Esta Sevilla nuestra de nuestros pecados es lo más contradictorio que se despacha en la Cristiandad. No creo que haya ciudad que desprecie tanto a su Santo Patrón, aunque tenga el lujo de que sea, además, santo: ni Pamplona a San Fermín, a pesar de Bildu. Y algo ahora tan políticamente incorrecto como reconquistador de nuestra tierra a la morisma. Sin querer poner comparaciones, siempre ofensivas para alguien, aquí se le tiene más devoción a cualquier santo de los del atrio de la iglesia de la hermandad del Silencio, a San Cayetano y ni te cuento a San Judas Tadeo, que al Santo Rey conquistador y Patrón de Sevilla.
Perdonen que les despache cuarto y mitad de castellano antiguo, pues en esa lengua está redactado, junto a las otras de la pregonada ciudad de la tolerancia, el epitafio de su tumba, vulgo Urna, de la Capilla Real. Sí, hasta en tiempos de dictaduras había una urna en la Capilla Real. Urna donde la Historia ejercía el derecho del sufragio universal de los siglos, que dijo un pensador tradicionalista sobre las razones de la española Monarquía. En ese epitafio del Santo Rey, pone: "Qui iaze el Rey muy ondrado don Fernando, sennor de Castiella e de Toledo, de Leon, de Gallizia, de Sevilla, de Cordovam de Murçia, de Ihaen, el que conquiso toda Espanna, el mas leal e el mas verdadero e el mas franco e el mas esforçado e el mas apvesto e el mas granado e el mas sofrido e el mas omyldoso e el qve mas temie a Dios e el qve mas le fazie servicio, el qve quebranto e destruyo a todos sus enemigos e el qve alço e ondro a todos sus amigos, e conqvisto la çibdad de Sevilla qve es cabeça de toda Espanna."
Por si no lo han entendido y andan chungalés en español medieval, lo pongo en traducción simultánea, para que valoren mejor las grandezas de esa "laudatio" funeraria de Fernando III: "Aquí yace el Rey muy honrado Don Fernando, Señor de Castilla y de Toledo y de León y de Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, el que conquistó toda España, el más leal, el más verdadero, el más franco, el más esforzado, el más apuesto, el más granado, el más sufrido, el más humilde, el que más temíe a Dios, el que más le hizo servicio, el que quebrantó y destruyó a todos sus enemigos, el que alzó y honró a todos sus amigos y conquistó la ciudad de Sevilla, que es cabeza de toda España".
Nada más que proclamar que Sevilla "es cabeza de toda España" debería llenarnos de orgullo por el Patrón que tenemos y celebrar con grandes fiestas el día en que la Iglesia señala su fiesta, que es la fecha en que murió en 1252, el 30 de mayo, en esta ciudad que acabó conquistando a su conquistador. Quien fue el primero que dijo aquello de: "En Sevilla hay que morir".
Pues bien, esos títulos del epitafio de San Fernando en su urna de la Capilla Real hay que ponerlos al día. Hay que reescribirlos según la política municipal al uso. Y deben decir, en castellano antiguo, que les moverá más a la guasa y al cachondeíto fino nuestro de aquí: "Qui iaze el Rey muy olvidado e dado por saco Don Fernando, Rey conqueridor de Seuilla a la aliança de civilizacionnes, el más puteado por el Ayuntamiento, e el más dexado de lado por la devoción de los seuillanos, e el más azacaneado en la celebración del día de la su fiesta, que unos annos es festiua e cierran los commercios, e otros, por municipal conveniençia, non lo es, pues úsase de commodín para la folganza sin trabaxo en la Feria, e para fazer calendarios puentes do vengan los madrilennos a dexarse sus caudales, e para complacençia de los cavalleros veinticuatro a los que las cosas de Dios e más las de sus santos conqueridores, tráenles sin cuidado. E tráenmelo al pobre de Don Fernando como a hetaira por rastroxo con la su fiesta, ora sí la fazemos, hogaño non, porque non le sale de los sus democráticos coxones al que de nombre lleva la misma que Don Fernando blandiera en su sancta mano para conquistar Sevilla. La Lobera con la que conquiso Sevilla e sacan en procesion el día de San Clamente, la embota Espadas cuando conviniere al municipal calendario de fiestas e jolgorios e folganzas".
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