ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  11 de noviembre de 2019
                               
 

Ganó Iglesias (Julio)

Ganar, ganar, lo que se dice ganar, ¿quién ha ganado en este quilombo en forma de elecciones generales o en estas generales en forma de quilombo? Lo tengo claro. Las elecciones las ha ganado Iglesias. Pero no Iglesias el de Podemos o Podemas; el que ha conseguido con el suyo de Galapagar que la voz "casoplón" sea admitida en el Diccionario por la RAE; el que en la jornada de reflexión se retrató con tres perros de lo que es, de rico potrico, de millonario, no chuchos comunes recogidos en una protectora, sino un "golden retriver" como el que tenía el Rey Don Juan Carlos.

Pero no, el ganador no ha sido este Iglesias, sino el otro Iglesias, el que vive en Miami y ha obtenido todos los discos de platino habidos y por haber y se ha mantenido todos los años que ha querido como superventas. Estas elecciones las ha ganado Julio Iglesias con una canción famosísima, con la que triunfó en el Festival de Benidorm: "La vida sigue igual". Tras el resultado de las elecciones, España sigue igual: ingobernable. Y, si lo es, en manos de uno que no se baja del Falcon y que con tal de aferrarse al poder es capaz de pactar su investidura con todos los enemigos de España, con todos los que quieren destruirla, con los golpistas catalanes y los filoetarras vascongados. Y con quien haga falta, incluido el de las anchoas de la Montaña, el del Bloque Gallego, y me parece que hasta el nuevo de Teruel Existe. Teruel existe, en efecto, pero lo que parece que no existe es España para los que Sánchez va a necesitar si quiere formar ese gobierno que se ha hartado de anunciar en la campaña, ¿cómo es? Ah, sí: progresista y estable. ¿Y la crisis económica "pá cuàndo", y la crisis económica "pá cuándo"?

Viendo que Sánchez ha bajado, encima, en los diputados que tenía, de 123 a 120, hay que preguntarle como es de buena educación cuando alguien le hace a uno un regalo inmerecido que no se esperaba:

-- ¿Pero para qué se ha metido usted en esto?

Y como lo del "...y Sevilla" de Manuel Machado: "...y Vox". ¿Ha sido el voto del cabreo por la España pisoteada, que se ha encontrado en Vox refugio? Cabreo contra ese Ciudadanos que nos pone a los béticos de independentistas y que se pega otro tiro en el pie anunciando que va a aupar a Sánchez hasta la presidencia y a subirlo otra vez en el Falcon. ¿O ha sido que Vox ha recibido todos los votos que se ha merecido el entreguismo de Sánchez ante los separatistas catalanes, mirando para otro lado cuando ardía Barcelona y los golpistas independentistas CDR muñidos por el propio presidente de la Generalidad le partían el cráneo a los policías nacionales que defendían la Constitución, a los que su Grande-Marlaka (tan Marlaska y tan poco grande) daba orden de aguantarse ante todas las agresiones y provocaciones de las hordas y de las turbas de la Vía Layetana y de la Plaza de Uquianaona.

Y Franco. No olvidemos el error, inmenso error, de exhumar el pasado dictatorial ya olvidado y superado. Para mí que el ataúd de Franco ha funcionado de urna para los votos sobrevenidos a Vox, que lo han colocado como tercera fuerza. ¿Usted no ha visto la urna de San Fernando? Pues la familia Franco, maltratada por Sánchez, portando su ataúd ha sido como una urna para los votos movidos por los deseos de concordia y de reconciliación, del azañista "paz, piedad, perdón", de la Constitución del 78 que Sánchez y sus socios pasados y futuros ya se han cargado. La maldiciòn de Tutankamen de Franco ha caído sobre Sánchez. Espero que no logre la investidura. Porque entonces pasaremos de Julio Iglesias a Juanito Valderrama: "Adiós, mi España querida". Digo todo esto y me llevo a la cama para leer antes de dormir un viejo libro de poemas de vanguardia que Rafael Laffón publicó en 1927: "Signo +". Será el signo de las próximas horas: la suma de la sopa de letras que necesita Sánchez y que no sale en este viaje para el que, como dice Expósito, no se necesitaban alforjas. Y repetiré como la caricatura que hacía don Manuel Gimènez Fernández de los discursos de un Franco que ha colocado a Vox como tercera fuerza en la España que todos queremos unida tras estas elecciones generalísimas: "Si estando como estábamos estamos como estamos, ¿cómo estaríamos si estuviéramos como deberíamos estar?".

 

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