Galletas Cafhasa, la alegría de la casa, fábrica de harinas en la calle Antonio Susillo, en el solar de los Basilios. El carro de la nieve, que tenía pintada en negro sobre amarillo la palabra que nadie decía, "Hielo", tirado por un mulo y que iba vendiendo por las casas la barra entera, la mitad o un cuarto. Los famosos Niños del Carro de la Nieve: "Anda que tienes más niños que el carrolanieve..." Las cajas de madera de las botellas de cerveza de lL Cruz del Campo: el casco era retornable y si no lo llevabas al comprar, te cobraban una cantidad en depósito hasta su devolución. Los panaderos repartiendo el pan en los triciclos. Los chatarreros que iban en sus triciclos y pregonaban: "Cambio globos por botellas". El cariñoso mote de Padre Botella que dieron en El Tiro de Línea al Párroco González Abato, que recogía botellas para fines caritativos y cofradieros.
Las peleas de los soldados americanos de la base en Las Siete Puertas de la Europa o en el Sloopy Joes de la calle Asunción, y los jeeps de su Policía Militar llegando para separarlos a palos y llevárselos detenidos. Los cochazos de los americanos de la base aparcados en la calle Asunción o en Virgen del Valle. El bar Las Maravillas, en la esquina de Amor de Dios con la Alameda. Frente, el despacho de quinielas de Chispitas. El afilador, con su caramillo y su carrito, que hacía funcionar la muela con la fuerza de su propia pierna. El lañador que arreglaba toda clase de cacharros de barro, antes que tirarlos a la basura, pues estaban los tiempos muy escasos de todo. Las tapas de goma marca Continental que se ponían a los tacones de material gastados de los zapatos. Llevar al zapatero los zapatos nuevos para que les pusiera protectores de acero en las puntas y en los tacones, a fin de que durasen más.
En la calle Jesús del Gran Poder, la Congregación Mariana de Padre Lecaroz S.J., donde nos reuníamos las tardes de los jueves y sábados sólo varones para jugar al futbolin y al ping-pong y recibir alguna charla religiosa. En la misma calle, el colegio de Primaria de San Fernando, de los Hermanos Maristas, con su patio principal de columnas y pintadas las paredes de color sangre de toro, y donde se izaba por la mañana la bandera de España con todos los alumnos formados, y se arriaba por la tarde a la salida de clase de igual forma con los himnos patrióticos, "Cara al sol" y ·Montañas Nevadas", así como el Himno Marista.
Los niños de los Jesuitas cantando el himno de la Compañía, "Fundador sois, Ignacio, y general...",. En las Fiestas Rectorales del Tomatito. Los cinturones tuneados con monedas de níquel de 25 céntimos, las del agujerito en el centro que tenían el escudo de Falange. El escaparate con muñecos de peluche en confecciones infantiles Gallardo de La Alcaicería. "Para canciones las de Jorge Negrete y para muebles, Negrete." Las dos fuentes en forma de albercas rectangulares de la Alameda. Los dos racionalistas quioscos octogonales de la Plaza Nueva. La glorieta a modo de emparrado en el centro de la plaza del Cristo de Burgos. La estatua de Ceres o de la Abundancia, vulgo Encarnita, donde ahora se alzan Las Setas. Las pescaderías de Santa Catalina. Los calamares a la riojana y la salchicha frita al coñac del Bar Navarro en la calle General Polavieja. La ternera castellana de la Punta del Diamante, donde estraba de encargado Vicente, el que luego se estableció junto a la casa de El Pali, en Tomás de Ybarra . Los vendedores de corbatas que pululaban por las Cuatro Esquinas de San José y por los bares de la calle General Polavieja. La estraperlista de Chipiona que traía productos americanos de la base de Rota. Los vendedores de dulces, tortas o mariscos, impecablemente vestidos de blanco. Los que pregonaban estampas y medallas de la Virgen de los Reyes en la mañana del 15 de Agosto. La octava del Tránsito en el Pozo Santo con su monumental aderezo de flores contrahechas, y guirnaldas de jazmines frescos ensartados. El maravilloso compás de Santa Clara con monjas dentro y con el Museo Arqueológico Municipal junto a la Torre de Don Fadrique. (Redactado con recuerdos enviados por los lectores al correo: [email protected] )
ANTERIORES TEXTOS DE ESTA SERIE:
|