ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC, 10 de junio de 2015                 
                                
 

La Casta ya no existe

Todo esto de los antisistema y demás chuflerío nacional a la greco-venezolana ha sido como la cita tan manoseada del dinosaurio de Augusto Monterroso, pero al revés: "Y cuando se despertó con unos resultados electorales que ni a soñar que se hubiera echado se hubiese imaginado, resulta que La Casta ya no estaba allí. Por lo que no le dio reparo alguno en pactar con ella para asegurarse no sólo la seguridad de pisar moqueta, sino de tocar pelo de poder." En otras palabras, lo que decía el otro tras la llegada de los socialistas al poder en 1982: "Lo malo no es lo granujas que son, sino lo pronto que han aprendido a serlo".

Así que, hijos míos que ya empezáis a copar los ayuntamientos y las comunidades autónomas gracias al pacto con el PSOE y cumpliendo la consigna nacional de "Echar al PP": ¿es que acaso La Casta ha dejado de existir de la noche a la mañana, tal como se extinguieron los dinosaurios, por volver a la cita conocidísima de Monterroso con cuya vuelta como un calcetín (con zancajos morales importantes) arrancaba este artículo?

Ustedes quizá, hijos míos que pronto seréis alcaldes, tenientes de alcalde, concejales y delegado municipales, cuando no consejeros autonómicos, y que apaleareis los miles de millones de dinero público (que no es de nadie) como el otro tenía euros como para asar una vaca... Ustedes, decía, quizá no lo recuerden ya, porque no os interesa tener memoria y porque en esta España no hay nada más rentable que la amnesia en beneficio propio. ¿Pero cuando la indignación autoconvocada y cuando las acampadas en la Puerta del Sol no habíamos quedado en que "PSOE y PP la misma mierda es"? Por lo visto, no. El PP de la Gürtel y de Bárcenas, en efecto, sí debe de seguir siendo una mierda como un castoreño, que tiene que retirar cuanto antes el servicio de recogida de residuos sólidos urbanos. Pero el PSOE, por lo visto, o sea, el Partido de los ERE, el Partido de los Fondos de Formación, el Partido de Filesa y Malesa, el Partido de sus ex ministros en la cárcel de Guadalajara, el Partido de Chaves y Griñán imputados, el Partido que se gastaba en cocaína y putas el dinero de los parados, cuando no en langostinos y en fiestas en la Feria de Sevilla... Ese partido, os decía, mis queridos hijos que ibais a cambiar el mundo y a tumbar el sistema, ese PSOE ya socio de vuestras firmas de acuerdos y pactos de gobierno, no es la misma mierda que el PP. ¿Una mierda distinta, acaso, de distinta defecación y de otro usuario de la taza turca de la política? No, el PSOE ya no es una mierda. Mierdas, mierdas, lo que se dice mierda, ya sólo somos los que nos arriesgamos a hacer estas consideraciones éticas en una España que ya sabemos que no tenía vergüenza, pero que ahora descubrimos también que no tiene memoria. Porque no le interesa tenerla.

Así que colijo de todo lo meditado que La Casta ya no existe. En el momento en que pactas con ella, en ese mismo instante, deja de ser Casta para convertirse en transparencia, en necesidad de cambio, en tiempo nuevo... ¡Y en un carajo! Un carajo de mar, naturalmente, de mi Caleta gaditana.

Ya no hay casta ni en los toros. Parece que hasta a los criadores de reses bravas se lo han dicho; de ahí que embarquen encierros descastados. Me he pasado todo San Isidro oyendo las retransmisiones de Manolo Molés, quejándose de la falta de casta en el ganado que saltaba al ruedo. De modo que ni en la Fiesta Nacional (que durará menos que un chupachú en la puerta de un colegio en muchos ayuntamientos podémicos) queda ya casta. Sólo me queda la esperanza de que la voz no desaparezca en la Semana Santa de Sevilla, cuando los capataces de los pasos, para animar a sus cuadrillas de costaleros, les arenguen como siempre: "¡Vamos a echarle casta!" Todo lo contrario de cuanto va a ocurrir, ay, en la política patria. Seguro que las arengas de los pactantes a cualquier precio con el PSOE y con quien haga falta para coger poder será decirles a los suyos: "¿A que le miento todas sus castas todas a quien me recuerde lo que decíamos hasta ayer por la mañana contra La Casta con la que nos ha ido tan bien pactando?"

 

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