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Javier Arenas, virtuoso de ligar faena cuando se
enciende la luz roja del telediario a los oradores de los mítines |
Vamos a quitarnos las caretas, que no estamos en Carnaval, sino en
campaña electoral...
--- ¿Y no es lo mismo, Burgos?
Bueno, ahora que usted lo dice, viene a ser
chispa más o menos. Una mijita más caro, pero lo mismo. El uno va de socialista
progresista, y el otro va de centrista reformista y el de más a la izquierda va de las
bombas que tiran los fanfarrones, sí, ahora que usted lo dice, esto sí que es Carnaval.
A pesar de ello, vamos a quitarnos las caretas. No se crea usted ese embuste tan gordo que
dicen, que los mítines se celebran en Baracaldo, en Murcia, en Ciudad Real. De ninguna de
las maneras. Los mítines se celebran todos en el mismo sitio y a la misma hora, como en
la sevillana. Los mítines se celebran todos en el telediario de TVE-1 de las 9 de la
noche. Es más: los mítines se organizan exclusivamente para que los oradores, qué
señores más pesados, salgan en el telediario de las 9. Echan por delante grupos
musicales, candidatos teloneros, sueltan globos, reparten abanicos de propaganda. Todo
para hacer tiempo. Todo única y exclusivamente para que el señorito que sea, con la A,
Arenas, Aznar, Almunia, con la G, González, esté a la hora en punto que marca la
parrilla del telediario a las órdenes de la luz roja.
Esto de la luz roja es como la hoja roja de
los libritos de papel de fumar o de la novela de Delibes, pero al revés. En la tribuna
del orador del mitin televisado, la luz roja dice que entonces es cuando todo empieza. Que
están en directo. Que están en el aire, unos más que otros, claro, esto de estar en el
aire... Y empieza entonces la retórica más ridícula, por la dictadura de la luz roja.
Arenas, un poner, está hablando del precio del pimiento en la Rioja. Y cuando se enciende
la luz roja, sin que venga a cuento, como quiere largar la tela por la tele, sin que
aquello llegue ni pegue, deja a los asistentes desconcertados: "Y hablando del precio
del pimiento y con todos los respetos: el que no vale un pimiento es Almunia, ¿saben
ustedes lo que ha dicho esta mañana?"
El que hablaba de las 35 horas salta a
Kosovo sin lógica alguna. El que explicaba los logros de Bono, de golpe le pega un
zambombazo a Loyola de Palacio, que es de goma y no se entera. El público tampoco se
entera. El público de los mítines, al fin y al cabo, es una excusa, y además, como son
de los nuestros.... La que manda es la luz roja del telediario.
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