ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla, 14 de mayo  de 2023
                               
 

Echa vino, montañés

No creo que Sánchez sea aficionado a la lectura de poesía. Pero en cada mitin de su periplo por España en la precampaña lo he creído lector y admirador de Fernando Villalón y sus "Romances del 800". En cada mitin ha hecho (y hará en plena campaña realidad) los versos de "Diligencia de Carmona": "Echa vino, montañés,/que lo paga Luis de Vargas,/el que a los pobres socorre/y a los ricos avasalla". Eso es lo que viene haciendo desde hace meses, echando vino, o sea, millones y más millones, para ganarse el voto joven. Ya lo pagará Luis de Vargas. Que somos los contribuyentes, o los futuros gobiernos de las autonomías, los ayuntamientos y la nación. A un mes del 28-M, sólo siete de las demagógicas promesas electorales que ha hecho suponen 8.000 millones de euros. 8.000 millones más de deuda pública, más trampa del Estado, por más que Bruselas nos llame al orden. Le da igual. ¿Quién va a pagar esos 8.000 millones de pesetas? Ah, Luis de Vargas: los ricos, las grandes empresas o eso que se ha inventado y llama "la clase media trabajadora".

Me sorprende e indigna que al PP, ante este disparate sobre cualquier costosìsima medida anunciada de cara a las elecciones, lo único que se le ocurra decir es que eso se lo han copiado a ellos. No que se están utilizando las instituciones y el dinero público para hacer la campaña de las candidaturas sanchistas, no: que eso se lo han copiado. Que chorrada semejante ya la anunciaron ellos. España ve pregonar uno tras otro, como una lluvia fina en este tiempo de sequía, los anuncios más populacheros y demagógicos usando al Gobierno como tribuna electorera del partido. Y nadie protesta de que con dinero público vayamos a financiar las promesas de su partido en la campaña. Como los 2.500 millones en avales para pagar el 20 por ciento de la hipoteca de compra de la primera vivienda de los jóvenes. O el pago del 50 por ciento de los viajes en Interrail por Europa para que los jóvenes (en paro en un 30 por ciento) conozcan mundo, o abonarles el 90 por ciento si los trayectos son por España. ¿Y quién paga la financiación de 4.000 millones para 43.000 viviendas en alquiler? ¿Y quién la construcción de viviendas "asequibles" en terrenos del Ministerio de Defensa? ¿Y quién corre con el costo de esos solares de cuarteles ya cerrados, con cuya venta tanto se aminoró la deuda pública en anteriores gobiernos? ¿Y cómo se movilizan 50.000 viviendas del "banco malo", que resultan ser pisos peores todavía, que muchos ni están terminados siquiera ni en lugares donde la gente se quiera ir a vivir?

Nadie protesta de que Sánchez haya convertido los consejos de ministros (y ministras) en un costoso mitin electoral. Ni que las descabelladas protestas sean anunciadas en mítines, antes de pasar por el propio consejo de ministros (y ministras) o de ser enviadas como proyecto de ley o decreto-ley a las Cortes. Tú promete ahí, compañero Sánchez, que el PP no rechistará y dirá que se lo hemos copiado. En cuanto a pagar, ¿para qué cree usted que sirve poder subir todavía más los impuestos?

 

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