendas y las oficinas
todas, las notarías, los centros oficiales, las consultas y los
bufetes. En otras ciudades, cuando llegan las fiestas, todo se
paraliza. Aquí todo sigue funcionando en la ciudad permanente, a
pesar de la ciudad efímera de la Feria. Es algo que también
deberían sacar las televisiones, y que le brindamos a María
Teresa Campos para que lo diga a toda España desde el plató del
Alfonso XIII: que aquí, mucha ascua de luz, mucha manzanilla,
muchas sevillanas, mucho cante y mucho baile hasta las tantas,
pero que a las 9,30 de la mañana está todo el mundo en su
trabajo y no hay ni un solo borracho tirado en la calle durmiendo
la tajá, como en los Sanfermines, sin ir más lejos.
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Martes 29: Feria
y sociedad civil
El Ayuntamiento pone
la portada que anoche se iluminó, pone los palos, los farolillos,
la estructura de las casetas, los guardias municipales, los
botiquines, la caseta de los niños perdidos. El Ayuntamiento, en
todo caso, colabora y encauza, como es su obligación. Pero la
Feria no la hace el Ayuntamiento: la hacen los sevillanos. Prueba
de ello es que el Ayuntamiento pone allí su caseta como un
sevillano más, como una peña de amigos o un grupo de empresa. No
se ha dicho, y es hora de que se vaya diciendo, que el modelo del
trabajo colectivo del sevillano no es solamente una cuadrilla de
costaleros. Es también la Feria. En la Feria, además, no hay
capataz que mande los dos costeros a tierra por igual. En la Feria
nadie dice lo que hay que hacer, pero todo el mundo sabe lo que
tiene que hacer y cómo ha de hacerlo. Y de arrimar el hombro como
socios de la caseta, más que meter riñones debajo de la
trabajadera. Esa sociedad civil que todos echamos en falta a lo
largo del año y que encontramos una vez en la salvación del
Salvador está patente en la Feria. En este tiempo de tanto
intervencionismo estatal y municipal, la Feria es un monumento
vivo a la iniciativa civil. Fruto granado de la sociedad civil. La
lástima es que a nuestra sociedad civil todo se le vaya en Semana
Santa y en Feria. Si todo el año fuera Feria, el protagonismo de
la sociedad, la pujanza económica, la iniciativa cultural harían
de esto una cosa así como entre Nueva York y Suecia. Claro que a
lo mejor si esa sociedad civil se dedicara a lo que se dedican las
sociedades civiles en todo el mundo, no tendríamos esta maravilla
que es la Feria...
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Lunes 28: El (No)
Alumbrado
Como los plátanos
de Canarias, cada día un monumento. Por lo menos. Es lo que
ilumina Endesa, ella de soltera Sevillana de Electricidad,
pagándolo con el dinero de los abonados al monopolio de la luz.
Ahora, el exterior de la plaza de los toros. Dicen que la plaza se
ve ahora maravillosamente por la noche desde la calle Betis.
Mejor. Así, fijándose en la fachada de la plaza, no se da uno
cuenta del espanto y horror pánico de farolas postmodernas que ha
puesto el Ayuntamiento en la calle Betis y que están diciendo
"quitadme". Estábamos viendo en el periódico lo bien
que les ha dejado Endesa la plaza a los maestrantes y no pudimos
seguir leyéndolo porque, ¡zas!, se fue la luz. Como se fue el
Viernes Santo. Como se fue hace tres días. Como la semana pasada.
Esto del apagón en el barrio se está convirtiendo ya en una
tradición. Esta noche es la Prueba
del Alumbrado, alias "pescaíto". Esperemos que
Endesa no nos obsequie con su tradicional "prueba del no
alumbrado", como cada dos o tres días. Y digo yo que si eso
de iluminar gratis total hasta la última capilla cofradiera y el
más mínimo monumento lo hace Endesa como campaña de imagen,
¿no le daría más prestigio gastarse ese dinero en mejorar la
infraestructura para no cortarnos la luz cada dos por tres a los
que pagamos el recibo religiosamente? En cada apagón, se llama a
reclamar al 902 516 516 y la señorita informa siempre que es un
problema de la línea. ¿No sería mejor que Endesa convirtiera la
línea en bingo de servicio seguro a los abonados, en vez de
iluminarles tantos monumentos a quienes, como a los maestrantes,
les sobra el dinero?
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Domingo 27:
Guiris en la calle Iris
Es un callejoncito
breve, adoquinado, aunque le llamamos calle con todos sus avíos.
Calamocha en las fachadas de ambas aceras y al fondo, una reja que
conduce a la más secreta puerta de la plaza de los toros: la
puerta de Contaduría que da al patio de cuadrillas y a las
cuadras de los caballos. Los ilustres, antiguos y devotos
adoquines de esa calle conservan la memoria de las pisadas de toda
la Historia del Toreo. Esos adoquines los pisó Juan Belmonte
vestido de torero, los pisó Joselito el Gallo, los pisó
Chicuelo, los pisó el breve pie de Pepe Luis Vázquez. Curro fue
quien más veces los pisó entre matitas de romero. Es el caminito
del miedo y de los sueños de gloria que no cría hierba, que
pisaron novilleros de nocturnas que no llegaron a nada y que pisó
Reverte, el más valiente de los toreros. Hay mucha magia y
leyenda en la brevedad de la calle Iris. Y en estos días, mucha
bulla de turistas. Demasiada. Cuando llegan los coches de
cuadrillas parece que va a salir una cofradía. Gente que no va a
los toros, sino a ver llegar a los toreros, a hacerles fotos y
pedirles autógrafos. Este rito masificado de esperar a los
toreros en la calle Iris debe de venir recomendado en las guías
turísticas, nos comentaba un sevillano de verdad, nazareno del
Calvario, abonado de balconcillo del 5, que fue el gran alcalde
que se perdió la ciudad por culpa de su partido: don José
Borbolla. Y como don José tiene gracia sevillana de cuna y
estirpe, era totalmente de la Puertalarená, donde nos lo decía,
aquello que nos dijo: "Vaya usted a verlo, que es digno de
ver. La calle Iris se ha convertido en la calle de los
Guiris". ANTONIO
BURGOS: "CALLE IRIS"
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Sábado 26:
Nómina de casetas
Acertijo. Lean esta
nómina, completa, del tirón: La Carretería, La Estrella, La
Hiniesta, La Paz, La Trinidad, La Vera Cruz, Las Cigarreras, Los
Dolores del Cerro, Montesión, San Benito, San Esteban, San
Gonzalo, Santa Marta, El Cachorro, El Carmen de San Gil, El Museo,
El Perpetuo Socorro, El Rocío de la Macarena, El Rocío de
Sevilla, El Rocío del Cerro, La Esperanza de Triana, La O, Santa
Genoveva, Sacramental de Todos los Datos, La Lanzada, Cristo de
Burgos, La Mortaja, La Candelaria... ¿Qué creen que es? ¿El
orden de los estandartes para la próxima procesión del Corpus?
