ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 25 de abril de 2017
                               
 

Marchoserías

Como "Churumbelerías" de Cebrián. Me perdonarán Lorena Muñoz y Andrés Amorós si me meto en sus terrenos, piso la segunda raya y me voy a los medios con un artículo de taurina materia. Como digo que lo sencillo es escribir de cofradías en Cuaresma, que cuando tiene mérito es en pleno agosto, afirmo que está tirado hacerlo sobre los triunfadores de una corrida, un estoconazo o un encierro bravísimo. Lo insólito es hacerlo sobre un banderillero. Y, además, un tercero, que a lo mejor ni va fijo en la cuadrilla, sino "suelto". Y algo así, quizá a deshora y tarde, es lo que comentar quiero sobre la corrida de Fuente Ymbro (que me han dicho que ahora sigue siendo cosa de muebles, pero ya de Ikea) del domingo en la plaza del Arenal. Curioso festejo. Dicen los papeles que fue "la primera de Feria". Esto es lo más grande del mundo, y apúntelo usted no en los duales, sino en las incoherencias incomprensibles de Sevilla, Micer Paco Robles. Así que "la primera de Feria" se celebra cuando aún falta más de una semana para el Alumbrado. Antes había corridas "con farolillos" y "sin farolillos". Mi admirado Ramón Valencia inventó el domingo los festejos no sólo "sin farolillos", sino sin siquiera el camión de la Cruzcampo repartiendo mostradores de propaganda por las casetas. Y algo más que descubrí el domingo. ¿Saben cuál es la mejor música de la plaza de los toros? ¿La de Tejera? No, padre: la de los vencejos del Arenal que bajan a torear cuando han arrastrado el tercer toro. El Silencio de la plaza es más de Madre y Maestra gracias a los vencejos, cuyo vuelo también está en la partitura del saber callar y del "vamos a escuchar" de Sevilla.

Y vamos al asunto que me mueve este artículo, donde me meto en contramano con Lorena y con Andrés, que como venga un municipal seguro que me multa. Más que los estoconazos del saltereño Cid o del hidrocálido Adame, me quedo de la corrida del domingo con el garbo y los andares toreros de un banderillero. Del tercero de la cuadrilla del novohispano Joselito Adame. ¡Cómo fue andando ese hombre hacia la cara del toro, con qué torería, en los dos únicos fuenteymbros que banderilleó? ¡Cómo fue ganando terreno para arrimarse, andando de perfil, como en el anverso de una moneda antigua que sólo puede cambiar el que la tiene, que no es otra que la torería! ¡Cómo llevaba los palos abajo, para subirlos en el momento justo del embroque, de asomarse al balcón como el que va a cantar una saeta, con el mismo arte! ¿Saben a quién me recordó? A otros de por ahí, al difunto Manolo Montiliú, que a ver si el 1º de mayo, en la corrida de Daniel Ruiz, nos acordamos que hace 25 años de su muerte tras aquel cornalón seco frente al tendido 7, y tras el paseo guardamos un minuto de silencio en su memoria. A Montoliú le sonaba Fernando Sánchez a los aficionados de por ahí, pero a los de aquí nos recordó... ¿A quién va a ser? A Julio Pérez Vito, que se murió el gran torero y mejor rehiletero con la pena de que este Ayuntamiento cobardón de la que Monteseirín declaró Ciudad Taurina, por temor a los animalistas, le diera su premio de Tauromaquia a un pintamonas de por ahí en vez de a uno de Camas tan artista, decano de los matadores de toros. Así, con esa torería del Vito, con ese garbo, con esa marchosería, vi andar el domingo en la cara del toro a Fernando Sánchez. Y me emocionó tanto que, ya ven, hasta le dedico un artículo metiéndome donde no me llaman, en el resbaladizo pisoplaza del toreo. He dicho "marchosería". Y a ver si igual que la Memoria Histórica, aplicamos la Memoria Geográfica, y la Real Academia depura el Diccionario y le quita a esta voz, tan torera, el carácter peyorativo que le pone en el DRAE a tantas palabras andaluzas. Dicen los académicos sobre "marchoso": "And. Dicho de una persona: Que en su porte y andares muestra gallardía, generalmente con plebeya afectación". ¿Plebeya afectación? ¡Arte, joé! Se ve que los académicos ni son aficionados ni han visto andar en la cara del toro a Fernando Sánchez, el tercero de la cuadrilla de Joselito Adame.

 

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