No
tengo, gracias a Dios, un solo disco de esta señora
puretona, Madonna, que dicen que canta y que desde
hace muchos años se me aparece como un anuncio de
corsetería, pues si no actúa en bragas y sostén es
porque va de corpiño y liguero. Creo que esta
americana de Michigan ha hecho películas, vídeos,
giras, conciertos y cosas, y que por ahí por los Nueva
Yores y los Londreses es la mar de conocida, y que se
harta de vender discos. Aseguran que 1.200.000
personas presenciaron su última gira, titulada
«Confesiones en la pista de baile», que ahora ha
sacado en un DVD, grabación que tiene tela marinera en
su más-difícil-todavía de buscar la notoriedad del
escándalo al precio que sea. Madonna, con tal de dar
que hablar y de vender discos, es capaz de matar a su
padre.
Y lo ha matado. En
un DVD que ya ha escandalizado a medio mundo,
Madonna mata literalmente al Padre de la Creación,
a Dios Hombre, burlándose de Él. La tía (porque
quien hace eso es una tiparraca) con tal de
vender, sale en la gira crucificada. Tal como
suena. Como Cristo. Pero en caro. A Cristo lo
crucificaron en un madero. Esta tía de los corsés
se crucifica en una cruz de diseño, de espejitos
de Swarovski, valorada en más de 700.000 euros. Y
por si fuera poca burla la de salir en la cruz,
saca una corona de espinas y se la pone, y canta
con ella.
- ¡Qué pedazo de
imitadora! Esta tía lo que hace es imitar a Carod
Rovira con la corona de espinas...
Sí, pero más
costeado. Carod Rovira, como es catalán, no se
gastó un duro en la corona de espinas para
burlarse de todos los creyentes. La cogió de una
tienda de camisetas en el barrio de Santa Cruz de
Jerusalén, se la plantificó junto a Maragall, se
hizo la foto e inmediatamente la devolvió, no le
fueran a cobrar algo, que la pela es la pela...
Pero la tía de los corsés se gasta un dineral en
burlarse del cristianismo, pues junto a la corona
saca seiscientos vestidos de Jean Paul Gaultier,
lleva a 106 personas en su elenco y necesita 24
camiones para transportar todo el material y
convertir el arte en escándalo y la blasfemia en
canción.
En más de una nación
y en más de dos quieren procesar a Madonna por
este escarnio con los sentimientos religiosos de
los demás. No sé si Madonna tiene previsto o no
venir a España. Mucho me temo que aquí pueda venir
sin el menor problema. Incluso puede que le den
algún homenaje que otro. Aquí, como queda dicho,
Carod Rovira hizo lo mismito que ella con su burla
de la corona de espinas dichosa, y no solamente no
pasó nada, sino que ahí tienen al tío (al que
Manuel Mantero llama El Carafoca), que a las
siguientes elecciones que se presentó, sacó muchos
más votos y, pista, que va el artista, de
vicepresidente de la Generalidad de Cataluña que
anda el gachó.
Lo que hace Madonna
cobrando tanto aquí lo hacen autoridades de la
Junta de Andalucía sin trincar un duro, gratis
total. ¿No es acaso más triste que retiren los
crucifijos de las escuelas a que los saquen
contrahechos de cristalitos carísimos de Swarovski?
Pues la Junta dice que se retiren los crucifijos
si protestan los padres de tres niños moritos que
haya en la escuela. Y No Passsa Nada. Porque, eso
sí, al pulpo, ni reñirle: a Mahoma, ni toserle. A
los musulmanes, ni tocarlos. Tanto escarnio al
cristianismo es ponerse una corona de espinas como
pagar con dinero público el solar para una
innecesaria mezquita en una tierra sociológica y
mayoritariamente católica, como la nuestra; o
exigir que a la Catedral de Córdoba entren los
moros a rezar lo suyo. Y No Passsa Nada, aunque el
almuédano, como pasó con la mezquita de los moros
ricos en Marbella, no deje dormir la siesta al
personal, en plan Guzmán el Bueno de la historia
verídica de Paco Gandía, cuando se sube a cantar
el jámala, jámala desde lo alto del minarete, y
ahora con las nuevas tecnologías de la megafonía.
Pero miren ustedes
cómo ni Carod Rovira ni Madonna se atrevieron a
ponerse una chilaba y a burlarse de Mahoma. Les
hubiera pasado como a Salman Rushdie. Los
católicos, encima, se la tragarán doblada, porque
lo políticamente correcto es la tolerancia, y para
que no les digan que son unos intrasigentes. Pero
mira cómo Madonna no tiene corsés de atreverse a
hacerse pis en la chilaba de Mahoma...