No. ¿El indice de un número extraordinario del Boletín de las
Cofradías dedicado a las hermandades de penitencia,
sacramentales, de gloria y rocieras que cumplen 400 años de esto
o 150 de lo otro? No. ¿Entonces, qué es? Pues la relación de
hermandades que tienen caseta en la Feria, que nos envía un
sevillano amante de las curiosidades, quien las ha sacado
pacientemente de la relación oficial de titulares de casetas de
feria. Relación que, como ven, en buena parte coincide con la
nómina de las cofradías. Hay cofradías a las que les pega poner
caseta, pero a otras no les pega nada. No me imagino la caseta de
La Vera Cruz ni la caseta de La Mortaja. ¿Qué tiene, campanilla
o manzanilla el muñidor de La Mortaja en la caseta? A este paso
(y nunca mejor dicho lo de paso), y en justa correspondencia,
¿por qué no se erigen en cofradía de penitencia los socios de
El Machacante, que suena a a flagelante?
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Viernes 25: Petos
y colgaduras
Nos perdonará el
certero y crítico compañero Belmonte si hoy nos colamos en su
taurina y periodística "Grada del Tres" sin billete, de
pescuezo, como los que se sientan en los pasillos con entrada de
oficio. Nos colamos desde este rinconcito en su materia para
hablar de dos aspectos de policía estética de la plaza de los
toros, alias Real Maestranza. En la que pasa o quiere pasar por la
plaza más cuidada del mundo salen al ruedo los caballos de los
picadores con unos petos dignos de coso de pueblo: viejos, sucios,
remendados y encima con parches de un plástico de brillo
berrechinoso y feísimo, en lugar de la belleza de la lona color
albero, modelo escaparate de Angelito el Guarnicionero en la calle
Adriano. Todos los balconcillos de esa misma plaza, por estos
días grandes de la feria, están colgados. Pero como quiera que
estas colgaduras se hicieron cuando la famosa Exposición de 1992,
los damascos tienen ya once años encima y les ha dado todo el sol
y les ha caído toda la lluvia del mundo. Y están tan
descoloridas como colgadura antigua de balcón de barrio en
procesión de Su Divina Majestad. Especialmente las colgaduras que
van del tendido 9 a la puerta de chiqueros están lamentables de
color. Se explican estas penurias. Claro, como el muy demócrata
Canorea no gana dinero con el abono, con la taquilla y con lo que
no es la taquilla, pues no tiene caudales como para pagar petos
nuevos al alcalde de caballos. Y como los maestrantes los pobres
no cobran nada por el piso de plaza, que lo regalan a la mayor
honra y gloria de la Fiesta, pues tampoco tienen dinero para
comprar colgaduras nuevas. ¿A que vamos a tener que pasar un
pañuelo entre la afición para petos y colgaduras?
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Jueves 24: Tres
banderas en Palacio
En Sevilla quedan
muchos recuelos del franquismo, y lagarto, lagarto (lagarto de la
Catedral, naturalmente) porque lo decimos hoy, día en que los
falangistas celebran el centenario de José Antonio. Uno de esos
recuelos franquistas es poner a la fuerza tres banderas en todo
balcón oficial. Para ello se siguen utilizando los mismos tres
mástiles del franquismo, cuando ondeaban la de España, la de
Falange y la del Requeté. Ahora ponen la de España, la de
Andalucía y, a gusto del consumidor, la de Europa o la de la
entidad que sea. La moda de las tres banderas ha llegado hasta el
balcón del palacio arzobispal. Allí antes ondeaba únicamente la
bandera vaticana, porque Segura le echó dos mitras y no puso las
banderas obligatorias del Movimiento, a lo que los falangistas le
respondieron pintándole un José Antonio así de grande en la
fachada. Ahora ha venido Amigo (amigo de los socialistas y
perceptor de las subvenciones de la Junta) y ha puesto tres
mástiles para colocar las tres banderas de rigor: España,
Andalucía y el Vaticano, en este orden de prelación. ¿Prevalece
una región sobre un Estado soberano como el Vaticano?
Vexilólogos tiene la Santa Madre, pero me huele que la Iglesia
local reniega de la sola bandera de Roma, porque le saca más unto
a la Junta regida por el partido abortista. Como nada es como nos
lo cuentan, el monárquico cardenal Segura tuvo frente al poder
político de los falangistas que vivieron del cuento de José
Antonio mucha mayor independencia que el arzobispo Amigo frente
este nuevo Movimiento que vive del cuento de la revolución
pendiente de Andalucía.
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Miércoles 23:
Cirineo negro en Santa Justa
Con tanta
verbalización de las nostalgias del pasado, a Sevilla se le está
yendo viva la hondura de su presente. Ejemplo: esos nuevos
personajes populares que son los inmigrantes negros que se buscan
la vida en los semáforos. El negro de la Plaza de Armas está
esperando a un Pali que lo cante en unas sevillanas. O el negro de
Santa Justa, protagonista de una bella historia solidaria que nos
cuenta un lector: "En la madrugada del Sábado Santo al
Domingo de Resurrección observé una escena ciudadana que me
conmovió profundamente y me hizo ver y reflexionar que existen
otros Cirineos aparte de San Isidoro y San Roque. Era a la hora
que La Trinidad ya había entrado con la urgencia propia de la
noche de perros, cuando yendo en mi coche por el puente de José
Laguillo a la rotonda de Kansas City, y cayendo chuzos, vi cómo
un jovencito, en unión de dos más, se tambaleaba por la acera,
vociferando y ajeno al agua que caía. En un momento, el joven
cayó de bruces, y sus ¿amigos? lo abandonaron entre risotadas.
