ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  6 de junio  de 2023
                               
 

Listas de recuelo

Menuda ha liado Sánchez con su maldad de poner las elecciones generales en plenas vacaciones, para que no votemos y así pueda seguir dando vueltas con el Falcon, sintiéndose el virrey de La Moncloa y mandando a por tabaco a Don Felipe VI a los países más lejanos cada vez que le conviene. Por cierto que Sánchez también ha salido relativamente perdiendo al poner las elecciones en pleno puente de Santiago en las regiones donde sigue siendo festivo el día del Patrón de España y de la Caballería. Salvo que se vaya por San Pedro o por San Juan, se quedará sin disfrutar con cargo a los presupuestos del Estado de sus habituales vacaciones en La Mareta de Lanzarote y en el Palacio de las Marismillas de Doñana, en los que no sé cuánto se habría gastado este año para acondicionarlos, como suele hacer todos los veraneos.

Si con las elecciones en julio nos ha puesto en un brete a todos los españoles, y 500.000 están con las carnes abiertas porque les toque formar parte de una mesa electoral habiendo ya pagado un crucero o un exótico viaje a un lejano país y no le devuelven el dinero si no lo usa y le meten un multazo o incluso cárcel si no acude a su colegio como presidente, vocal o suplente el 23-J, a los partidos políticos sí que les ha presentado una papeleta buena. Están teniendo que hacer de prisa y corriendo las listas para el Congreso de los Diputados y el Senado, y en muchas ocasiones no saben con quién, dadas como son dichas candidaturas un cobijo para los que se quedaron sin trabajo en ayuntamientos y autonomías. Si no saben todavía en muchos ayuntamientos con quiénes van a pactar cuando se constituyan el día 17 y en muchas autonomías están en el aire las coaliciones para gobernarlas, en muchos casos no saben todavía ni quiénes son los cesantes a los que hay que colocar en puestos de los que se sale en las listas del Congreso y del Senado. En muchos partidos, sobre todo de la derecha, quien no sale elegido se vuelve a su trabajo, pero en la izquierda es común que los candidatos no tengan otro oficio que la política, y no hayan pagado la Seguridad Social en un puesto en la empresa privada o tras una oposiciones a la función pública. Abandonaron los estudios universitarios en su día, se apuntaron a las juventudes del partido, medraronm en ellas, les buscaron un trabajo y un sueldecito en la propia organización y después ya se colocaron concejales o diputados provinciales o nacionales. Vivieron siempre de la política, con el pretexto de servir a la comunidad. No se les conoce otro oficio ni anterior puesto de trabajo. Si no los ponen en las listas que se están confeccionando, peligra el pan de sus hijos y el tren de vida que se habían montado. Cobrarán el paro un tiempo y después no tendrán trabajo

Por eso desconfío de la calidad de los diputados y senadores de las listas del 23-J, tanto de derechas como de izquierdas. Estarán, seguro, hechas con los que han sido fieles apretadores de botones en los escaños del Palacio de las Cortes, pero también con el recuelo, la morralla y el rejú de los cesantes sin oficio a los que no pueden colocar en otro sitio tras los resultados del 28-M.

 

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