Tenemos un nuevo pueblo en la provincia de Sevilla: El Palmar de Troya. Y son ya 106, en vez de aquellos 102 que hubo desde tiempo inmemorial. El Palmar de Troya era administrativa y jurídicamente una entidad local menor de Utrera, que hizo famosa la falsa Orden de la Santa Faz de Clemente Domínguez, Papa de mentirijillas, que lió allí una buena, templo catedralicio incluido, tras unas supuestas apariciones de la Virgen en un lentisco. Más que El Palmar de Troya era El Palmar de Clemente el famoso en España entera. En cuanto a la Santa Faz, para faz, o sea, cara, la que le echaron aquellos falsos papas, falsos obispos, falsos curas y falsas monjas que Carlos Cano cantó: "Clemente, no te quedes con la gente". Pues como decía esa misma copla, Clemente con la gente se quedó, y con los americanos ricos y los irlandeses que le mandaban tela de dinero para mantener todo aquel tinglado, ya venturosamente desinflado casi del todo, virtual cisma al que el cardenal Bueno Monreal nunca le plantó cara y dejó que se cociera en su propia salsa, sin darle más importancia ni excomuniones, como así ha sido.
Pasé la otra tarde por la calle Almirante Ulloa, ya saben, la que va de Alfonso XII a Monsalves, y había puesto no sé qué otro negocio en el edificio modernista que fue poco menos que la Casa Generalicia de Clemente el del Palmar, que copó todo el barrio del Museo, compando casas para sus curas y sus monjas en la calle Redes, en Mendoza Ríos, en Alfaqueque. La Palmera se "acolapsaba" cada mañana con las furgonetas del Palmar, en las que los falsos curas de hábito talar y las falsas monjas como disfrazadas de Hermanas de la Cruz iban camino de la basílica de aquel timo inmenso. Ya todo aquello pasó, afortunadamente, y El Palmar se desinfló como falsa Iglesia. Pero ha cogido aire, y qué aires, como el pueblo número 106 de la provincia de Sevilla, con nuevo Ayuntamiento propio, independizado de Utrera.
Y ahí es donde quería llegar. En vez de reducir ayuntamientos y mancomunar servicios para gastar menos dinero público, ¡hala!, a crear ayuntamientos se ha dicho. Más gasto. Aparte de El Palmar de Troya, la Junta ha aprobado que otros siete núcleos urbanos de otros tantos ayuntamientos tengan su «autonomía» por segregación de los términos municipales: Fuente Carreteros de Fuente Palmera (Córdoba); Fornes de Arenas del Rey (Granada); La Guijarrosa de Santaella (Córdoba); El Tesorillo de Jimena de la Frontera (Cádiz); Tharsis de Alosno (Huelva); Torrenueva de Motril (Granada) y La Zaraza de Calañas (Huelva). ¿Era necesario crear tanto nuevo ayuntamiento, para gastar más dinero? Cada ayuntamiento nuevo querrá tener, digo yo, su propia Policía Local, sus bomberos, su servicio de Limpieza, su Emasesa particular, sus casas consistoriales y todos sus avíos. Hasta su banda municipal. ¡Ah, y su propio IBI y su tasa de basuras, y su propia Gerencia de Urbanismo, para cobrar todo lo cobrable con que mantener el chiringuito! El Palmar querrá seguir el camino de sus predecesores en el innecesario gasto inútil de los nuevos ayuntamientos de la provincia. Que fueron Cañada Rosal cuando se separó de La Luisiana; El Cuervo cuando se separó de Lebrija; e Isla Mayor (la antigua Villafranco del Guadalquivir) cuando se separó de La Puebla del Río, de Morante, de Los Romeros y de los Hermanos Peralta.
Como las noticias que evidencian la realidad de nuestra tierra las carga el diablo, la creación de nuevos ayuntamientos para aumentar el gasto en Andalucía coincide con la aprobación por la misma Junta de 2.417 plazas más de empleo público en la Administración de la autonomía. O sea, en la mayor empresa de Andalucía, la que más empleados tiene, en la región española con más funcionarios públicos, que según datos de 2017 eran 541.200. Funcionarios públicos a los que ahora habrá de sumar los de esos nuevos e inútiles ayuntamientos. Hala, a gastar se ha dicho, que los pocos que trabajan fuera del sector público ya irán pagándolo todo con sus impuestos, cada vez más altos. ¿No va a haber cada vez mayor presión fiscal, si cada vez tiran más el dinero?
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