Acabo de escribir "Muñoz y Cabrera" en el título y caigo en la cuenta de que habrá quien piense que este artículo trata sobre una antigua tienda de tejidos de la calle Francos, o sobre una vieja paquetería de La Venera, ¿a que sí? ¿A que "Muñoz y Cabrera" suena a eso y sólo le falta el viejo añadido mercantil de "Sociedad en Comandita"? Pues no van por ahí los tiros, porque el presente es un artículo que corre presuroso en auxilio del vencedor en las elecciones municipales, de ese don Juan Espadas que con sus 13 concejales, 13 parece que ha puesto el manos libres de no tener que depender de la izquierda de "Adelante Sevilla", que fue todo lo contrario: un paso atrás; coaligados Podemos e IU lograron la hazaña de sacar un concejal menos que en la anteriores elecciones, que iban por separado.
--Parece que le ha gustado a usted eso de 13 concejales, 13, como lo de los famosos 20 concejales, 20 de Zoido, el que malgastó el capital de la mayoría absoluta de la forma más torpe y tonta.
Y tanto. El PP ha quedado con el peor resultado desde los tiempos de Soledad Becerril en la oposición, ¿no? Pero es que Zoido, en su candidatura como eurodiputado, ha quedado peor que su partido. Me lo hace ver el pintor Ricardo Suárez, que me dice: "El PP en el Ayuntamiento de Sevilla se queda con 8 concejales, los mismos que Soledad en 1991. Zoido obtiene 69.000 votos en Sevilla como eurodiputado; Beltrán Pérez 72.000 como candidato a alcalde".
Con estos mimbres, ¿qué pacto a la andaluza ni pacto a la andaluza? Por eso hay que acudir presurosos en socorro del vencedor Espadas, al que votaron muchos antiguos electores del PP, incluso de Los Remedios, que ya es decir. Votar al PSOE en Los Remedios es como a Vox en Las Tres Mil, algo así. Ese talante liberal de Juan Espadas, incluso su protestación de fe en la entrevista larga que le hicieron en ABC, no ha tenido ni durante la alcaldía ni durante la campaña un protagonismo jartible. Si hacen memoria, no ha salido en muchas fotos Espadas a lo largo de estos cuatro años. Más han salido Francisco Herrero el de la Cámara de Comercio o Antonio Pulido el de Cajasol, por poner dos ejemplos de herederos del difunto Gregorio Conejo en las inevitables fotos de todos los días. No, no ha sido Juan Espadas un Alcalde Kodak en estos cuatro años en el que tenía el manos libres un poco estropeado y ha necesitado muchos pactos para sacar adelante sus proyectos.
Pero ha tenido a su lado y a sus órdenes, codo con codo, y vuelvo al título de este artículo, a dos grandes banderilleros de confianza, que en un gran equipo que trabajaba en la sombra, han dado la imagen diaria de Juan Espadas con hechos y decisiones, no con grandes declaraciones ni saliendo en las fotografías. Me refiero a los ya citados Muñoz y Cabrera. A sus tenientes de alcalde Antonio Muñoz y Juan Carlos Cabrera, que han llevado prácticamente el peso del día a día del Ayuntamiento de Espadas en materias tan complejas, delicadas y a veces impopulares como Urbanismo, Economía, Tráfico, Policía Local, Cultura, Fiestas Mayores o Turismo. En muchos aspectos, esas delegaciones son la cara del Ayuntamiento ante los sevillanos, y Muñoz y Cabrera la han dado de una manera bastante positiva. Y del modo más efectivo: trabajando. Por ejemplo, en los delicados asuntos de relaciones con el "lobby" de las cofradías, a Juan Carlos Cabrera Valera no le ha rozado un varal; incluso ha tenido ahí, en los asuntos de Semana Santa, la gran cantera de partidarios, entre los que me cuento. Lo mismo digo de Antonio Muñoz Martínez, que ha dado una imagen de trabajar los temas a fondo y con energía. Muchos nos lamentamos de la conversión de Sevilla en un Parque Temático para uso de turistas "low cost", pero en la ola de nuevos hoteles (que al fin y al cabo crean trabajo y riqueza) la mano de Muñoz ha sido decisiva en muchos casos. Así que gran parte del triunfo de Espadas no ha sido otra cosa que el afianzamiento de la política que Muñoz y Cabrera han hecho en su nombre.
Correo
Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico
