Ea, pues de aquí al día 28 vamos a estar entretenidos. ¿Con los preparativos del Rocío? No, eso también. Vamos a estar entretenidos con la campaña electoral, de la que ha sido parte la Feria: nunca he visto tantas recepciones para atraer a la gente en los territorios que se consideraban políticamente adversos, para ganar votos. El entretenimiento del que hablo es que nos vamos a hartar de oír promesas de las que luego no se cumplen, que para eso se hacen en las campañas: para no cumplirlas. Y en cuanto a la coincidencia con el Rocío, ya es puntería para Andalucía. En otras tierras en las que además celebran las autonómicas dará igual, pero aquí le hacen un pie agua a mucha gente poniendo las municipales el Domingo del Rocío, ay, mi Rocío... Ay, mi Rocío, que entre el mosqueo de los pueblos afectados por la negativa del Gobierno de Madrid a regar los frutos rojos con aguas superficiales y la gente en el Rocío, veremos si se las ponen al PP como a Fernando VII para hacerse por vez primera con la Diputación de Huelva.
Sin que haya empezado todo el fregado que digo, ya hemos estado entretenidos en los días finales de la Feria con el famoso "formato". ¿A qué llaman "formato"? Pues a los días de duración y elección de las fechas de la Feria. Sin que oficialmente haya un debate, casi todo el mundo quiere volver al "formato antiguo" de la Feria de martes a domingo. Ha habido como una sorda protesta de los sevillanos que se han ido a la playa a partir del que llamaremos en lo sucesivo "el miércoles del rabo de Morante". Se han ido los sevillanos y han venido los guiris y la gente de Madrid.
Sin que haya habido encuestas, ni del CIS ni de las que no engañan ni manipulan, y sin que se haya abierto el debate político, el formato de los últimos años de la Feria les ha parecido a la mayoría de los sevillanos excesivamente largo. Y eso que había ganas de Feria tras los años de pandemia. Pero una semana entera, de sábado del alumbrado a sábado de los fuegos artificiales, no hay quien lo aguante. Traduzco: no hay bolsillo que lo resista. El que le gusta a los sevillanos es el de siempre: el de la Feria que empezaba el martes a las 0 horas con el alumbrado y el "pescaíto", y terminaba el domingo con los Miuras y los fuegos artificiales. Era la medida áurea, mantenida durante muchos años, y eso es por algo. Los experimentos iba a decir que con gaseosa, pero sonaría a rebujito de Feria larga. Los experimentos mejor para otras capitales andaluzas que tienen tradición de ferias largas.
Hasta tal punto el "nuevo formato" no ha cuajado, que en los carteles de toros este año no hemos hablado de "corridas sin farolillos" y "corridas con farolillos". Tan larga ha sido la Feria y tan medido el abono taurino, que no ha habido sitio para farolillos sí o farolillos, no. Así que aviso a los candidatos a alcalde: si quieren ganarse al personal, que se apresuren a decir que son partidarios de volver de la Feria de martes a domingo, como siempre, para que no se vaya media Sevilla a la playa porque no la puede aguantar ni pagar tan larga. No perdamos también ese sentido de la medida.
Correo
Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico
