Que conste que la jangá de abandonar a su suerte y desalojar el Pabellón de la Marina no se la hace a Sevilla la Armada, sino Defensa, que es muy distinto. Defensa es un sitio donde unos paisanos juegan a los soldaditos con el carné del partido gobernante en la boca, dando los tíos órdenes incluso a tenientes generales y a almirantes. Tíos que a lo mejor ni hicieron la mili, modelo Narciso Serra, tienen en sus manos las decisiones sobre la política militar de España y la gobernación de sus gloriosos 3 Ejércitos, 3: Armada, Tierra y Aire, citados por orden de antigüedad. Los militares profesionales, los que tienen la castrense vocación de servir a la Patria, creo que ahora no sólo juran Bandera, sino que juran también Defensa. Un juramente que dice: "¿Juráis obedecer y tragar con las órdenes de Defensa dadas por unos paisanos que no tienen ni puta idea de nuestras gloriosas armas, y cumplir sin rechistar las mayores barbaridades, recortes, agravios y recochineos que estos gachós de Defensa puedan perpetrar contra las Fuerzas Armadas?". Y estos señores militares aman tanto a la Patria que juraron defender, y a la dignidad de su uniforme y su código de valores, que responden sin rechistar en el Juramento a los Mindundis de Defensa: "Sí, tragamos y nos la tragamos".

Estos tecnócratas que llevan las riendas de la Armada desde Madrid (y que no saben si proa es lo de delante o lo de atrás) han decidido cerrar para siempre la Comandancia Naval y que la Armada se vaya de Sevilla. Esa Sevilla donde se fundó la Marina de Castilla en 1248. ¡Toma del frasco! El edificio de la Comandancia está en perfecto estado de revista, como los militares saben mantener las cosas. Hay una dotación que está reforzada con marineros excedentes de los barcos, que voluntariamente piden venir de Comisión a Sevilla. La Armada mantiene un edificio que de otra manera estaría en ruinas. En Sevilla había tres autoridades militares: el general de Capitanía, el general de Tablada y el comandante de Marina. ¡Hasta siempre, Comandante! La Armada dejará a un solo representante: el mantenedor de la Torre del Oro, propiedad de la Marina, edificio por cierto que también entra en los planes de "desamortización" para pasar a manos civiles.

¿Y qué ha pasado ante este desprecio a Sevilla? Pues el No Passsa Nada. Ni el alcalde ha protestado, ni el PP, ni el PSOE, ni la Sevilla cultural, ni el Club Náutico siquiera. La supresión de la Comandancia Naval es como si quitaran Capitanía de la Plaza de España o Aviación vendiera Tablada para hacer pisos (que lo venderán). ¿Qué va a pasar con el edificio tan marinero de la Comandancia? Pues que lo desvalijarán los rumanos, como los cuarteles de Pineda, que ahí siguen, muertos de risa. Vamos, que lo único de la Armada que va a quedar en Sevilla va a ser el blanco uniforme de la Banda de las Tres Caidas... Ay, cuando la Armada tenía tanto paladar que cada Viernes Santo mandaba un dragaminas río arriba para que cuando pasara por el puente le rezara con sus focos la Salve Marinera a la Esperanza de Triana, Estrella de los mares y del Guadalquivir donde se fundó la Marina de Castilla....