ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  23 de febrero  de 2023
                               
 

El balcón-caseta

El Consejo de Cofradías ha quitado en la calle Sierpes 1.148 sillas de abonados de toda la vida. La disposición de las sillas en Sierpes, sin barandas, sin colgaduras, sin pasillos posteriores de salida de emergencia, es como una reliquia de lo que era antes toda la carrera oficial, en la que podías pasar de un lado a otro, y en la primera fila los niños pedían cera a los nazarenos sin que hubiera vallados, como corralitos, en que se han convertido las parcelas de sillas en La Campana o la Avenida.

Pero si el Consejo ha quitado 1.148 sillas, yo no sé cuántos balcones de pago se van a poner en alquiler en la misma calle Sierpes, o en La Campana, o en la Avenida. Es una vieja costumbre sevillana: alquilar balcones para ver las cofradías. Una antañona copla de campanilleros lo canta: "En el cielo se alquilan balcones/para un casamiento que se va a hacer"... Que no es nada nuevo esto de alquilar balcones en Semana Santa lo recordaba con mucha gracia Julio Mayo el otro día, hablando de las sillas de Sierpes. Decía que antes que el ferrocarril llegara a Sevilla y se inaugurara el Puente de Triana, ya se ponían sillas en la calle Sierpes, a partir de 1846. Y que una de las costumbres sociales más de moda, símbolo de distinción, era alquilar un balcón, sobre todo en la calle Sierpes, para ver las cofradías. Balcones bastante caros, pues se pagaban a cinco duros. Y hemos visto en viejos contratos de arrendamiento de pisos de Sierpes y de otros lugares de la carrera oficial cómo la propiedad se reservaba para sí el derecho de uso de los balcones de la finca durante el paso de las cofradías, con exclusión de los inquilinos, que me imagino tendrían que irse a la calle a ver los pasos...o alquilarse una silla, siempre de menos distinción y relevancia social que el balcón.

En los últimos años, la costumbre de alquilar balcones no sólo ha desaparecido, sino que va en aumento. Durante el año pasas por Sierpes y, como cada vez vive menos gente en el centro, ves los balcones de las casas cerrados y vacíos. Bueno, pues esos mismos balcones cuestan un dineral cuando llega Semana Santa y otra vez vuelven a verse habitados y repletos por quienes loa alquilan. Que más que particulares, que son los menos, son empresas que los arriendan como lugar para hacer relaciones públicas con sus clientes y complacer a los compromisos de la compañía. Ah, porque el alquiler de esos balcones lleva incluido en la mayoría de los casos un servicio de catering para los invitados. Sí, hemos inventado el balcón-caseta de Semana Santa. El balcón alquilado en Sierpes con servicio de catering tiene algo de trastienda de Feria. Y cobran un buen dinero, miles de euros a veces, según número de balcones, por este "todo incluido" de las copas y las tapas mientras están pasando las cofradías. Que algunos de los invitados e incluso los inevitables colados ni se asoman a ver, entusiasmados con las bebidas y las comidas del catering o con las tertulias de la charlita en el interior del piso. Lo que no sé es si Hacienda le tienen puesto ya el ojo a los altísimos precios de estos alquileres de balcones que se están pagando en dinero negro.

 

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