En ese momento, el joven negro que está en el semáforo de Santa
Justa vendiendo "La Farola" salió del coche viejo
aparcado por allí que le sirve de dormitorio, y, recogiéndolo,
le dio de beber zumo de una botella que llevaba en una mochila y
trató de reconfortarlo, cubriéndolo con su anorak.
Posteriormente le localizamos un taxi y el muchacho pudo llegar a
su casa. Ayer estuve todo el día pensando en todo esto, y decidí
dirigirme a don Abel Infanzón para que lo contara..."
Contado queda, pues, y escrita la hermosa leyenda viva del cirineo
negro de Santa Justa.
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Martes 22: La
principal industria de Sevilla
¿Cuál es la
principal y más rentable industria de Sevilla? ¿Abengoa? Frío,
frío. ¿Endesa, ella de soltera Sevillana de Electricidad? Frío,
frío como el agua del río. ¿La Cruz del Campo? Frío.
¿Construcciones Aeronáuticas? Más frío todavía. Me doy por
vencido... ¿Cuál es entonces la principal y más rentable
industria de Sevilla? Pues te lo diré rápidamente, a alta
velocidad: el Ave. Cómo pasa el tiempo. El Ave ha cumplido ya
once añitos y nos ha obligado a hacer la primera comunión con
ruedas de molino hasta a los que no creíamos que el modelo
económico de la Expo, sin inversiones productivas, fuera a
reportar nada para el futuro de la ciudad. El futuro era esto que
ya estamos viviendo y resulta que en el año 2002 han cogido el
Ave 6.200.000 viajeros, que se dice pronto. Es como si toda la
población del área metropolitana de Madrid hubiera cogido el Ave
para venir a Sevilla o para volver a Madrid después de dejarse
aquí los cuartos. Seis millones de viajeros son muchos viajeros,
y algo habrán dejado aquí, no todos van a ser sevillanos que
vamos a Madrid a hacer un mandado. Según las estadísticas con
que la Renfe ha apagado las once velas del Ave, el tren de los
teléfonos móviles ha dejado en el año 2002 unas ganancias de
50,5 millones de euros, que son 8.393 millones de pesetas. A ver,
señores don Miguel Gallego, don Gonzalo de Madariaga, don Lele y
demás esforzados creadores de riqueza en esta tierra tan dada a
poner la mano para trincar la subvención oficial: díganme qué
empresa sevillana, tras mucha imaginación, mucho riesgo y muchas
fatiguitas, obtiene esas ganancias de 50,5 millones de euros al
año...
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 |
Monumento a
Pepe Luis Vázquez frente a la plaza de toros de Sevilla,
obra del escultor Alberto German Franco (Foto Julio
Domínguez Arjona, cortesía de La
Sevilla que No Vemos) |
Lunes 21:
Sáficas para Pepe Luis |
- Bronce para un cartucho de
pescado,
- cuerno de la abundancia de
la gracia:
- todo lo nuestro cabe en tu
muleta,
- Pepe Luis Vázquez.
- Seise de aquellas tardes tan
lejanas
- en que dejó Chicuelo de
heredero
- a este chaval fundido en los
cañones
- de San Bernardo.
- El río para siempre será
el ruedo
- que verá la muleta donde
encierras
- dos Grecias y una Roma de
armonía,
- Sócrates rubio.
- Y pasarán las aguas como el
tiempo,
- y quedará en el bronce la
presencia
- del cartucho que envuelve
tanta gloria,
- tanta Sevilla.
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Domingo 20: Qué
lejos el 25 de mayo
Un filosofo
sevillano llamado Rafael Gómez Ortega dejó escrita, dicen que en
La Coruña, la teoría del espacio exacto de la ciudad: "No,
Sevilla no está lejos, Sevilla está donde tiene que estar; lo
que está lejos es esto". Hoy le ponen junto al río un
bronce a otro filósofo sevillano, a José Luis Vázquez Garcés,
aquel que dijo que se torea con la cabeza o que mejor dos heridos
que un muerto a la hora de pagar la dolorosa. Circunstancia que
nos mueve a escribir el palimpsesto de la teoría del tiempo
exacto de Sevilla, al orteguiano modo: lo que está cerca es todo
lo que Sevilla tiene dentro; lo que está lejos es lo que no tiene
que ver con este tiempo ciudadano, ritual, coral y colectivo. Lo
que está cerca es la segunda inauguración de la primavera, con
el paseíllo de esta tarde en la plaza de los toros. Lo que está
cerca es el abono de las corridas sin farolillos, las siete mil
cosas que Sevilla celebra entre Semana Santa y Feria. Lo que está
cerca es la prueba del alumbrado, el pescado frito en la caseta,
la exhibición de enganches, los aves de doble composición cada
media hora. Lo que está cerca este año además es la
canonización de Sor Angela de la Cruz. Lo que está de verdad
lejos es el 25 de mayo, qué pereza, día de las elecciones
municipales. Aunque están a la vuelta del almanaque, en ningún
sitio de España están tan lejos las elecciones municipales como
en esta Sevilla de sus ritos de albero y volantes. Como la Semana
Santa cayó alta, las elecciones municipales están embarcadas en
el tejado.
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Viernes 18:
Nazarenos y nazarenas
Aunque la salida de
la cofradía del Cerro estuviera así, María, así, de barandas
del partido que defiende en cuestión de aborto y en muchas otras
materias morales las tesis justamente contrarias a las que manda
la Santa Madre Iglesia de la que las cofradías son punta de lanza
sociológica, se ve que a Chaves no le gusta la Semana Santa. De
otra forma no se explica que sus remoquetes de "andaluces y
andaluzas" y "ciudadanos y ciudadanas" no hayan
llegado a las cofradías, que es donde de verdad tienen razón de
ser. Hablamos de "cofradías de nazarenos", cuando en
realidad son "de nazarenos y nazarenas". Algunas ya,
casi más de nazarenas que de nazarenos. Lo de "primitiva
cofradía de los nazarenos de Sevilla" de esta Madrugada es,
eso, primitivo y arcaico. Ahora son "actuales cofradías de
los nazarenos y las nazarenas de Sevilla". De todo lo cual se
infiere que la Semana Santa es es un espejo de la sociedad. Ahora
que tanta demagogia se hace sobre la igualdad de la mujer y se
reclaman sus derechos, sin tanta propaganda, las cofradías han
llegado mucho más lejos que los políticos a la hora de reconocer
el derecho de las hermanas a ponerse el capirote. (Ya sé por qué
llevaron al arzobispo al programa de la propaganda ratonera de
Canal Sur: porque ha impuesto en las cofradías el igualitarismo
feminista del PSOE. Amigo Vallejo diría "nazarena, dame un
caramelo" y Hermosín o cualquier otra nazarena del poder le
dio este caramelito de sacar por televisión el ego de su soberbia
franciscana...)
