ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC,  24 de marzo de 2014                  La Semana Santa en El Recuadro
                                
 
La difícil Sevilla de Suárez
 
Sigo impresionado por el mensaje de condolencia del Rey por la muerte de quien, aparte de su jefe de Gobierno, fue su amigo. Ese es el Rey. Esa es la Monarquía. Esa es España. En esta nación donde tanto gusta ponerse medallas ajenas, el Rey le puso ayer las propias a Adolfo Suárez. Cierto que Suárez hizo la Transición. Pero no se olvide que al que llamaban "el motor del cambio" era a Su Majestad. Quien "de negro hasta los pies vestido", como Felipe IV en el soneto de Manuel Macho, tuvo la grandeza de apuntar en la hoja de servicios del amigo muerto los inmensos méritos propios del cambio de la dictadura a las libertades.

Adivino de dónde le venia a Suárez su amor a las libertades y su lealtad a la Corona que nos trajo la democracia. Le venía de Sevilla. Concretamente, de la Torre Norte de la Plaza de España, donde estaba el Gobierno Civil. Allí a comienzos de los años 60 estaba de gobernador un patriota excepcional, un liberal de los juanistas de Estoril, que a pesar de haber sido nombrado por Franco no se puso nunca la camisa azul, porque no pertenecía a la Falange: Hermengoldo Altozano Moraleda, que antes de su llegada a la política con el desembarco del Opus en el Gobierno de Franco era jurídico de la Armada. Que era lo que Suárez quería ser de mayor: jurídico de la Armada. Y se vino a vivir a Sevilla, me parece que incluso al propio Gobierno Civil, para preparar las oposiciones bajo la dirección de Altozano.

Suárez nunca fue jurídico de la Armada. Pero sí ganó junto a Altozano las oposiciones a hacer posible aquella España de libertades bajo la Monarquía Parlamentaria que soñaba Hermenegildo. Como soñábamos entonces unos pocos, que escuchamos una tarde de sus labios ese deseo para la Patria en una charla que nos dio a las juventudes juanistas del Circulo Balmes en los bajos de la Casa de Pilatos, presididos por un óleo (malísimo) del Conde de Barcelona en uniforme de almirante de la Armada. Cuando luego vi que Suárez llevaba a cabo la Reforma Política, me acordé de su maestro Altozano, precursor en Sevilla del afán de cambiar al Régimen desde dentro, sin traumas. Ese arte del birlibirloque, teniendo frente a la derecha de toda la vida, que no lo podía ver, y a socialistas y comunistas, que querían proclamar directamente la República, para mí que lo aprendió Suárez aquí, en la Plaza de España, de Altozano.

Ya en el poder, tuvo Suárez con Andalucía y con Sevilla unas extrañas y difíciles relaciones. Le puso a Sevilla el nombre de Clavero y de Añoveros, pero ni la comprendió ni la cuidó. Ahora todos son elogios, pero la derecha sevillana no le perdonó nunca que legalizara al PCE. Que no venga ahora el PP apropiándose de la figura del Libertador Suárez, porque el PP estaba entonces con Los Siete Magníficos de AP, los de un mitin absolutamente aterrador que dieron en el Cine Los Remedios. Y en cuanto a esa izquierda que ahora habla gloria bendita de Suárez, recuérdese que Alfonso Guerra, que acababa de salir de su Librería Antonio Machado junto al Arquillo de Mañara, lo más bonito le que decía era lo del "tahúr del Mississippi". Pues sí, tahúr, ¿passsa algo? Aquel cambio sólo lo podía hacer quien dominara el similiquitruqui para el haraquiri del Régimen. Es lo que hacía falta en España, y el Rey lo sabía: un tahúr de la democracia, que por arte de birlibirloque nos devolviera las difíciles libertades, entre la derecha que pensaba en Franco y la izquierda que pensaba en Marx. Otra cosa fue el error de Suárez con la autonomía de Andalucía, que acabó costándole el poder a manos del PSOE. Cuando ayer tarde dijeron por televisión que había muerto, me pareció escuchar la voz de 28-F de Lauren Postigo: "Andaluz, ésta si que es la muerte del que decía que éste no es tu referéndum"... Pero "está de cuerpo presente el mejor de los toreros" políticos y es una ordinariez recordar aquello. Que fue una ruptura andaluza del modelo adolfista de Estado que, a la postre, trajo esto que hay ahora y donde de verdad nos haría falta otro Suárez para meter a la descarriada España en vereda.

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