ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  13 de abril  de 2021
                               
 

La Feria del centro

En Sevilla a todo le ponemos nombre o sobrenombre. O mote con muy mala baba. En el caso que nos ocupa, no ha sido con esta última intención, sino para describir lo que quiere organizar el Ayuntamiento (y eso que le están parando los pies en muchas iniciativas) en el mismísimo centro de la ciudad, a modo de "no Feria", pero "sí Feria", en las fechas en que debería celebrarse el suspendido festejo de abril y de casetas en Los Remedios. A todas estas pretensiones de convertir los bares en casetas de Feria, y de adornar las grandes plazas, como El Salvador o la de San Francisco, con los mismos palos del alumbrado y las mismas guirnaldas de luces del Real de Los Remedios, y de animar a las señoras a que se vistan de flamenca, ya le han puesto nombre popular: "La Feria del centro". Yo le pondría otros nombres menos enunciativos y descriptivos y más críticos, como "la Feria descentrada" de su esencia, su lugar y su ambiente. O la "Feria desafiante" a las recomendaciones contra los contagios del virus que el propio Ayuntamiento, paradójicamente, nos hace. Esto de querer traer la Feria al centro es una temeridad, de la que tendrían que hablar los epidemiológicos y los expertos en contagios y en olas. Tanto crítico contra la vacuna Astrazeneca como hay, y no ha salido nadie en la sociedad civil argumentando que esto de "la Feria del centro" es una temeridad innecesaria, que no por eso se van a salvar los negocios ya arruinados para siempre, que no se van a volver a ocupar esos cerrados locales del centro que dan lástima, porque recordamos el negocio que funcionaba en ellos, y en sus escaparates ahora no se exhibe más que el letrero de "Se alquila" o "Se vende".

Querer convertir el centro en Feria no me hace gracia ninguna, porque eso ni va a ser centro ni va a ser Feria. Pero sí me hace mucha gracias el nombre. Es importado. Donde hay una "Feria del centro" de verdad es en Málaga, en la suya de agosto. En Málaga, ciudad a la que presento mis respetos porque no quiero líos y no vayamos a tenerla, hay dos Ferias. Por la mañana, con luz de día y toda animación, se celebra la llamada "Feria del centro", que es como lo que quieren hacer aquí, pero de verdad y con tradición y aceptación por toda la ciudad. Y por la noche, la Feria del recinto del Real del Cortijo de Torres, con todos sus avíos de casetas y cacharritos y con las características comunes a todas las grandes ferias andaluzas, entre las que se encuentra, ea, para que no me acusen de antimalagueñismo.

Pero lo más curioso son los papeles políticos cambiados que tenemos aquí con esto de la "Feria del centro". El presidente de la Junta, Juanma Moreno, es de Málaga, ¿no? Lo lógico es que la "Feria del centro" se le hubiera ocurrido a él, copiando a su ciudad. Pues no. La "Feria del Centro" a la malagueña no se le ha ocurrido a Juanma, que es de la capital de la Costa del Sol, sino al alcalde Juan Espadas, que es sevillano, más sevillano que el NO8DO. Sí, "no me ha dejado" sin Feria. Aunque sea a la malagueña.

 

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