ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  21 de marzo  de 2023
                               
 

Machismo cofradiero

Esa Ley de Paridad que quiere aprobar el PSOE y que establece que en los consejos de administración y en las listas electorales tiene que haber tantas mujeres como hombres podría acabar con todos los problemas de la masificación de nazarenos en las cofradías. ¿No se aprobaron las normas para que las mujeres pudieran salir de nazareno? Pues en algo parecido puede encontrarse la solución. Que no sólo en las juntas de gobierno, sino en el cuerpo de nazarenos de una cofradía haya tantas mujeres como hombres. Y como salen menos mujeres que hombres, pues se establecía así de hecho el "numerus clausus" al que nadie se atreve a meterle el diente. Bastaría con decidir en unas normas diocesanas que por cada mujer nazarena hubiera un hombre nazareno. Vería usted lo cortitos que iban a ser algunos cortejos (como su mismo nombre indicaría) y cómo no iba a haber problemas de cruces y de tapones, ni obligaciones de rodeos absurdos e infinitos para evitarlos.

En cuanto entre bromas y veras acabo de escribir está expuesto a brochazos un asunto muy serio, al que últimamente no se le está prestando mucha importancia, y mira que la tuvo en su momento de reivindicación y novedad. Me refiero al machismo y al papel de las mujeres en las cofradías. No se puede juzgar nunca el pasado con la mentalidad del presente, pero las cofradías fueron machistas a machamartillo. Algunas incluso tenían listas separadas, de hermanas y de hermanos. Y ni pensar que la mujer pudiera ocupar un cargo en la junta. La mujer en la cofradía estaba para ayudar en lo que ordenaran los hermanos, pero nunca para mandar, tomar iniciativas o participar en los cabildos.

El símbolo era el planchado de la túnica. Parecía que la mujer estaba en las cofradías sólo para planchar las túnicas del marido y de los hijos, aparte de para limpiar la plata en la priostía. Y para llevarle el bocadillo al niño a la salida de la Catedral. ¿Sigue siendo eso hoy así? Afortunadamente, no. Igual que nuestra sociedad toda, en las cofradías se ha atenuado, si no acabado, el machismo. Y la prueba la vi en una tintorería el otro día. Una señora estaba recogiendo las túnicas de la familia que había llevado para planchar. Lo que antes tenía que hacer ella, dale que te plancho sargas y ruanes, ahora lo lleva a la tintorería. La mujer ya no está para planchar túnicas, porque las lleva a la tintorería. Es la liberación de la mujer nazarena. Y dos veces que suele ir la túnica a la tintorería. En cuanto acaba la Semana Santa, para quitarle las manchas de cera, y ahora en la Cuaresma, para dejarla sin una arruga tras haberla bajado del altillo, con su viejo olor a humedad y a familia. Y de coger la caja de la costura para alargar la túnica del hijo, que se le quedó corta, ni mijita. Lo vi en el cartel de una mercería de barrio, símbolo de todo un cambio de mentalidad sobre la mujer en las hermandades: "Se arreglan túnicas de nazareno". Aunque el mejor símbolo sería ver a una señora como hermana mayor de una cofradía de las históricas y grandes. ¿Llegaremos a verlo?

 

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