ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC,  20 de octubre de 2016
                             
 
Se fueron los fríos

 Si les hablaba de la belleza de luz del otoño en la ciudad, la estación en que Sevilla está más guapa como Vieja Dama que es, tiene otra ventaja esta época del año, la que va de la Virgen del Pilar al San Andrés del mosto del Aljarafe, maravilla que nunca se ha elogiado lo suficiente, cosa que me apresuro a hacer: es cuando se van los fríos. Y no es que me haya vuelto loco, ni que me haya hecho con la dicha del termómetro un lío, ni que ande majarón mi almanaque. Me refiero a los fríos más traicioneros de Sevilla.

-- Pero en Matacanónigos ahora es cuando empieza a hacer tela de rasca, don Antonio, no nos confunda usted...

Esos son los fríos conocidos y naturales. Fríos que, al contrario que los capillitones largando contra el pregonero, querido Alberto García Reyes, dan la cara. Tan poco sevillano es el frío meteorológico natural del invierno, que da la cara, que no cobardea disimulando y con ojana, cual suele ser la norma en la ciudad que alardea de Heroica en sus títulos, cuando es la más miedosa y chaquetera del orbe católico.

Los fríos que se han ido son los sevillanísimos y peligrosísimos fríos de los aires acondicionados. Los fríos que se han ido son los del Matacanónigos interior de la costumbre de poner el aire acondicionado a tope en los comercios, en los restaurantes, en los bares. Esto de poner el aire frío al máximo antes sólo ocurría en Estados Unidos, pero también hemos copiado aquí eso de los americanos. Estoy completamente convencido de que donde hace más frío del mundo no es el Laponia o en Alaska en enero, sino en el Cortinglés en agosto. Ó en ese restaurante donde el dueño quiere presumir de lo que se ha gastado en aire acondicionado. Tú entras en mangas de camisa y es que te hielas de frío. Y le dices al metre:

-- ¿Pueden poner el aire más flojito, por favor, que hace tela de rasca y nos estamos helando?

-- No, mire usted, no podemos porque esto tiene un control central que no puede regularse por cada parte y en la barra lo quieren frío...

Y coges la pulmonía en pleno mes de agosto, ¡vamos que si la coges! Yo he cogido neumonías gordas en mayo, "cuando las grandes calores", que decía el romance, y cuando en Sevilla empiezan a poner a tope los puñeteros aires acondicionados. Vas a cuerpo gentil y te encuentras con que no te metes en un restaurante, sino en Baqueira Beret sin esquíes. En Sevilla, en agosto, puede hacer muy bien 40 o 42 grados en la calle. Desde la que entras directamente a la leña del aire acondicionado, por ejemplo a la cafetería del Cortinglés, que está en el mejor de los casos a 22 o 24 grados. ¿Qué ocurre? Pues que en menos de unos minutos el regulador térmico de tu cuerpo serrano tiene que adaptarse de golpe a 18 o 20 grados menos. Eso no puede ser bueno para la salud, ¿verdad, Celso Pareja Obregón? En el Sagrado Corazón estaréis hartos de atender pulmonías dobles en agosto causadas por el jodido aire acondicionado, ¿no, querida María García Corona? (Yo, por si las moscas, voy por Sevilla en pleno verano con una chaquetilla al brazo, para ponérmela cuando entro a algún sitio con aire acondicionado...).

Por eso me encantan que vengan estos primeros fríos. Primeros fríos en la calle. Que significan que ya estamos padeciendo los últimos fríos artificiales de los interiores que presumen de aire acondicionado a costa de la bronquitis o el enfriamiento de los clientes. Ahora ya se sabe que el frío está donde tiene que estar: en Matacanónigos, en las humedades del barrio del Arenal. Y digo yo: hijos míos, de todo el dinero que os gastáis en el verano con el espantoso aire acondicionado fortísimo, ¿por qué no guardáis un poquito para poner calefacción en el invierno? Porque en Sevilla, y esta es otra, "como no hace frío", la calefacción es un bien tan escaso como la vergüenza en ese político en el que usted está pensando...

CorreoSi quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico  Correo  

         
 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio