Anda que el título de la plagiada y copieteada tesis doctoral de Sánchez es como para llevársela al Ave y leerla para que se le haga a uno más corto el viaje a ese Madrid donde "okupa" La Moncloa sin pasar por las urnas, y al que habría que gritarle con música del campo del Betis:
-- ¡Sánchez, vete ya, Sánchez vete ya! ¡Sánchez, vete ya!
La tesis plagiada con el corta-y-pega de estas maravillas de los procesadores de texto tiene un título ideal para que, si anda uno desvelado y no coge el sueño, tomarla, ponerse a leerla y a la tercera página estás ya estroncaíto: "Innovaciones de la Diplomacia económica española. Análisis del Sector Público (2002-2012)".
-- ¿Usted sabe si puedo pedirla por Amazon, porque estoy cogiendo estas noches muy malamente el sueño?
No puede pedirla en ningún lado, porque estos trapos sucios del Guapo que preside el Gobierno Bonito están más que guardados, chirrín, chirrán, en esa Universidad de la Señorita Pepis, la Camilo José Cela, prima hermana a estos efectos de la Juan Carlos I, donde pasas por la puerta y o bien te regalan un máster "low cost" o bien te confieren el grado de doctor.
--- Doctor Sánchez: ¿lo suyo y lo de España es grave?
Pues sí que es grave. Que lo descubran a uno como plagiario no lo salva ni la famosa frase de don Eugenio d´Ors: "Lo que no es tradición es plagio". Hay que cambiarla referida a los políticos españoles del PSOE y al PP, virtuosos de máster y tesis: "Lo que no es plagio de tesis doctoral es máster por la cara". Pero siendo de presentar la dimisión y convocar las elecciones que prometió tras echar a Rajoy que lo hayan pillado "con el carrito del helado" (como se dice en tertulianés), vengo observando otros plagios mucho más graves y peligrosos de Sánchez, de los que nadie habla y todos sufrimos. El peor plagio de Sánchez no es esa tesis copiada que duerme hasta a las ovejas de Norit el Borreguito. El peor plagio es todo lo que le está copiando a Zapatero en su acción iba a decir de Gobierno, pero ni esto es Gobierno ni esto es ná; esto es lo menos que se despacha en Gobierno. Esto es una máquina de meter la pata para rectificar inmediatamente. Como las bombas que tiran los fanfarrones de las corbetas de Navantia. Como en materia de Memoria Histórica está pegando el segundo puyazo en el mismísimo agujero de la primera vara. O cómo le importa un bledo gastar, gastar y gastar, y que le den por saco a las normas de la Unión Europea sobre el déficit público. O cómo le ha plagiado a Zapatero su famoso "papeles para todos" con la demagogia de la importación de inmigrantes ilegales desde los mismísimos chirlos mirlos malteses, a bordo del "Aquarius". Le ha plagiado a Zapatero el buenismo y la bajada de pantalones ante los catalanes, que ni siquiera tienen que molestarse en llevar a Madrid todo lo que quieren que les apruebe, que él se lo aprueba: les manda un propio a Barcelona, a Borrell, para pasar la mano a la independencia bajo el eufemismo del diálogo. En dejar trampas y en aumentar el paro sí que está plagiando Sánchez a Zapatero, y eso sí que es mucho más grave que los papeles copiados de una tesis-coñazo.
Pero si fuera sólo a Zapatero... Es que a Rajoy también lo está plagiando, en la aplicación de aquella cancioncilla de revista de Queta Clavel que era el norte político de Rajoy: "Salomón decía con tesón:/las cosas se arreglan solas;/ es cuestión de hacerse el remolón/y no sufrir sin ton ni son./ Salomón, el sabio Salomón,/tenía toda la razón". Sánchez le ha copiado a Rajoy la aerostación. Lo explico: eso de lanzar un globo-sonda, a ver cómo cualquier ocurrencia o barbaridad cae en la opinión pública, para hacerlo o rectificar. Y le ha copiado hacer de su capa un sayo, sin consultar con nadie, tomando los decretos-leyes en el BOE como un cortijo de su propiedad. Y, sobre todo, le ha plagiado a Rajoy su cobardía ante el separatismo catalán. El arte de mirar para otro lado y de no dar la cara. Recuerdo en este punto que Sánchez, como sus plagiados Zapatero y Rajoy, juró cumplir y hacer cumplir la Constitución.
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