ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  8 de marzo  de 2023
                               
 

El cuartel de La Calzada

El lamentable caso de corrupción del caso del "Tito Berni", tristemente otro más del PSOE donde las mordidas a los empresarios eran gastadas en prostitución y drogas, como en el Faffe, ha imputado a un antiguo jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Las Palmas, al general retirado Francisco Espinosa Navas, alias "Papá" en el sumario que instruye un juzgado canario. El presunto corrupto detenido por prestar su prestigio y su cargo para dar importancia a la trama ante a los empresarios que pagaban las comisiones de los "bolígrafos" y los "bocadillos de calamares" nació en 1956 en Guillena. Su padre era conductor guardia civil y como hijo del Cuerpo se crió entre las casas cuarteles de la Comandancia de Sevilla y en el antiguo cuartel de La Calzada.

El antiguo cuartel de La Calzada... La noticia nos evoca a los tiempos en que existía todo un barrio como La Calzada que fue completamente derribado y del que queda en pie apenas la iglesia de San Benito, su Virgen de la Encarnación y su Presentación de Jesús al Pueblo. El cuartel de La Calzada estaba en la Plaza del Sacrificio. No fue construido como tal cuartel, sino como hotel para la Exposición de 1929, por el arquitecto José Espiau y Muñoz, en estilo regionalista. Se llamó el Hotel Garaje. Su concepción era completamente avanzada para su época, ligado a los automóviles de los clientes. En su interior contaba con galerías en cuya su parte inferior había garajes individuales y en la superior, las habitaciones para los propietarios de los coches. Era una especie de motel dentro de la ciudad, y el coche "dormía" donde su dueño. Algo así fue pensado también por Juan Talavera, en la misma época, para el Hotel Oromana de los pinares de Alcalá de Guadaira.

Terminada la Exposición, el Hotel Garaje se remodeló para casa cuartel la Guardia Civil. Como también ocurrió con el Hotel Eritaña, que tras la Expo del 29, fue ocupado por la Comandancia de la Guardia Civil. En la Sevilla de la época, el cuartel de la Plaza del Sacrificio tenía fama de la dureza con que la Guardia Civil se empleaba en su persecución del delito. Allí radicó la famosa Brigadilla de La Calzada, encargada de los asuntos políticos y sociales, "la Brigada Social" de la Guardia Civil, diríamos. Los guasones del barrio le llamaban "la fábrica de galletas", ya pueden imaginarse por qué. Era una Sevilla con cuartelillos de la Guardia Civil extendidos por toda la ciudad, antes de centralizarse en la Plaza de España, en Eritaña y fundamentalmente en Montequinto después. En Triana había otro famoso cuartel de la Guardia Civil, precisamente el que dio a una parte de la calle Pagés del Corro el nombre de "Cava de los Civiles", frente a la "Cava de los Gitanos". Y hasta en la Avenida de Miraflores había otro cuartelillo. Nada de esto saldrá en el triste casi del "Tito Berni" y del general Espinosa que lo amparaba. Pero sí nos ha evocado, en la condición de hijo del Cuerpo del implicado y su crianza en La Calzada, el recuerdo de aquella Guardia Civil extendida entonces por toda Sevilla.

 

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