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Jueves 17: La
Concordia de Pasión
Si ayer fue
Miércoles Santo, pero en verdad fue Lunes Santo o casi Domingo de
Ramos a efectos de poder estrenarnos hartándonos de ver
cofradías a tutiplén sin sobresaltos de lluvia, hoy sí que es
un Jueves Santo que reluce más que el sol. La palabra que se
lleva este año es "histórico". Cómo habrá sido todo,
que la que iba a pasar a la Historia como la Semana Santa de los
Andamios quedará como la de la lluvia. Para Martínez Montañés,
hoy es el "histórico" día de la nostalgia: no podrá
ver a su Señor de Pasión pasar por delante de la silla de su
abono de bronce. Y como grande es el Dios de la Madera sobre el
Sinaí de la plata de Cayetano González, verán cómo la
provisionalidad de la desamortizada iglesia de San Hermenegildo le
sienta a Pasión como todo lo que se refiere a este Salvador sin
Salvador: divinamente. Hoy dejaremos de hablar de la lluvia
"histórica" para comentar que Pasión se debería
quedar para siempre en San Hermenegildo. En esta Sevilla dual y
contradictoria que hoy celebra el centenario de la concordia entre
esas dos mitades llamadas Gran Poder y Macarena, sería totalmente
lógico que Pasión se quedara en el Salvador. Así se cumpliría
para siempre la mágica aritmética en que los seises son diez y
que hoy pone en marcha la exactitud de sus cuentas, al comprobar
que el Salvador Divino no sale del Divino Salvador, sino de la
Plaza de la Concordia, que a su vez no es de la concordia famosa y
centenaria entre el Gran Poder y la Macarena. Un lío, pero
sevillanísimo lío.
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Miércoles 16:
Lluvia y habla cofradiera
La radio es un
servicio público que cuando la lluvia saca su terca papeleta de
sitio se hace imprescindible. Las radios cambian sus
retransmisiones cofradieras por el triste carrusel deportivo de la
lluvia. Dan la noticia del acuerdo de la junta de oficiales que
decide no salir y dan norte de dónde se han refugiado los que
salieron. Tardes de transistor y de lágrimas. Todo queda
deslucido. Hasta la lengua castellana. En esas meritorias
retransmisiones, entrevistadores y entrevistados usan con toda
propiedad el habla cofradiera. Nadie llama cargadores a los
costaleros, encapuchados a los nazarenos, cucurucho al capirote ni
trono al pasopalio. Los informadores radiofónicos manejan a la
perfección el léxico de capataces y costaleros, y lo divulgan:
todo el mundo se inicia en los arcanos en -á de revirá, levantá,
arriá y chicotá. Pero en cuestión de lluvia, la meteorología
no existe en el habla cofradiera. Todos confunden tiempo y clima
como si se hicieran un lío con cucuruchos y capirotes. El hermano
mayor dice que la cofradía no sale "por la climatología
adversa", y la radio informa de las que se vuelven "ante
las inclemencias climatológicas". No, miren ustedes: una
cosa es el tiempo y otra el clima. El clima (no la climatología,
que es su ciencia) es el "conjunto de condiciones
atmosféricas que caracterizan una región"; en Sevilla
tenemos el clima del calor, la calor, los calores y las calores. A
lo que ustedes quieren referirse es al estado atmosférico: al
tiempo. A este paso, a Julio Marvizón, el muy cofradiero Hombre
del Tiempo, acabarán diciéndole el Hombre del Clima.
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Martes 15:
Versalles en los barrios
Están allí los
hermanos mayores, los diputados mayores de gobierno, los
secretarios, los mayordomos, esos consiliarios que son tanto en la
cofradía, que son la cofradía misma. Llevan la medalla en sus
trajes azules y en la solapa el escudo de la hermandad. La
hermandad, como sale esta tarde, por la mañana recibe. En La
Calzada o en El Cerro, en San Nicolás o en San Lorenzo, hoy por
la mañana, todas las mañanas de Semana Santa, el exacto y más
que refinado Versalles del secreto y no escrito ceremonial
cofradiero. Las hermandades que a la tarde saldrán como
cofradías, con permiso de Palacio y si el tiempo no lo impide,
reciben la repetición de los ritos de las cortesías, en formas
de ramos de flores para la Virgen, de la visita protocolaria de
cumplido con oración ante el Cristo y abrazos a los oficiales de
la Junta. Las hermandades amigas, algunas autoridades, la
directiva de la asociación de vecinos de aquel barrio con el que
tanta relación tiene la hermandad, ese hermano que todos los
años viene desde Bruselas o desde México expresamente para salir
en la cofradía, todos están allí. A cada cual se le da su sitio
y el trato que le corresponde. Cuando a la tarde salga la
cofradía, todo estará donde tiene que estar, exacto y en su
sitio. Como ahora, en estas horas de la mañana, en que también
todo está donde tiene que estar, como tiene que ser, en un
protocolo lo escrito ni legislado, repetición de costumbres de
lustros y lustros, verdaderas tradiciones que han pasado de padres
capiroteros a hijos tenientes de hermano mayor. Versalles está
hoy en La Calzada o en El Cerro, en la corte cofradiera del más
humilde barrio de Sevilla.
