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ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  12 de junio  de 2021
                               
 

Residencias y hoteles

De vez en cuando no viene mal dar un aplauso del Ayuntamiento. Como ahora, que se lo doy por el pie en pared que don Antonio Muñoz ha puesto a la moda de hacer residencias de estudiantes, cuya cuenta hemos perdido de la cantidad de ellas que están construyendo o terminando, y que de momento se han cargado un lugar con tanto sabor sevillano como La Palmera y sus chalecitos regionalistas con las mejores firmas de los arquitectos de aquel movimiento. Ea, se acabó, ni una residencia de estudiantes más. Porque iba a haber más residencias que estudiantes, sobre todo en este tiempo raro de las clases no presenciales, como pide el rector, sino por teleasistencia: el catedrático con una cámara por delante en su explicación y el alumno en la mesa de trabajo en su casa, para lo que no hacen falta ninguna las residencias de estudiantes que tanto estaban proliferando.

Sugiero que el mismo freno que el Ayuntamiento le ha puesto a las residencias de estudiantes deberíamos ponérselo a los hoteles de cinco estrellas. Qué casualidad. Todos los hoteles que proyectan son de cinco estrellas, no hay ni uno solo que siga el modelo de la Fonda del Peine. Y esto en plena pandemia, sin que el Reino Unido deje venir a España a sus turistas y con muchísimos hoteles todavía cerrados por la pandemia o trabajando a la media potencia o menos todavía, cubriendo gastos y aguantando el tipo, que muchos merecen la Medalla al Mérito Turístico.

El último proyecto de hotel de cinco estrellas es en Altadis. Es curioso esto de Altadis, en la forma de llamar en Sevilla a las cosas. Nadie dice "la Fábrica de Tabacos", ni cuando aún estaba en funcionamiento en Los Remedios, en un sitio privilegiado como la mismísima orilla del río, en un lugar que más que una fábrica de Farias y de Ducados merecería que hubiera estado la quinta de Don Juan Tenorio, "en esa apartada orilla". Altadis fue el nombre que le pusieron a lo que toda la vida de Dios, desde el monopolio, fue Tabacalera. Y es curioso que nunca caló en Los Remedios lo de "la nueva Fábrica de Tabacos" cuando la trasladaron allí y El Pali cantó que ya no pasan cigarreras por la calle San Fernando, y en cambio al momento todo el mundo le llamó "Altadis" a la factorìa, que era el nombre resultante de la fusión de Tabacalera con una empresa francesa.

Las negociaciones para aprovechar los terrenos y los edificios de Altadis tras su cierre como fábrica de tabacos han durado más que las obras del puente... o que la restauración de la Catedral, que siempre hay una parte o una fachada en restauración. Años y años. Y ahora, cuando no hay ningún proyecto de hotel de cinco estrellas (¡anda que no!), solución hostelera para un lugar incomparable, será el cinco estrellas con mejor sitio de Sevilla. ¿Pero otro cinco estrellas más, Dios mío de mi alma? Va a haber más hoteles de cinco estrellas que turistas. Sólo que este de Altadis tendrá un lujo único: una cofradía dentro de su recinto. Y nada menos que la hermandad de la Virgen de la Victoria, Las Cigarreras.

 

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