ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  13 de octubre  de 2022
                               
 

Analfabetos digitales

Muchos se habrán llevado un susto, tecnológico y digital susto, al saber que la Dirección General de Tráfico, y desde ya mismo, a partir del 1º de noviembre, dejará de notificar por carta las multas, por correo físico, y lo hará exclusivamente por Internet, por correo electrónico. "El papel --dice la DGT-- dejará paso exclusivo a las comunicaciones electrónicas. Para ello será necesario disponer de formas de identificación digital a través de un portal concreto de la DGT, por lo que es de relevancia conocer quiénes se verán afectados por la decisión". Y aquí viene, aunque sólo sea en parte, el alivio: de momento la medida afecta sólo a las empresas y las personas jurídicas, que serán las que dejarán de recibir las cartas de Tráfico. Es decir, a este grupo ya no le llegarán multas, sino que les vendrá un aviso por Internet, como los sustos que pega la Agencia Tributaria con sus notificaciones a las empresas.

¿Y la pequeña empresa que no tenga correo electrónico, pero sí una furgoneta de reparto a la que le han puesto una multa? Tráfico, como toda la Administración del Estado, da por descontado que todo el mundo está digitalizado y tiene un correo electrónico donde recibir cartas oficiales. Le ocurre como a la Banca, que cada vez más viene sustituyendo por sistemas de Internet las gestiones antes hacíamos con el empleado simpático y eficaz que nos atendió en la sucursal de la esquina. Como recordarán, hasta habido un movimiento de protesta promovido por personas de la tercera edad que no tienen ordenador en su casa y que usan el teléfono móvil sólo para hablar, a fin de que la Banca no los abandone como a apestados.

Sí, estamos levantando un sistema discriminador que crea analfabetos digitales a los que se priva de sus derechos sin consultar, y a los que se les impone obligatoria y exclusivamente las comunicaciones a través de un ordenador que no tienen ni les interesa y de un correo electrónico que ni saben qué es. Es una nueva división de las dos Españas: la que tiene correo electrónico y la que no lo tiene. Ni ganas de tenerlo muchas veces. Ya te preguntan el correo en todas partes, la mayoría de las veces para atiborrarte luego de publicidad que nada interesa. Pero para cualquier gestión ante la Administración, cada vez es más obligatorio dejar de ser analfabeto digital y sumarse a la dictadura del ordenador y del Internet.

Las multas de Tráfico llegarán por correo electrónico de momento sólo a las empresas, pero mucho me temo que es la dirección que lleva la Administración: hacer entrar a todos por el aro de lo digital como exclusiva forma de relacionarse con las oficinas del Estado. Lo malo va a ser el papel: el papel de los boletines oficiales (que ya no se editan tampoco en papel) donde van a venir los requerimientos de esas multas a los analfabetos digitales que no las pudieron recibir, al no tener ordenador. Y luego, el papel amenazador del aviso de que te han embargado por no atender al pago de la sanción que te mandaron a través del ordenador y de la que ni te enteraste.

 

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