En los viejos programas de radio, cuando intervenía un oyente por teléfono, había una frase tópica que se repetía siempre. Cuando el oyente iba a terminar su intervención, le preguntaba al locutor conductor del programa: "¿Puedo saludar?". Tiro de esa vieja costumbre para preguntar algo que no es muy habitual que digamos en esta sección: "¿Puedo felicitar?". Y como el hipotético locutor me da la venia (sin pasar por el palquillo de La Campana), digo solemnemente: "Pues felicito al alcalde don Antonio Muñoz por haber aplazado hasta después de la Semana Santa de 2023 las obras que estaban previstas en la calle Zaragoza". ¿Por qué? Dicen que porque el presupuesto se ha quedado corto con la subida de precios de los materiales de construcción y los problemas de desabastecimiento por la huelga de los camioneros, pero la verdad es que se ha tomado la decisión para no liarla más en esta Sevilla patas arriba de calles cortadas y de rodeos, por la acumulación y solapamiento de grandes obras de reforma urbana en toda la ciudad, que están generando un importante caos en la circulación y en la movilidad en general. Y que se lo pregunten a los que llegan tarde a las citas por los embotellamientos que han de sufrir y por los aparcamientos subterráneos donde pensaban dejar el coche y se encuentran con el temible cartel en rojo de "completo".
Se ve que hay elecciones municipales a la vista, porque estamos asistiendo a la mayor acumulación de obras en las calles que recordábamos, que han hecho de la circulación en Sevilla un caos, y que para sabérselas hay que llevar un cuaderno de anotaciones de por dónde puedes tirar y por dónde no. Así que apunten, para que valoren más el ejemplo del aplazamiento de la calle Zaragoza: que era lo que faltaba, que hubieran cortado también Zaragoza. Están cortadas la avenida de Ramón y Cajal y la calle San Francisco Javier por las obras de ampliación del tranvía hasta Santa Justa, y hay que dar unos rodeos espantosos si quieres, por ejemplo, ir al Nervión Plaza. Dicen que dentro de un mes cortarán también la calle Luis de Morales por este mismo proyecto del dichoso tranvía. Además, la que llaman "Ronda Histórica" la Ronda de toda la vida, vamos, se ha estrechado desde la Macarena hasta los Jardines del Valle por las obras de ampliación de aceras y reforma del carril bici; es decir, por la llegada de la malhadada máquina de estrechar calles, que está a pleno rendimiento. Y aparte de ello, las peatonalizaciones nuevas, con las que quieren llegar hasta a los barrios; a este paso van a peatonalizar hasta la SE-30. Hay un corte total de circulación en la avenida de la Cruz Roja por esto de haberla hecho peatonal. Ah, y la prolongación de Torneo, a la orilla del río, donde está completamente cerrado el tramo de la avenida de Alberto Jiménez-Becerril que va desde el Alamillo a La Barqueta. Un lío gordo. Por eso es digno de elogio el aplazamiento de las obras de la calle Zaragoza. Ojalá con el resto de calles patas arriba se hubiera hecho igual, dilatarlas, no hacerlas coincidir todas. Pero como se acercan las elecciones municipales...
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