Los salones del Círculo Mercantil son ahora para nuestras cofradías lo que fue el Salón Colón del Ayuntamiento a mediados del pasado siglo: el lugar donde se exponen los estrenos de las hermandades en la inminente Semana Santa. Hasta el domingo 12 está abierta la exposición, que les recomiendo vean para comprobar el más que saludable cambio de mentalidad en las hermandades con respecto al mantenimiento de su riquísimo patrimonio artístico procesional. En el viejo Salón Colón de los 50 y los 60 del pasado siglo se expusieron muchas obras nuevas que se habían encargado y realizado sin ninguna necesidad ni el menor mérito artístico, sólo por lucimiento de las juntas de Gobierno, mientras las piezas clásicas, de palios a mantos, de coronas a canastillas de pasos de misterio, eran malvendidos a los pueblos, donde ahora tenemos que ir si queremos admirarlos.
Que la que fue clásica Exposición de Estrenos del Salón Colón sea ahora la de Restauraciones del Mercantil es un signo de avance cultural importantísimo dentro del tesoro artístico e histórico que encierran las hermandades de penitencia sevillanas. Las hermandades están cada vez más concienciadas en la necesidad de conservar su patrimonio artístico, antes que encargar nuevos enseres. Por ejemplo, la gran restauración de este año, que es el reestreno del palio de la Virgen del Valle, que se expone aparte, en la Fundación Cajasol, tras su ejemplar intervención en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH). En otra época, los hermanos del Valle estarían orgullosos del palio nuevo que estrenaban este año, mientras este meritísimo antiguo lo habían vendido a una hermandad de pueblo, incluso de fuera de Andalucía. Ahora, gracias a Dios, es todo lo contrario, en ese palio de la Virgen del Valle devuelto a su belleza original vemos cómo ha calado la mentalidad restauradora de una Sevilla saturnal que devora a sus hijos y a sus mejores obras de arte, de lo que podríamos poner miles de ejemplos en el patrimonio arquitectónico de la ciudad que fue y que ya hace muchos lustros que no existe, derribada y construida de nueva planta.
En la muestra del Mercantil se expone la gran restauración del manto de la Virgen del Socorro, trabajos que han durado dos años y han servido para recuperar una de las mejores piezas de bordado de la Semana Santa, obra de Concepción Fernández del Toro. Otras de las grandes piezas que se exponen son el techo de palio de la Virgen de la Caridad del Baratillo, de próxima y anunciada coronación el 14 de septiembre de 2024, y el frontal de los respiraderos de la Virgen del Patrocinio del Cachorro, que fueron ejecutados por Villarreal hace 50 años después de que los anteriores desaparecieran en el incendio de la capilla.
Si van a la exposición del Mercantil, sacarán la moraleja de las viejas fábulas, en este caso sobre nuestra Sevilla. ¿No es más culto y conveniente así, restaurar, antes que destruir y levantar adefesios de nueva planta? Ay, si esa mentalidad restauradora que triunfa ahora afortunadamente en las cofradías hubiera llegado, ¿qué digo yo?, cuando los derribos de la Plaza del Duque o cuando Las Setas.
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