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Lunes 14: Lunes
de acólitos
En estos días de
gozo, todo cambia menos los niños. La Semana Santa es el único
río del mundo que pasa no dos, sino decenas de veces bajo el
mismo puente, léase San Gonzalo. Que San Gonzalo también pasa
por el puente, hombre, no todo va a ser Cachorro y Esperanza de
Triana. Cada año hay novedades para que advirtamos más
fácilmente todo lo que no cambia. Santa Marta cambia su
itinerario para que comprobemos que la rosa roja bajo la mano del
Cristo sigue siendo la misma rosa de hace veinte, treinta años. Y
los niños acólitos de este Lunes Santo también siguen siendo
los mismos niños. Un nazareno negro de pavero lleva delante de
Nuestro Padre Jesús de las Penas no unos niños cualesquiera,
repeinados de fijador y amor materno, sino exactamente a los
mismos niños que salieron de acólitos el año en que Pantión
acababa de estrenar la marcha que dedicó al Señor caído y
levantado a pulso entre los cierros del barrio de San Vicente. Por
los niños del Lunes Santo no pasa el tiempo. Todos, viéndolos,
volvemos a ser aquellos mismos niños que también queríamos
salir de acólitos para juguetear con la talega del carbón y con
la naveta del incienso, o para poder hacer una bola del mundo en
forma de pelota de cera con los mocos que chorreaban de los
ciriales. Y estos otros niños que ahora pasan, con sus
chaquetitas azules, con sus corbatas, tan serios, a ver cofradías
con sus padres, descubriendo Sevilla, también somos nosotros
mismos. El río de la Semana Santa pasa dos, tres, mil veces bajo
el mismo puente, en el que al sol de la tarde del Lunes Santo
suenan las mismas cornetas tras los inequívocos andares trianeros
del misterio de San Gonzalo.
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Domingo 13: Palma
de papel
Alvaro Pastor Torres
es un sevillano clásico (soleano tenía que ser, como Romero
Murube) que, como otros hacen por las Pascuas Falsas de Navidad,
nos pone todos los años en estas horas de vísperas del gozo,
fiel y puntual, una tarjeta en la que nos desea la felicidad
cierta de estas Pascuas Verdaderas de la Semana Santa. Esta tarde
es cuando de verdad en Sevilla nace el Niño: va sobre una burra
entre los nazarenitos blancos de la Borriquita. Esta tarde es
cuando de verdad los ángeles de Sevilla, en forma de acacias
florecidas, desean Paz por el Parque en esta tierra de hermosuras
a todos los hombres de buena voluntad. En la tarjeta de hogaño
nos pone el profesor Pastor Torres la foto antigua de un Cristo
querido que no tiene la culpa el pobre de la hermandad que le ha
tocado y nos pega la fotocopia de un fragmento del libro de
Antonio Núñez de Herrera. Como clásico es "lo que no se
pué hacén mejón", que dijo el filósofo don Rafael Gómez
Ortega, ponemos hoy en este balcón de papel, a modo de palma del
Domingo de Ramos, esas palabras clásicas de Antonio Núñez:
"La Semana Santa no había existido nunca. Es cierto que se
celebró otros años. Pero auténtica existencia no tiene hasta
este Domingo de Ramos. Las otras Semanas Santas pertenecen a la
Historia, es decir, al recuerdo. Y toda memoria se va, desaparece
con su cauda de tiempos y acontecimientos, ante el hecho sencillo
de salir los nazarenos a la calle. La Semana Santa surge en
resurrecciones de milagro, que olvidan referencias y avatares. Por
eso la Semana Santa es incapaz de filosofía y de historia."
¡Ahí queó!
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Sábado 12:
"Cruz de Guía"
Hubo un tiempo en
que, frente a la actual verbalización y las emociones de papel,
de la Semana Santa no había apenas más libros que los dos
clásicos de Bermejo y González de León. Fue entonces, hace
sesenta años, cuando Manuel Sánchez del Arco, que era como un
Chaves Nogales de derechas (quizá por eso esté tan olvidado),
publicó en la Editora Nacional una obra fundamental sobre las
cofradías, quizá no superada, bellísima: "Cruz de guía:
exégesis profana de la Semana Santa en Sevilla". Cuando va a
llegar la primera cruz a La Campana, la editorial Renacimiento, en
iniciativa digna de todo elogio, reedita "Cruz de Guía"
y con este libro, además, inaugura y da título a una colección
de reimpresiones de clásicos cofradieros, en la que ha publicado
también el libro de Luis Martínez Kleiser, el de Francisco
Almela o el estudio de don Celestino López Martínez sobre
Pasión. El "Cruz de Guía" de Sánchez del Arco
debería volver a ser lo que fue: manual de secretos y misterios
de la Semana Santa. Leyéndolo, muchos descubrirán a este
grandísimo escritor de periódicos que, como su libro cofradiero
fundamental, merecería una serena exégesis. Sánchez del Arco es
el gran cronista local, el sobrado articulista, el hondo crítico
taurino con el pseudónimo de "Giraldillo", el gran
corresponsal de guerra civil en Andalucía y en la marcha de los
sublevados sobre Madrid. Para nosotros los dos Manolos, don Manuel
Chaves Nogales y Manolito Sánchez del Arco, cada uno en un bando,
son el mejor símbolo de las dos Españas... con el mismo norte
del amor a una sola y misma Sevilla.
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Viernes 11:
Macarena sola
Estamos en el año
del centenario de la concordia, cuando el Cardenal Spínola dijo
su "basta ya" y su "no a la guerra" que había
entre los plumeros de los armaos de la Macarena y los largos
capirotes negros de los nazarenos del Gran Poder. Quizá por eso
la foto viene hogaño en el periódico. La Macarena está ya en su
paso. Miro la foto. Como en el soneto de Cervantes, vive Dios de
la Sentencia, que me espanta tanta grandeza perfecta. ¿Saben lo
que les digo? Que cuando la Macarena está en el paso, sobra hasta
el paso. Aseguran los entendidos en capilliteo que ese paso de
palio es el más completo de toda la Semana Santa. ¿De verdad?
Mírenlo en el museo macareno durante el año, sin la Esperanza.
Se ve entonces que, contra la opinión general, es el paso más
incompleto de toda la Semana Santa. Porque le falta la Macarena.
