Dicen, aunque no me lo creo ni lo he podido confirmar, que el Ayuntamiento se ha gastado 3 millones de euros, 3, en los premios Goya. Demasiados me parecen, y más si no han figurado en las cifras oficiales del coste del caprichito cinematográfico: sólo un millón de euros. Que también está bien. Y en cambio, y esto ha sido confirmado y reconfirmado, la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) por falta de presupuesto ha suprimido de su programación de este año la interpretación del "Miserere" de Hilarión Eslava. ¿No podía haber salido en su ayuda económica el Ayuntamiento, para que en esta Semana Santa de 2023 no nos quedemos sin el tradicional, histórico y sevillanísimo "Miserere"?

Suele pasar en Sevilla. Que igual que en dos o tres años nos inventamos una tradición, en veinticuatro horas acabamos con una, verdadera, que tiene siglos. Es lo que le pasa al "Miserere", antaño algo tan clásico de la Semana Santa como las palmas nuevas en los balcones. El "Miserere" para la Catedral de Sevilla fue compuesto por Eslava y estrenado en 1833, haciendo unos arreglos para la versión de 1835, que es la que a día de hoy día se interpreta ya que, en 1837, año en que hubiera habido que estrenar otro Miserere -que hubiera sido el tercero de Eslava-, la Desamortización provocó que la Catedral no estuviera en condiciones de afrontar los gastos del estreno de una nueva partitura. Que formaba parte de los cultos de la Catedral en la Semana de Pasión, y era costumbre vinieran a cantar las más afamadas figuras de ópera del momento, como Gayarre o Lauri Volpi. El "Miserere" era una función del culto catedralicio de la Pasión, en la que orquesta, coro y solistas respondían a los versículos del salmo "Miserere mei, Deus" que recitaban los canónigos del Cabildo Metropolitano. La novedad y la fama de los grandes cantantes de ópera que venían hacían que la Catedral se abarrotara de público, dándose escenas no demasiado edificantes algunas veces. Por esa razón, el Cardenal Segura lo prohibió, y el "Miserere" quedó como un recuerdo de la vieja Semana Santa y sus tradiciones.

Hasta que a impulsos del Consejo de Cofradías y con la colaboración del maestro Pedro Braña, director de la Banda Municipal, se acometió la recuperación del prohibido "Miserere", pero ya no en la Catedral y con función litúrgica, sino en la iglesia de la Anunciación y en versión de concierto. Con viejos aficionados que se lo sabían de memoria, como casi todos los sevillanos, y cantantes locales, tras durísimos ensayos, Braña montó la obra con gran dignidad, interpretándola con bastante éxito en 1956, 1957 y 1958 el improvisado "Coro Miserere". Hasta que en 1959, con Luis Izquierdo, asume la continuidad de la tradición la Asociación Coral de Sevilla. La Asociación este año ha suplido los problemas presupuestarios de la ROSS y se ha lanzado al ruedo de la sevillanía. Lo volverá a cantar el 1 de marzo en la iglesia de San Jacinto. Enhorabuena a la Asociación Coral, que ha sabido reaccionar en esta Sevilla de tradiciones perdidas ante la indiferencia de todos, frente a los que pierden la cabeza por las novelerías que para su lucimiento convierten en tradiciones.

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