ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  24 de noviembre  de 2022
                               
 

Premium y las rimas con premio

Y eso que han borrado prácticamente al Latín de los estudios secundarios, pero no he visto desde hace mucho tiempo que se use más una palabra latina para todo: "Premium", señalando excelencia. A ver si nos echa usted una mano en "Cartas en Director" y dice aquí a la parroquia quién fue el primero que usó "Premium" para calificar un servicio o un producto de características especiales, por su calidad superior a la media. Ya todo lo que se precie es Premium. Echamos al coche gasolina Premium. Coche que, a su vez, es de categoría Premium dentro de su modelo. En los hoteles te cobran más si te dan una habitación Premium. Hay ropa confeccionada Premium. Cuando pides una cerveza, suelen ofrecerte la Premium de la marca que has elegido. Y nada digo de la Clase Premium en los medios de transporte, que es ni más ni menos que la antigua Primera o Business

Por lo Premium se paga más. Quizá de eso se trata. Vas a contratar un servicio y te dicen: "¿Y no quiere usted la modalidad Premium, que le garantiza la asistencia durante las 24 horas?" Las empresas consideran Clientes Premium a los principales y que más gastan en ellas, a los que entregan la Tarjeta Premium. Si te apuntas al Premium tienes envíos gratis, gentilezas de la casa, mil atenciones. Cualquier día de estos nos salen con la Izquierda Premium, o con la Derecha Premium, o quizá la hay ya. Y verá usted cómo en las próximas elecciones, en las municipales de primavera o en las generales, hay algún pelota de partido que presenta a su Candidato Premium.

Aquí en Andalucía había antes un Premium populachero muy distinto. Y se ha perdido porque nadie les ha dado la categoría de Premium. Eran "los premios" facilonas rimas obscenas y subidas de tono que tenían ciertas palabras, con las que se sorprendía la candidez de la persona a la que se le obligaba a decirla, porque estaba cantado. Perdón si las citas que voy a hacer no son Premium, sino subidas de tono y de mal gusto, pero los premios se concedían fundamentalmente a palabras terminadas en "-ones". Y del número 5 ni te cuento. El 5 era un número que tenía premio. Se le preguntaba al cándido, por ejemplo: "¿Cuál es la tele que emite "Sálvame"?". Y como contestaba "Tele 5", venía inmediatamente la rima soez: "¡Pues por el c... te la hinco, premio!". Sí, eran muy de mal gusto los premios de estas rimas populares, tan ordinarias. Se le preguntaba al incauto que caía en todas: "¿Con qué te atas los zapatos?". Y cuando respondía que con los cordones, el grassssioso de la rima se apresuraba a decir: "¡Pues atráncame los c..., premio!".

En Cádiz, mi recordado Juan Manzorro, en sus retransmisiones radiofónicas de Carnaval, era un experto en desviar a córner las rimas con premio que iban derechas para él, dirigidas por sus compañeros. Usted conocerá a muchos otros expertos en no caer en estas bromas del mal gusto. Son Premium en evitar los premios. ¡Premio en modalidad Premium para el que no caiga en el premio de la rima soez!

 

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