ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  14 de enero  de 2023
                               
 

Indultos entre tambores

No sé cómo no se le ha ocurrido a nadie una solución imaginativa para poder poner en la calle, a la catalana o a la vasca, a los seis altos cargos de la Junta que cumplen condena por los ERE y que tan mal lo están pasando en la cárcel, que nunca es plato de gusto. Por el qué dirán, el Gobierno, aunque bien que le hubiera gustado, no ha movido un dedo por su indulto, como lo ha hecho con tanta magnanimidad con los terroristas asesinos condenados de la ETA o con los golpistas catalanes. Como se esperaba, el Gobierno no ha aplicado a los condenados por la responsabilidad política de los ERE el urgente cambio del Código Penal para el delito de malversación, según el parné del similiquitruqui fuese directamente para el bolsillo del mangante o no lo fuese. Ni ha concedido tampoco el Gobierno (al menos por ahora), el indulto de ninguno de estos reos que tan dura vida de presos llevan tras los barrotes, como en el "Soy un pobre presidiario" que cantaba Antonio Molina. Nadie ha dicho, y lo afirmo ahora, que son "presos comunes", nada de atreverse a llamar "presos políticos" a los responsables de que hayan desaparecido casi 900 millones de euros de las arcas públicas de la Junta.

Pero existe una solución para aplicar virtualmente el indulto a estos presos sin que al Gobierno de Sánchez le puedan decir nada ni acusarlo de favoritismo con los suyos y mano dura con el resto, que somos los fachas que no pensamos como ellos. Es una solución tradicional y clásica la que he eocntrado. Basada en la Historia y costumbres de Andalucía. Una tradición que se remonta a un privilegio otorgado por el Rey Carlos III en 1759 a la cofradía malagueña de Nuestro Padre Jesús el Rico, para pedir (y obtener) el indulto de un preso. Que sale con la hermandad vistiendo la túnica de la cofradía y que al final de la estación de penitencia no tiene que volver a la cárcel y queda en libertad. Es un privilegio regio de indulto con túnica, antifaz, tambores y cornetas que tienen desde hace siglos muchas cofradías españolas. No sólo de Andalucía, que también lo tienen, entre otros, el Señor Atado a la Columna de Zaragoza, el Jesús Cautivo de Oviedo, o el Santo Cristo del Perdón de León.

Ciñéndonos a Andalucía, aunque el más conocido es el que aplica en Málaga la hermandad de Jesús el Rico, el privilegio lo ejercen las cofradías de Soledad y Descendimiento de Granada, el Cristo del Amor de Marbella y Jesús del Rescate de Linares. Trataríase, por tanto, de continuar con tan humanitaria y caritativa tradición. Y que fueran los altos cargos de la Junta y de los ERE que cumplen condena firme los elegidos en Semana Santa por estas cofradías que tienen el secular privilegio regio de indultar a un preso. Para José Antonio Viera podía pedir el indulto Jesús El Rico; el Cristo del Amor para Antonio Fernández; y El Rescate para Francisco Vallejo. Así sucesivamente, en cuanto llegue la Semana Santa y sin que al Gobierno central se le pueda acusar de favoritismo con los suyos, estarán todos los altos cargos de los ERE indultados y en la calle, una vez se hayan quitado la túnica de su protectora cofradía.

 

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