Ahora, puesta únicamente Ella en su palio, sin cera, sin flores,
ni falta que le hace, Esperanza sola llenando el rompimiento de
gloria macarena, tenemos la certeza que aunque saliera así a la
calle, sin flores, sin cera, hasta sin plata y sin bordados, hasta
sin manto de tisú, sin mariquillas de Joselito y sin pluma de
Muñoz y Pabón, sin música y sin saetas, sin llantos de mujeres
desde los balcones de Anchalaferia y sin rezos de hombres en el
silencio verde de los palcos, seguiría siendo el paso más
completo de toda la Semana Santa. La luz de la cera, el olor de
las flores, el tintineo de la plata, la emoción de la levantá,
todo está en su sonrisa. Esas circunstancias, aun llenas de
gracia, son simples pretextos para rendirse ante su belleza
perfecta de Madre de Dios. Macarena sola. Esperanza nuestra.
LA MACARENA YA ESTA EN SU PASO
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Jueves 10: Viva
el albero
En Sevilla están
apuntalados hasta los árboles. No es exageración sevillana. Si
quieren comprobarlo, vayan a la Plaza de San Pedro. Y como aquello
está patas arriba y se echa encima la Semana Santa, y el lugar es
cofradiero por excelencia, y por allí pasa media nómina de
cofradías, de La Cena a Los Gitanos, van a suspender las obras y
a quitar las alambradas, si no las han quitado ya. Y para que el
suelo levantado esté presentable, van a echar lo que se ha echado
en Sevilla toda la vida de Dios: una mano de albero de Alcalá, lo
que se llamaba un pasaministros. Aunque sea por la vía de la
improvisación, van a poner provisionalmente la plaza de San Pedro
como deberían dejarla de modo definitivo: de sevillanísimo
albero. De albero era el piso de todas las plazas y plazoletas de
Sevilla, como un homenaje al piso de la plaza de los toros. Albero
torero en la ciudad. Poco a poco, todas las plazas nos las han
hecho duras, graníticas, enlosadas, enladrilladas. Donde antes el
oro genial de la primavera, ahora el gris pétreo de la
mediocridad. Al paso que vamos, ni en los Jardines de Murillo ni
en el Parque quedarán paseos de albero. Capaces son de poner losa
de Tarifa hasta en las aceras de albero de la Feria. Por eso,
cuando vayan a ver la de San Roque el Domingo de Ramos, entren en
la plaza de San Pedro, donde el espíritu burlón de Galerín
estará pregonando la primavera popular de la ciudad:
"¡Señores, pasen y pisen, que aquí, para recibir a la
primavera, han echado un pasaministros de albero como toda la vida
de Dios!"
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Miércoles 9:
Elogio de los cónsules
En el mes de mayo se
iba a celebrar en Sevilla el VII Congreso Mundial de Cónsules,
que ha quedado aplazado hasta nueva fecha por culpa, culpita de la
guerra. A falta de congreso, Fernando
de Parias Merry, el alcalde de la transición, ha hecho por su
cuenta la reivindicación de la figura del cónsul honorario, sin
necesidad de congreso, como vieron ayer en la nota de la Puerta de
las Campanillas de la catedral de la actualidad en estas páginas.
Parias, un patricio para la nación de San Patricio, es el cónsul
honorario de Irlanda en Sevilla. Ha tenido que echar horas
extraordinarias para encargarse de la atención hospitalaria y la
repatriación de los empresarios irlandeses víctimas del
accidente de autobús de la autopista de Cádiz. Este es el
callado trabajo cotidiano de los cónsules honorarios, que no se
conoce. Vemos a las cónsules retratados en los saraos, copa en
mano, pero desconocemos que la Policía los llama a las dos de la
mañana para asistir a un detenido de su país que quiere hablar
con la Embajada o nombrar abogado. O que tienen que ir a la
cárcel para atender las necesidades de los ciudadanos de esos
países presos por drogas o a veces por errores judiciales. Los
cónsules prestan dinero de su peculio particular a los turistas
de sus países desvalijados en un tirón o en un coche reventado,
y son como paños de lágrimas civiles que restañan las heridas
del turismo en Sevilla. Y todo esto, "ad honorem"; esto
es, sin cobrar ni una sola peseta. Pagando de su bolsillo hasta la
gasolina para ir a horas intempestivas a la comisaría, a la
cárcel o al hotel donde están los pobres turistas a los que
dejaron sin dinero, sin pasaporte y sin maletas.
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Martes 8: Joseph
Peyré
Aparte de la
Comisión de Monumentos cuyo equipo habitual se encarga de
levantarle en Sevilla una estatua de cuerpo entero a todo el que
se deje, deberíamos crear la Comisión del Barco del Arroz para
buscar monumentos perdidos. Esa Comisión ha encontrado y devuelto
a su lugar el monumento a la Niña de los Peines en la Alameda.
Pero sigue en paradero desconocido el monumento al Doctor Fleming
de la explanada del Hospital de las Cinco Llagas, que quitaron
para las obras que hicieron allí y no han vuelto a poner en su
sitio. Esa comisión debería también encargarse de remediar los
agravios del nomenclator, como el que han hecho con Joseph Peyré,
el francés que le regaló a la ciudad su clásico libro "La
Pasión según Sevilla", tan citado y copiado como poco
leído, a pesar de la reedición de Castillejo. Peyré (no
confundir con Los Caminos de la calle Francos) tenía su calle a
espaldas de la Casa Rosa, de Manuel Siurot a La Palmera.
