ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  28 de mayo  de 2020
                               
 

San Fernando, confinado

Aquela bulla que se formó el día que, terminada la Fase Cero Patatero de la desescalada, los chiquillos pudieron salir a la calle a corretear con sus bicicletas y sus patinetes, va a ser nada al lado de la que se va a formar cuando, alejados los peligros, los sevillanos vayan a poder oír en la calle un tambor y una corneta y salga una procesión. Porque la Sevilla Rancia ha tenido una malísima suerte con la llegada del dichoso bicho. Con la de meses que hay en el año, no se le ocurrió venir más que en plena Cuaresma, cuando ya estaban los capirotes comprados. No ha habido fiesta de primavera a la que no le haya pillado, de modo que nos hemos quedado sin ninguna. Aunque el cuerpo no estuviera para fiestas, ciertamente, todas fueron cayendo, una tras otra: la Semana Santa, las pascuales salidas sacramentales de Su Divina Majestad, la Feria, todas las procesiones del Mayo Mariano, el Rocío, el Corpus... Ay, el Corpus. Los comercios situados en la carrera del Corpus, los clásicos de Francos, Cerrajería y Sierpes que estén abiertos en la víspera del 11 de junio, el jueves que reluce más que el sol, ¿adornarán sus escaparates con motivos eucarísticos, del mismo modo que se hizo aquella Noche del "Pescaíto" de la Feria desde muchos balcones del confinamiento? O me equivoco, como suelo, o he visto alguna fotografía de algún Corpus de la II República donde la procesión no pisa la calle, sino que transcurre por las Gradas, que es territorio de la Iglesia Catedral según marcan las cadenas de fuero de sus columnas. Este año, ni siquiera eso. El Corpus será como una procesión por últimas naves, con la Custodia bajo palio, sin pasos, y me imagino que casi sin representaciones de las hermandades ni cofrades saludando al personal. Al final, habrá bendición con el Santísimo en la Custodia desde la Puerta de la Asunción, esto es, la puerta mayor que da a la Avenida. Y me queda una duda: en la octava del Corpus, ¿habrá baile de seises cada tarde cuando den las cinco y media en las campanas de la Giralda, o como los niños danzantes, caballeros cubiertos ante el Santísimo, no guardan entre sí en sus bailes la "distancia social" de los dos metros, no será posible, en aplicación de las normas? Sería insólito ver a un seise con sombrero chambergo...y mascarilla. Así que yo creo que, aunque no se ha dicho, o al menos no lo he leído en ningún sitio, que nos quedamos también sin seises. ¡Anda que va bien despachada la racha de supresiones su Sevilla Rancia de usted, querido Micer Francisco Robles!

Y si esto es el Corpus, veremos a ver con la Virgen de los Reyes, si nos quedamos también sin su procesión este año, y no podremos pedirle las tres gracias a la Patrona cuando esté saliendo por la Puerta de los Palos.

Ahora que palos, los que con la pandemia se está llevando el pobre de San Fernando. A San Fernando ya le quitó su fiesta local el Ayuntamiento hace varios años y ahora las normas contra el virus en la desescalada le impiden que abran su urna a la veneración de los fieles en la Capilla Real. Ya no se abrió el 14 de mayo, aniversario de la traslación de sus restos a la plata de Laureano de Pina. Aunque en su fiesta, cultos solemnes no le van a faltar. El Cabildo Catedral y la Asociación de Fieles de Nuestra Señora de los Reyes y San Fernando los celebran en honor al Santo Rey Conquistador, el que nos entró en la civilización europea de donde vienen los turistas y nos sacó de la morisma de donde vienen las pateras. Ayer comenzó un solemne triduo en su Capilla Real, que preside Don Manuel Cotrino Bautista, canónigo capellán real y párroco del Sagrario. Por si quieren ir a rezarle y a pedirle remedio contra los presentes males, es a las 8 de la tarde. Y el día de su fiesta, el sábado 30, aunque no se abra la urna como es tradición, a las 8 y media de la mañana habrá misa de capellanes reales, presidida por Don Teodoro Muñoz León, deán y vicario general de la Archidiócesis. Lo que no sé es si le dará guardia de honor una escuadra de gastadores del Arma de Ingenieros, de la que es Patrón. Porque al Ejército que tanto ha luchado contra el Covid también le cogen de lleno las normas contra el contagio. Los soldados de una formación militar en orden cerrado de compañía, de tres en fondo cada sección, no guardan, desde luego, la "distancia social". No, si lo de San Fernando últimamente con su conquistada y querida Sevilla también es de mala suerte...

 

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