Mucho antes que Don Torcuato Luca de Tena lo fundara en Madrid y su hijo Don Juan Ignacio cumpliera la voluntad paterna de traer a su Sevilla este periódico que hoy cumple 90 años, el ABC ya tenía una calle en nuestra ciudad. "La calle del ABC" se llamaba el tramo final de la actual Bailén. Don Santiago Montoto nos dice: "El nombre de ABC lo tomó, según González de León, por el establecimiento en ella de las escuelas de primeras letras que hubo en la ciudad". Un azulejo del nomenclátor de Olavide señalaba esa calle en la esquina de San Pedro Mártir. Y, curiosamente la tipografía en que en ese azulejo aparecen las famosísimas Tres Letras de ABC tiene la misma que utilizó Don Torcuato para la cabecera, el logotipo diríamos hoy, del periódico. ¿Habrá algo más sevillano que un azulejo del nomenclátor de Olavide, con el nombre de una calle? Pues sí: un azulejo de esa serie hoy en trance de lastimosa pérdida que ponga: "Calle del ABC". Es decir, que el ABC ya estaba en las calles de Sevilla antes de que llegara hecho papel hoy hace 90 años, impreso en las naves de los Luca de Tena en la Huerta de la Salud por la rotativa llamada "La Campeona" porque con ella se tiraba en Madrid el suplemento de deportes "Campeón".
¿ABC está en Sevilla o ABC es Sevilla desde hace 90 años? ABC es el periódico de toda la vida de los sevillanos. Cuando la nieta del fundador de ABC en Sevilla, nuestra editora doña Catalina Luca de Tena y Javier Rubio presentaban el voluminoso especial "1929-2019: Impulso de Futuro" que tendrá hoy usted entre sus manos con este papel diario, Paco Robles me señaló algo que es una descripción de que nuestro diario es una institución tradicional más de la ciudad:
-- Llegas al puesto y le pides al quiosquero el periódico, y el que te da, sin preguntar, es el ABC.
EL ABC de toda la vida. Si "veinte años no es nada", imagínense 90. Es lo que te dicen los verdaderos artífices del éxito de ABC en estos 90 años, que son sus lectores sevillanos, el gran patrimonio del periódico, los que lo han sostenido y dado razón de vida:
-- En mi casa se ha leído el ABC desde siempre. Mi abuelo era suscriptor, mi padre también y yo, cuando me casé, me hice mi propia suscripción. Yo recuerdo que casi aprendí a leer con el ABC.
O sea, la vuelta a las escuelas de primeras letras de su calle en el barrio del Museo con las tres de ABC, que en Sevilla son como de la familia. ¿Cuánta vida de los sevillanos que lo hicieron grande y nuestro como lectores hay en la colección de estos 90 años de ABC? Evoco una escena que bien lo describe. Barrio de Los Remedios. El viejo piso de los padres, ya vacío, en Virgen de Luján, en Asunción. Lleva ya cerrado casi dos años. Los padres murieron y los hijos han decidido venderlo. Tienen que desmontarlo. Los hijos se llevan a sus casas cuadros que vieron toda su vida, las queridas fotografías enmarcadas, los muebles más valiosos. Merkausado y Reto esperan al resto estos viejos muebles que nadie quiere en nuestra época Ikea. Con mucho dolor, mucha nostalgia, mucha pena, van los hijos vaciando cajones de papeles viejos, de recuerdos. De pronto, aparece una carpeta donde hay muchos recortes de periódico. Todos de ABC. Allí, en esos recortes de ABC, está la vida de una familia: la esquela mortuoria del abuelo que no llegaron a conocer; la reseña que Conchichi Ribelles puso de la boda de los padres en sus "Ecos de Sociedad"; la foto de grupo de la visita escolar al viejo periódico de Cardenal Ilundain; el retrato de tío Jaime en su premio al mejor expediente; la Esperanza Macarena coronada en una portada ya amarillecida por el tiempo... Toda una vida en unos recortes de ABC que son como la crónica familiar de ese piso que, ay, están desmontando. Los bisabuelos eran lectores de ABC como lo son ahora los bisnietos. En el periódico está la historia de muchas familias que lo engrandecieron como lectores:-
- Siete letras son Sevilla,
- pero se quedan en tres:
- llevan a Sevilla entera
- las tres letras de ABC.
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