Diario El Mundo Pinche para tener información sobre el libro

El Recuadro

 Antonio Burgos

El Mundo, lunes 4 de enero de 1999


Fiesta en paz

El euro, visto por Idígoras y Pachi
El euro, visto por Idígoras y Pachi

Por unos días y sin que sirva de precedente, la Sierra Blanca de Marbella ha hecho honor a su nombre y no ha dejado por embustero a aquel anónimo de Antonio Machado que tan bien los nombres ponía: el que, verbigracia, sacó de pila a Sierra Morena. Con los papelillos y las serpentinas de la Nochevieja todavía por las calles es cuando de verdad hemos vivido las Navidades blancas. Más negra no pudo ser la Nochebuena. Las patrullas policiales no daban abasto a las broncas familiares. Por muy grande que sea Madrid, 900 broncas familiares hasta con intervención de la Policía demuestran que, como la primavera y el día de la madre, esto de la Navidad es mayormente cosa del Cortinglés. Dice el ángel anunciador que paz en la tierra a los hombres de buena voluntad y los referidos hombres de buena voluntad, las suegras de buena voluntad, los yernos de buena voluntad, los cuñados de buena voluntad de momento se ponen a darse bofetadas en el seno de la familia y hasta a ir a la cocina por cuchillos. No creo en el espíritu navideño. Lo veo tan falso como eso de la misa, cuando dice el cura "daos fraternalmente la paz". La abuela de mi mujer, la primera vez que tras el Concilio dieron la paz en la misa de Pueblonuevo del Terrible, cuando la vecina de banco le tendió la mano con la paz, muy digna, dijo:

-- Usted perdone, pero no nos han presentado y no la conozco a usted de nada...

Por eso me he reconciliado con la Nochevieja. ¿A que ve a ser la verdadera Navidad cristiana de paz? Esperaba encontrarme este fin de semana con un balance de sucesos parejo al de la Nochebuena, con 1.000 salidas de la Policía en Madrid por broncas familiares y por lo menos con 500 yernos lesionados por suegras de buenas voluntad en Barcelona. Pero ni una. ¿Se están perdiendo las buenas costumbres o es que en Nochevieja, de verdad, no hay broncas familiares? ¿No será la tradicional familia la causa de la ausencia de paz en la fiesta, y cuando la fiesta se celebra en la calle no hay broncas? Los jesuitas nos pintaban la Nochevieja como la fiesta pecadora del paganismo y la Nochebuena como la suma de todos los bienes sin mezcla de mal alguno. Es al revés. Resulta que el verdadero espíritu cristiano de la Nochebuena da balances de heridos como de Carnaval de Río y que, por el contrario, la máxima violencia de la paganísima Nochevieja se salda todo lo más con el asalto al guardarropas de un cotillón.

Encuentro que el verdadero espíritu cristiano, la fiesta en paz, está en la Nochevieja, y más este año, que celebrábamos encima la gloriosa festividad de San Euro, a quien el Papa canonizará de un momento a otro. Me pongo a hacer balance de violencia en la Nochevieja y sólo encuentro agresiones menores. Por ejemplo, la tradicional agresión al buen gusto por parte de Los Morancos, con dinero publico y en la televisión pública. O la tradicional agresión del centenario. Ileso García Lorca, este año el ataque centenario se perpetra contra Velázquez.


Pinche para conectar con El Mundo, edición íntegra en Internet
Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España.
 

Portada de "Reloj, no marques las horas"

¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


Volver al comienzo de esta página

Regresar a la pagina principal


 

Enviar correoCorreo

banderandalucia.gif (1172 bytes)