ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 28 de enero de 2017
                               
 

Riadas y Cartuja

Por enterarme tarde sentí no poder asistir en el Real Círculo de Labradores al homenaje que el Curso de Temas Sevillanos que dirige y anima mi querida, admirada y carretera errata don Antonio Bustos tributaba al hombre que salvó a Sevilla de las riadas. ¿A que parece el título de una novela, querido José F. Machuca, esto de "El hombre que salvó a Sevilla de las riadas"? Pues sí, la salvó y, además, como cominito, le creó la desde entonces llamada Isla de la Cartuja; sin la que no hubieran sido posibles ni la Exposición de 1992 ni la expansión y puesta al día de las infraestructuras de la ciudad que el certamen supuso, con la porrada de millones que el Gobierno (de Felipe González, todo hay que decirlo en justicia) invirtió aquí, y de cuyos beneficios aún nos estamos lucrando y de cuyas rentas, sobre todo en lo turístico, venimos viviendo y tirando y óle.

Este hombre que salvó a Sevilla de las riadas es un ingeniero de Caminos: don Mariano Palancar Penella, que a sus 92 años tiene su cabeza de bien que ya la quisiéramos usted y yo, y que recibió el justo homenaje del Curso de Temas Sevillanos, por haberle echado el chirrín, chirrán al Guadalquivir desbordado y salido de madre, que casi todos los años se le entraba a Sevilla por las puertas, empezando por la de La Barqueta y acabando por la Puerta Jerez. Se contó en el homenaje a Palancar algo que me recordó al Santo Entierro. Verán. Antes se decía, en una de las muchas leyendas falsas sevillanas, que el Santo Entierro Grande salía "de siete en siete años". No era así. Lo que se salía "de siete en siete años" era el Guadalquivir de madre, en cuanto venía un temporal medio buenecito, y se arriaba la Alameda, y se arriba todo el Paseo Colón, y el agua llegaba a la Puerta Jerez. Y los husillos, en vez de tragar agua, echaban géiseres y niágaras, por la teoría de los vasos comunicantes, anegando los lugares más insospechados. Sevilla padecía 15 inundaciones cada siglo; o sea, una cada 7 años. Muchos llegamos a conocer esta Sevilla, la de la foto del Padre González Ruiz diciendo misa en la puerta de la iglesia de La O, con los fieles con el agua por las rodillas o subidos encima de una de las galeras de mulas que transportaban las mercancías descargadas en el muelle.

Pues bien con esta amenaza sempiterna terminó el ingeniero don Mariano Palancar Penella, nieto del Maestro Penella (el de «El Gato Montés» y «Suspiros de España», el que llevó a América a Conchita Piquer) y primo de la actriz Emma Penella. Palancar, nacido en 1924, llegó a Sevilla en 1968, con 44 años, como director de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, cuando en los ríos mandaban los técnicos y no los paniaguados de los partidos. Reciente entonces la riada trágica del Tamarguillo, Palancar se empeñó en defender a Sevilla del río. Y lo consiguió. Suyo es el proyecto de la Corta de La Cartuja, que supuso el desvío del Guadalquivir desde San Jerónimo y permitió además la desaparición del tapón de Chapina y la recuperación de 400 hectáreas que dejaron de ser inundables, donde luego se asentaría la Expo. No sin fatiguitas e incomprensiones, Palancar convenció a los políticos de su proyecto, que ahí está hecho gozosa realidad. Sevilla no se ha vuelto a arriar desde entonces, y eso que el Guadalquivir sigue llegando con sus malas ideítas cada invierno. La ciudad, salvo algún premio aislado, no le ha reconocido su mérito a Palancar, madrileño de origen y sevillano de adopción, que dedicó su vida al río en los 16 años que fue director de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, impulsando además los pantanos de Aracena, Zufre y Melonares para todo lo contrario: para acabar con las restricciones de agua en las sequías. Y por si fuera poco esto, el cominito que decía arriba: la Isla de la Cartuja de la Expo, resultado de su gran obra de alejar al río de la ciudad. Igual que Pilatos por poco nos deja el hideputa sin Semana Santa, si no llega a ser por Mariano Palancar, nos quedamos sin Expo.

 

CorreoSi quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico  Correo  

         
 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio