Esta temporada se llevan mucho las fobias. Inventarse palabras que acaben en "fobia" para quedar como los ángeles de progresista y de moderno. Verbigracia: transfobia. Que no sé si es horror a los transatlánticos o a las transfusiones de sangre, aunque me parece que van por otro lado. ¿Será por denunciar fobias? Por eso yo quiero denunciar la mía particular, que he encontrado en Sevilla y en el Parque del famoso poema de Juan Antonio Cavestany (Sevilla, 1861-Madrid 1924): "Escuche usté amigo,/ ¿usté ha estao en Sevilla?/¿Ha visto usté el Parque de María Luisa?/ ¿Que no lo conoce?/ ¿Que no ha estao usté allí? /¡Pos usté no sabe/ lo que es un jardín!/¡No señó,/ no lo sabe usté,/ se lo digo yo!".

Y les añado sobre los versos de Cavestany que los sevillanos hemos estado en el Parque, pero no lo conocemos. Al menos por los nombres de sus avenidas y glorietas. Si yo le pregunto dónde está en el Parque la avenida de Hernán Cortés, la calle de Pizarro o la avenida del Conde de Colombí, del encogimiento de hombros que pega usted puede coger una lesión en las cervicales de tener que salir corriendo para el Doctor Trujillo. El Parque lo conocemos a bulto: el Gurugú, la isleta de los Patos, la Plaza de las Palomas y así. Por eso si yo le digo ahora que el Ayuntamiento ha vuelto a demostrar su alberofobia en la avenida de Isabel la Católica es como si hablara en chino. No, en chino, no: porque seguramente el chino de los veinte duros sí sabe dónde está la avenida de Isabel la Católica, como si fueran bombillas de bajo consumo, y te dice con su voz de contestador automático:

-- ¡Telcela izquielda, aliba, al fondo!

Pues no, señor: la avenida de Isabel la Católica, está... ¿Usted sabe por dónde entra La Paz al Parque el Domingo de Ramos, no? Bueno, pues desde esa glorieta del Colegio España, que es la de Covadonga, hasta La Raza, todo eso es la Avenida de Isabel la Católica. Justo la que pasa por delante de la Plazaspaña. Esa. Esa avenida tenía sus maravillosas aceras terrizas recubiertas de albero, que es la alfombra de la Real Fábrica de Alcalá que cada primavera extiende Sevilla sobre sus plazas y plazoletas... ¿No habla la canción del color especial de Sevilla? Yo creo que va por el albero que daba luminosidad a las plazas cuando Sevilla lo estrenaba cada Domingo de Ramos, y así tenía manos para apresar el cielo Azul Carretería. Pero el Ayuntamiento le ha cogido manía al albero y todos los espacios donde tenía su gloria cromática los ha convertido en "plazas duras". Llamadas así porque hacen juego con el rostro de los gobernantes que mandan hacerlas. Ya saben qué es una plaza dura: una plazoleta sevillana de albero y seto de arrayán de toda la vida que la levantan y le ponen el suelo ora de losetones de cemento, ora de falsas losas de Tarifa, que no son ni de tarifa plana: son tan gallegas como quebradizas.

El Ayuntamiento ha presentado como un triunfo que han quitado las aceras de albero en la avenida de Isabel la Católica y las han puesto tóas enlosás. ¡Adiós, albero nuevo en los zapatos viendo La Paz por el Parque, como un certificado de la llegada de la primavera! ¿Tanto cuesta renovar el albero? Es como la cal de las fachadas de los pueblos, muerta a manos de la pintura plástica... Y ojalá quede la alberofobia en esta avenida del Parque. Me estoy temiendo que a este paso enlosan las aceras de la Feria. Y en la plaza de los toros, porque está ahí vigilante su dueña, la Real Maestranza, pero seguro que a más de uno le pedía el cuerpo quitar el albero del pisoplaza y poner, ¿qué digo yo?, césped artificial mismo, que es más baratito mantenerlo... Así que el tópico "albero maestrante" referido a las plazas de Sevilla y a los paseos del Parque pasará pronto al baúl de los recuerdos de lo que fue Sevilla. Baúl que con esta progresiva degradación de la ciudad está ya tan lleno que no nos cabe en el cuarto trastero de la nostalgia.

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