ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 4 de julio de 2016               
                             
 

Desconocido Pilatos

Veo con alegría que el ABC de ayer domingo se abre de capa en su portada con una foto del Salón del Pretorio de la Casa de Pilatos, donde el Duque de Segorbe señala sus artesonados y lanza la iniciativa, que suscribo, de que el monumento sea declarado como Patrimonio de la Humanidad. Ya era hora. Ya era hora que en Sevilla se le hiciera justicia a este defensor del patrimonio artístico, que salvó al verdadero barrio de la Judería, la collación de San Bartolomé, mediante la creación de Pro-Sevilla, en la que se dedicó a comprar casas abocadas al derribo y la especulación para conservarlas en toda su pureza. Siempre recomiendo a los visitantes que si quieren ver la verdadera Judería, no vayan al Barrio de Santa Cruz, que es el pastiche que en vísperas de la Exposición de 1929 se inventaron entre el marqués de Vega Inclán y Santiago Montoto. La Plaza de Santa Cruz mismo es un pastiche, con la Cruz de la Cerrajería que forjaron herreros almonteños y que estaba donde debía estar: en el cruce de Sierpes con la Cerrajería, que por eso la cruz recibe este nombre. La verdadera Judería, la auténtica, la no adulterada ni degradada por el turismo de velador, chancla, camiseta, paella y sangría es la de San Bartolomé. La que el Duque de Segorbe, con Pro Sevilla, salvó exponiendo su dinero, por lo que la ciudad le pagó con su habitual moneda de oro: nada. Ab-so-lu-ta-men-te nada. Al revés: aún le sigue impidiendo Urbanismo que continúe poniendo aquello más de dulce todavía con Las Casas de la Judería, y me lo traen frito a multas por no hacer, por ejemplo, un secadero de tabaco como el que han plantado entre la Torre de la Plata y la Casa de la Moneda.

Por si esto fuera poco, Segorbe, apoyado por su maestro Santiago Amón, creó Adelpha, que era como Adepa ahora, pero en la Transición. Activa asociación que salvó, entre otros bienes culturales, los jardines del Valle y el Cuartel del Carmen en la calle Baños. Segorbe predicó en el desierto afirmando que lo más progresista era lo más conservador, y logró que Pérez Escolano, ya en el Ayuntamiento democrático de Luis Uruñuela, derogara el malhadado PRICA y detuviera la destrucción de la ciudad... que a la postre terminaron cargándosela "de cara al 92". No, si al 92 se le echó aquí una cara...

El espléndido reportaje de Aurora Flórez descubre la obra más importante de mi amigo (sí, tengo el honor de ser su amigo, ¿passssa algo?) Don Ignacio Medina y Fernández de Córdoba, antiguo compañero de los Jesuitas. Esta obra es Pilatos. Como el "Hércules me fundó" de los versillos con la Historia de Sevilla en la Puerta Jerez, yo pondría en Pilatos otros que dijeran, haciendo también hablar a la Casa: "Aquel Marqués de Tarifa/que vino de Tierra Santa/me hizo renacentista,/pero de brillo me saca/y devuelve mi grandeza/un duque al que en esta plaza/por cuestiones de la envidia/le niegan el pan y el agua". En cualquier otra parte, Segorbe tendría ya la Medalla de Andalucía, la Medalla de Sevilla y la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. Aquí sólo la Real Academia Sevillana de Buenas Letras le ha dado su sitio. Claro, como no sale en el "!Hola!" (ni Dios lo "premita"), ni pinta la mona, ni es un chuflón de retrato diario en los periódicos... Y los que conocen su labor, ¡leña al mono, por envidia! ¿Cuánto ahorran al Estado los ganaderos de bravo que mantienen de su bolsillo miles y miles de hectáreas de dehesa en toda su pureza ecológica? ¿Cuánto ahorra al Estado este Duque de Segorbe que mantiene de dulce el más importante monumento privado de Sevilla, sin que la cueste un duro a las arcas públicas? Para muchos, la Casa de Pilatos no existe, porque odian a su preservador y engrandecedor que, encima, es duque el tío. Como que los aurigas de los coches de caballos que pasan por allí les dicen a los turistas, señalando el látigo:

-- Y esta es la Casa de la Pilatos. Se llama así porque se la hizo Pilatos para venir todos los años a ver la Semana Santa...

¡Anda que no le gustaba ná ni ná a Pilatos un buen Senatus! Como le gusta a Sevilla ignorar a quien mantiene de su bolsillo el mejor palacio mudéjar de Europa y tiene todos los días que saber hacerse perdonar su obra en esta ciudad que tantos honores concede a los chuflones pintamonas.

 

CorreoSi quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico  Correo  

         
 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio