Los hay especialistas en dar pregones y otros, por el cargo que ocupan, tienen que adquirir una cierta práctica en la presentación de pregoneros. Es lo que le ha ocurrido al teniente de alcalde delegado de Gobernación y Fiestas Mayores, don Juan Carlos Cabrera. De quien diría los elogios que se merece su tarea de estos años en que las Fiestas, tanto la Feria como la Semana Santa, se han puesto tan complicadas que se ha necesitado toda la mano izquierda que ha derrochado nuestro protagonista de hoy, si no fuera por otra circunstancia: porque se ha despedido. Y por dos veces, en las presentaciones de los pregones más recientes: se despidió primero en el pregón de Semana Santa de Enrique Casellas y se ha vuelto a despedir al presentar al director de la Real Academia Española como pregonero taurino en el acto organizado por la Real Maestranza de Caballería.
Ya que estamos con Fiestas, yo le cantaría al señor Cabrera las "Sevillanas del adiós": "No te vayas todavía". Espero y confío en que esa despedida de Cabrera en la presentación de los pregoneros haya sido protocolaria, como una señal más de la educación y buenas maneras que ha derrochado en todos los años de su mandato. Espero y deseo que hayan sido unas despedidas tácticas, para dejar al alcalde Antonio Muñoz las manos libres por si quiere llevar en su candidatura como preconizado delegado de Fiestas Mayores a otra persona distinta a Cabrera. Porque me parece que prescindir de su experiencia en un cargo tan importante para la tradicional Sevilla es un lujo que un candidato a alcalde como el actual, Antonio Muñoz, no se puede permitir.
Otros dicen que Cabrera irá a la Diputación Provincial. ¿Como presidente de la Diputación acaso? Categoría para eso tiene, evidentemente. Pero no lo hago yo en la Diputación, donde no hay Cecop, no hay primer tubo de la Feria, no hay noche de los fuegos artificiales, no hay Velá de Santa Ana, no hay Corpus, no hay fiesta de la Virgen de los Reyes, no hay luces de Pascuas de Navidad, no hay una ciudad apegada a sus tradiciones, que pide el respeto que le da un señor creyente y que se lleva divinamente con la derecha más rancia y sevillana, que lo respeta y aprecia porque él, a su vez, tiene el máximo tacto con estas cuestiones diríamos "hispalenses".
Si creen que esto es una defensa para que don Juan Carlos Cabrera Valera continúe de delegado de Fiestas Mayores si gana el PSOE las elecciones con Antonio Muñoz de alcalde, están en todo lo cierto. La Diputación, sí, tiene su importancia y su presupuesto nada despreciable, pero me parece un trastero de antiguos concejales que no han merecido la repetición en los puestos que tenían en sus ayuntamientos y que se ocupan de cuestiones un tanto oscuras, por fundamentales que sean para los pueblos de la nuestra provincia, que lo deben de ser. Aunque sé que más que un elogio del señor Cabrera, le estoy haciendo una faena, con la mejor de las intenciones: si el PSOE gana, prontito va a volver a ser delegado de Fiestas Mayores si lo pide Burgos...
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