Creíamos que Antonio Muñoz era de Sevilla y José Luis Sanz de Tomares, donde con tanto éxito su buena gestión repitió mayorías absolutas. Pero, las cosas de Sevilla, resalta que era justamente al revés. Antonio Muñoz es de La Rinconada (y a mucha honra) y José Luis Sanz es de la Puerta Osario, del número 16 de la calle José Laguillo. De nada ha servido que en la campaña le dijeran tantas veces: "Claro, como usted no es de Sevilla..." Más de Sevilla que el muy cofradiero bacalao de la calle Argote de Molina, que da nombre popular a la cuesta y que puso en esa esquina su tío abuelo como muestra del nombre comercial de su tienda de comestibles, cuando vino desde Soria a trabajar y a abrir un ultramarinos. Así que queda probada la sevillanía de Sanz, y la tradición familiar de trabajo por nuestra tierra. Con Sanz se ha dado en Sevilla y en todas las capitales de Andalucía el "efecto Juanma" la vez primera que Moreno Bonilla arrebató el poder al PSOE tras cerca de cuarenta años de imponer su régimen clientelar en la Junta de los ERE. Nadie daba un duro por Moreno Bonilla y al final todos terminaron votando a "Juanma", hasta el punto de producirse el cambio que todos creían imposible.
Y con Antonio Muñoz se ha demostrado que la gente está harta de pactos con los filoetarras, abolición de la sedición, "si es sí", eutanasia, aborto, manejo del TS y desaparición de la separación de poderes. Lo que pasa es que la gente la ha pagado con Antonio Muñoz, que no tiene la culpa el hombre del "efecto Sánchez", que le guste tanto aferrarse al poder a costa de lo que sea y de pactar con quien haga falta, así como de dar barzones en el Falcon y hacer promesas con cargo al bolsillo de los contribuyentes y de aumentar la deuda pública.
Las elecciones municipales tenían mucho de ensayo general con vestuario para las generales de diciembre y parece que se han impuesto esos mosqueos contra Su Sanchidad sobre el proyecto de gobierno de Sevilla que tenía Muñoz, a quien hay que reconocer que ha trabajado lo suyo. ¡Lo que se ha movido este hombre durante la campaña, en todos los sectores de la ciudad! Pero, ay, compruebo que la basura también vota, y que la general creencia de lo sucia que está Sevilla le ha pasado factura. Dejando que el PP de Sanz barra, y nunca mejor dicho, hablando de Sevilla sucia. Como también han votado por Sanz todos los problemas que Muñoz y Espadas no terminaron de resolver.
Y al final, pero no lo último, no le arriendo las ganancias a Sanz en cuanto necesita de Vox para partir el bacalao en Sevilla. Ya mismo lo tenemos pregonado por el PSOE y Podemos como peligrosísima ultraderecha antidemocrática. Mientras Sánchez pacta con los herederos de los asesinos de Alberto y Ascen, no es lo mismo que Sanz sea alcalde con el apoyo de los concejales de Vox, que como bien saben ustedes tienen cuernos y rabo. (Ah, no, que el del rabo es Morante de la Puebla...)
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