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ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  17 de junio de 2019
                               
 

Muy Nupcial Ciudad

Otro título más que añadir a Sevilla, junto a los oficiales de Leal y Heroica, y los reales de Difícil, Novelera y Falsa: Nupcial. Diré por qué. Pese a lo difícil que es llegar en coche a la Puerta Jerez desde El Foso, lo conseguías y cuando estabas para entrar por la calle San Gregorio, en la esquina de Yanduri te encontrabas con dos señores con chalecos amarillos que te vedaban el paso, tras dos vallas como las de los aforamientos de Semana Santa. Dos vallas como de obras, sin letrero municipal alguno. Y los chalecos amarillos no eran policías municipales, sino guardias de seguridad de una empresa privada. ¿Qué pasaba? ¿Que la Policía Municipal había sido sustituida por una empresa de seguridad que organizaba ahora la circulación y que el Ayuntamiento había hecho dejación de su autoridad como celebración de la reelección del alcalde Espadas? Algo así. El Ayuntamiento había tirado la toalla y se la había dado a una empresa de seguridad privada. ¿Por qué? Por la boda.

-- ¿Qué boda?

La que ponía en los letreros oficiales de Movilidad, prohibiendo el estacionamiento en los alrededores de la Catedral. La del futbolista camero Sergio Ramos con la presentadora televisiva Pilar Rubio. Como sabía hasta El Potito, Ramos se casaba con su mujer, con la que lleva ya viviendo siete años y de la que tiene tres niños. Y lo celebraban por todo lo alto. No en una parroquia de barrio, sino en la Capilla Real. Y no se casaron en el altar mayor de la Catedral porque no quisieron. Que si se lo proponen, se casan, ¡vamos si se casan! Y Sevilla, que es tan novelera y entreguista, se echó a la calle para ver el bodón en el que dicen que el futbolista se ha gastado no sé cuántos millones. Y el Ayuntamiento, entregadito con el bodón. Y el Cabildo Catedral, ni te cuento. Los novios que se casan en la Virgen de los Reyes entran por la Puerta de los Palos, ¿no? Bueno, pues estos entraron por la Puerta de San Cristóbal, por donde los Reyes y por donde lo hizo la Infanta Doña Elena en su boda. Y con lo que le gusta a ese Cabildo Catedral cobrarle una entrada a un turista para visitar el Parque Temático en que han convertido el templo metropolitano con tanta taquilla, tanta valla, tanta azafata y tanta audioguía, cerraron las visitas dos horas antes y toda la Catedral, chirrín, chirrán, sólo para la Magna Horteritas Hispalensis de la boda. ¿Cuánto fue el lucro cesante de esas horas cerradas al turismo? Pues el que gustosamente pagaría Sergio Ramos: "Que no farte de ná".

Y toda la circulación cortada, y la gente haciendo bulla, encantada, y un desfile de famosos y famosetes del fútbol y otras novelerías así como de alfombra roja de los Oscar, del Archivo de Indias a la Puerta de San Cristóbal, con "Sálvame Deluxe" en directo. Y llegaban las señoras incumpliendo las propias normas del Cabildo, que hace dos días recordaba que las turistas no podían entrar en la Catedral en tirantas. Pues más que en tirantas iban muchas: con escotazos palabra de honor y la pierna fuera, a una celebración sacramental, convertida en espectáculo televisivo y exclusiva para el "¡Hola!". Sevilla es ya un plató de cine, pero ahora la han convertido en un plató nupcial hortera, se fastidie quien se fastidie. ¿Cuánto ha cobrado el Ayuntamiento por este rodaje de horteridades? ¿Y cuánto el Cabildo para meter a los mercaderes en el templo, todo lo contrario del relieve de la Puerta del Perdón? Sí, ya sé que dirán que esto da propaganda al nombre de Sevilla por el mundo, y que a la larga da dinero. ¿De verdad? ¿Para esto hemos quedado, para escenario y figurantes de películas, televisiones y revistas del corazón del famoseo más lamentable? El Rey Axataf entregó las llaves de Sevilla a San Fernando. Los canónigos entregaron las llaves de la Catedral a Sergio Ramos. Y el Ayuntamiento, las de la ciudad: toma, tuya es, haz lo que quieras. Supongo que los calonges han cobrado un pastón por este tristísimo paripé sacramental, pero seguro que el Ayuntamiento no ha trincado ni un euro por facilitar el plató y los extras para la inmensa horterada. En Fibes hacen el salón "Sevilla de boda". Tienen que añadir: "Hortera y de catetos nuevos ricos, ante los que nos entregamos como si fueran reyes".

 

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