Reordenaron y ensancharon aquello desde el Puente de las Delicias,
y con el edificio de cristal de La Caixa que plantificaron junto a
la Casa Rosa desapareció la calle. Y a la calle nueva, en vez de
ponerle Joseph Peyré, la bautizaron como avenida del Cardenal
Bueno Monreal. Los azulejos con el nombre del escritor francés
enamorado de Sevilla han quedado en una lejana esquina trasera de
la Casa Rosa, compuestos y sin calle. Bueno Lidón, sobrino de
Bueno Monreal, será el primero en reconocer que a su bonachón
tío no le importaría que le quitaran un trozo de rotulación de
su larguísima avenida, para devolver lo que es suyo a Joseph
Peyré. La
Niña de los Peines ha vuelto ¿Dónde esta el monumento a
Fleming? SEVILLA MONUMENTAL
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Lunes 7:
Salvadores para La Cartuja
Lo decimos con toda
crudeza: pasamos por la Glorieta de San Diego, frente al Caballo
del Cid, ante la entrada del Parque, y creímos que aquel vivac
impresentable de tiendas de campaña era un homenaje de
solidaridad de los pacifistas con los campamentos de refugiados
iraquíes en Jordania. Nos dijeron que no, que era la acampada de
protesta de los trabajadores de La Cartuja. No Cartuja 92 ni
Cartuja 93, sino La Cartuja de toda la vida, la Cartuja que fundó
Mister Charles Pickman, ese tesoro isabelino de las artes
industriales sevillanas, en trance de cierre y pérdida. Es
lástima que al Salvador le hayan salido tantos salvadores
ilustres y a la Cartuja tan pocos. Anónimos sí que le han
salido. Los representantes sindicales de La Cartuja de Sevilla
S.A. ha presentado pliegos con 30.000 firmas de sevillanos, en los
que solicitan que la marca de la Cartuja y las labores de la
fábrica de Pickman sean declarados Bien de Interés Cultural para
que ese profesional del pelotazo con nombre de pionero de la
aviación que quiere cerrarla no se lleve al Marruecos de las
subvenciones de Chaves este vivo monumento de la arqueología
industrial sevillana. ¿Dónde hay que firmar? En lo poco que
vale, añadimos nuestra firma a esas 30.000. Y apuntamos el asunto
a los pintamonas oficiales de Sevilla, a ver si haciéndose ellos
la foto y dando cada uno por lo menos cuarenta duros logramos que
la ciudad no pierda el tesoro de esta fábrica (nunca mejor dicho)
histórica y artística.
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Domingo 6: ¡Qué
semanita nos espera!
Hoy, el Pregón; el
Viernes, las primeras cofradías sin Campana por la calle; el
Domingo, de Ramos... Y vaya semanita que nos espera de actos. Las
páginas de agenda del periódico tendrán que ser de chicle, para
que quepan los anuncios de todo lo que se va a celebrar.
Emplazamos a Manuel Rodríguez para que nos haga una de sus
estadísticas de actos, tan divertirías. Claro, como la Semana
Santa está en puertas, y casi enlaza con la Feria, que dura hasta
mayo, todo el mundo se apresura a celebrar ahora lo que después
ya no se puede. Si para el martes 8 no hay convocados trescientos
mil actos, no hay ninguno. Si para el jueves 10 no hay
cuatrocientas mil cosas anunciadas, es que no hay ninguna. El
ejemplo puede ser el martes. En Lima hay dos grandes escritores:
en la novela está la maestría Mario Vargas Llosa y en la
historia está el magisterio de Guillermo Lohmann Villena. Vargas
ha publicado una novela, "El paraíso en la otra
esquina"; Lohmann, un estudio en colaboración con Enriqueta
Vila, "Familia, linaje y negocios entre Sevilla y las
Indias". Y déjame que te cuente, limeña: con lo grande que
es el mundo, ¿saben ustedes dónde presentan sus libros los dos?
Pues en Sevilla los dos. ¿Y qué día? Pues el mismo día los
dos, el martes 8. ¿Y a qué hora? Pues Lohmann a las 7,30 en el
Alcázar, con el duque de Segorbe, y Vargas a las 8,30 en la Casa
de ABC, con su paisano Fernando Iwasaki. Qué puntería de mapa,
de almanaque y de reloj, señores limeños, en esta Sevilla
puntito colonial que también va siempre del puente a la alameda,
del puente de que no haya nada a la alameda de que haya siete mil
actos el mismo día a la misma hora.
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Sábado 5:
Alcalá se impone
Málaga o Valencia
se están hartando de dar lecciones a Sevilla de cómo avanzar
económica, social, cultural y tecnológicamente. Algo
perfectamente explicable: allí tienen alcalde (alcaldesa en el
caso de Valencia), y no un señor que ocupa un sillón sin que
nadie haya podido saber hasta ahora por qué ni para qué. Málaga
y Valencia tienen los alcaldes que se merecen y las perspectivas
de bienestar y prosperidad que sus respectivas sociedades, con
pulso e iniciativa, se trabajan. Aunque tampoco hay que ir tan
lejos como a Málaga o a Valencia para ver lo que es una ciudad
con modelo firme de futuro y con ganas de hacerlo realidad. A
contemplar lo que podía ser el futuro de Sevilla se puede ir
perfectamente en estos días en un autobús de la empresa Casal,
porque el modelo está en Alcalá de Guadaira. La muestra Alcalá
Expone es el modelo de todo lo que aquí no se impone. Imponente
el modelo que supone Alcalá Expone. Como en las ciudades europeas
más avanzadas, hasta han puesto en marcha un Alcalá Wireless, un
sistema de conexión a Internet sin hilos ni cables. En Alcalá
saben que la fibra óptica es ya una antigüedad, al ritmo que van
los tiempos, cuyo paso y compás han cogido perfectamente porque
allí hay liderazgo político. Ya quisiéramos los sevillanos que
el PSOE nos hubiera puesto de alcalde a Antonio Gutiérrez
Limones. ¿No podían hacer un intercambio de autoridades? Claro
que los alcalareños no han hecho nada para merecer esto que
tenemos en la capital. En vista de lo cual hay hasta quien está
dispuesto a empadronarse en Alcalá, no precisamente ciudad
dormitorio, sino bien despierta.
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Viernes 4: Se
buscan bomberos de Nueva York
El sevillano, como
nosotros mismos, tiene guasa. Tela de guasa. La clásica guasa de
la Ciudad de la Gracia. El sevillano ha leído lo que ayer
poníamos en este billete sobre la sensiblería pacifista que nos
espera en Semana Santa como la guerra no termine antes del Viernes
de Dolores. Y tras leer aquello, nos dice: "Si todo queda en
lo que dices, en las levantás por la paz y en las entradas en La
Campana sin música, con cornetas y tambores a la funerala, la
cosa tendrá un pase. Pero a la vista del éxito de crítica y
público que los bomberos de Nueva York tuvieron el año pasado
con Los Javieres, aquí puede ocurrir de todo. Habrá cofradías
que este año querrán ser más que Los Javieres. En este momento
tiene que haber media docena de hermanos mayores buscando algo
como los bomberos de Nueva York. Y ya verás cómo algo
encontrarán para que no se hable de otra cosa, y que los aplausos
que les den en La Campana se oigan hasta en el andamio del Bar
Laredo. Si Dios no lo remedia, aquí veremos en la presidencia de
un palio, con sus varas en la mano, a los de la Cruz Roja que
montaron el campamento para refugiados en Jordania, o a los
brigadistas sevillanos que fueron de escudos humanos a
Bagdad..." "O a Pimentel, que ha dimitido por eso de la
guerra", sugerimos nosotros. "No lo digas muy fuerte
--nos respondió el sevillano de la guasa--, que ya me estoy
viendo a Pimentel con esa vara en la mano, saludando a babor y
estribor en La Campana y recibiendo los aplausos de la gente.
Vivencias cofrades que les llaman..."
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Jueves 3:
Sensiblería pacifista a la vista
Como está mandado y
como marca la tabla del progresismo, de la modernidad y de la
leña al mono del PP, que está en la Moncloa y no se entera, a
una persona tan civilizada y tan atenta, tan comedida, equilibrada
y pacifica como don Jaime Raynaud, el candidato popular a la
alcaldía, le llamaron la otra noche "asesino" cuando
salía de un acto preelectoral en el hotel nuevo de La
Enramadilla. (Donde sus promotores, por cierto, perdieron la
ocasión del siglo para perpetuar la toponimia sevillana ya
perdida, porque podían haberlo llamado NH Las Carolinas.) Fíjese
usted: Raynaud, asesino, con esa cara de no haber roto un plato en
su vida, ni de niño en el Hotel Royal de la Plaza Nueva donde
nació y se crió... Pero esto se puede poner aún peor. Se
acercan tiempos terribles al coincidir la guerra con la Semana
Santa, y lo de llamar "asesino" a Raynaud es sólo un
heraldo de cuanto nos espera. Conociendo cómo se las gasta en
estas ocasiones el capilliteo sevillano, ¡menuda ola de
sensiblería pacifista nos espera en Semana Santa! Los conspicuos
cofrades les echarán la pata a los pacifistas profesionales,
ojalá nos equivoquemos. Será un "no a la guerra" en
versión semanasantera. Nos esperan decenas de primeras levantás
por la paz; oraciones por la paz a cofradía formada antes de la
salida; entradas en la Campana sin música como señal de luto por
las víctimas de la guerra; crespones negros en los palios por los
paisanos y militares muertos. Eso sin contar el oportunista y
sensiblero pasaje sobre la paz y la guerra que seguro larga el
tío del Pregón, que puede ser terrible, de llorar a moco
tendido.
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Miércoles 2: El
Bizco de Amate
A veces los nombres,
como las escopetas, los cargan los ángeles, y no el diablo. Te
dicen "Antonio Ortega" y dices: "Ojú". Pero
si te aclaran quién este Antonio Ortega, dejas de decir ojú.
Este Antonio Ortega es un aficionado al flamenco, que se ha tomado
el trabajo de recoger en un libro la tradición oral sevillana en
torno a la figura legendaria del Bizco de Amate, aquel cantaor de
los años del hambre que se buscaba la vida diciendo sus
fandanguillos de rebeldía y libertad por los estribos de los
tranvías, a cambio de unas perras gordas y unas moneditas de a
real. Antonio Ortega ha recopilado las letras que se recuerdan del
Bizco y ha puesto en pie su vida. Gracias a Ortega sabemos que El
Bizco se llamaba Enrique Guillén Cascacoja, que vivía en Amate,
en las chabolas de Villalatas, que la guerra civil le sorprendió
preso en Ranilla por rebeldía y que fue enrolado a la fuerza en
la carne de cañón de una bandera de la Legión, con la que
estuvo en el desconocido frente andaluz de Córdoba durante la
batalla de Peñarroya del final del conflicto, más ignorada y
cruenta aún. En la Sevilla de los 40 no todas eran amables
cigarreras del Pali pasando por la calle San Fernando, sino que
estaba esta otra cara, como una novela florentina de Vasco
Pratolini, de la Sevilla obrera y hambrienta de los fandangos del
Bizco. Dicen que Vallejo, ladrón de oído, le robó los cantes,
que ahora en el libro buscan a su verdadero autor. Gracias, pues,
a este Antonio Ortega, al que tras oír su nombre no tenemos que
decir ojú, sino ole. Ole por su libro sobre El Bizco. MAS
TEMAS DE FLAMENCO EN EL REDCUADRO Correo
electrónico del autor del libro, don Antonio Ortega, para
consultas sobre su contenido y sitios donde puede comprarse : [email protected]
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Martes 1: Frentes
y guerra
Cristina Hoyos
debía de estar allí probablemente como escudo humano. Me pega
muchísimo esto de Cristina Hoyos de brigadista. Como se entere
Matilde Coral, verás tú lo que va a tardar en ponerse también
de escudo humano. Porque por lo que le llevo oído a Sánchez
Monteseirín y a Manuel Chaves en la campaña electoral municipal,
la línea de frente de la guerra de Irak debe de estar,
aproximadamente, en el Tiro de Línea. Sevilla debe de estar en el
mismísimo frente de batalla. De modo que si te subes al Fondo Sur
del estadio de Ruiz, verás que las columnas aliadas avanzan con
sus blindados desde la Venta de Antequera, el frente sur. Sobre el
Parque del Alamillo han debido de caer los paracaidistas que han
abierto el frente norte. Y si no hay aquí cerco de Basora es
porque Basora suena a futbolista antiguo del Barcelona, aquí,
¿qué digo yo?, tenemos el cerco de Campanal o el cerco de
Vilariño. Pero guerra desde luego tiene que haber. Y gorda. De
otra forma no se explica que en la ciudad del perfil cívico
plano; en el barroco "horror vacui" donde los salvadores
del Salvador tienen que llenar el vacío de poder; en la Sevilla
donde se prima el plus de mediocridad y de falta de iniciativa; en
la ciudad paralizada económicamente, sin proyecto, sin norte, sin
rumbo, estos señores consideren que no hay problema más
importante que la guerra. ¿No sería mejor que declarasen la
guerra a la incompetencia, a la indiferencias, a la atonía, a la
desilusión colectiva, a este colectivo aquí me las den todas en
el que nos hemos instalado?
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