ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  10 de junio  de 2023
                               
 

Campaña embarrada

Como la materia, el Tertulianés no se crea ni se destruye, sino que se transforma. Algunas de sus frases y formas de hablar sin decir nada pasan de moda y quedan en arcaísmos de esta jerga, mientras otras mueren de éxito. "Como no podía ser de otra manera", por decirlo con una de esas frases que cada vez se oyen más. Al lenguaje, en los medios audiovisuales, se le quita todo lustre y precisión con el uso de tanta muletilla. Otra expresión que está de moda es cuando un tertuliano le dice a otro, en puro lenguaje del oficio: "Te la he dejado botando". O cuando acusa a algún ausente: "Se ha pasado de frenada". El otro día, comentando en un informativo los pactos entre la izquierda de la izquierda, escuché a alguien que, en plan Lopera con "a la misma vez", decía: "El acercamiento entre estos dos partidos se está produciendo poco a poco, paulatinamente".

En plena campaña electoral, hasta los candidatos y los dirigentes y portavoces de los partidos se contagian de las frases del Tertulianés. Y vengo observando que todos han descubierto, a pesar de la sequía, la moda de hablar del barro y del fango, por referirse a las malas artes en la dialéctica política del entrenamiento político, al no respetar las que hasta ahora eran sagradas reglas del juego, "líneas rojas", que se dice en Tertulianés. Llaman barro o fango al insulto como modo de oposición o de defensa del poder. Pero en el lodazal que se denuncia están siempre los demás, a los que se les acusa de arrastrarse por el barro y de enfangar el debate político, nunca los que lo denuncian.

Si lo observan, la eterna campaña electoral que vivimos en España hace tiempo que entró en esta etapa del barro y del fango, de las malas artes, de los más bajunos recursos para atacar al adversario, al que se considera enemigo. Si ha bajado el nivel de la clase política, y nos acordamos de la altura intelectual de los políticos de la generación que hizo la Transición, también ha descendido el ingenio en el debate político, la ironía, el humor como arma de destrucción masiva. Antes también se insultaba, pero con más gracia, derrochando finura muchas veces. Antes era como una esgrima entre caballeros; ahora, como una riña a navajazos, con facas cachicuernas "bellas de sangre contraria". A falta de argumentos, se insulta directamente al oponente, y muchos debates son goyescos enfrentamientos a garrotazos verbales entre las dos Españas que han resucitado. Llamar "facha" o "nazi" al adversario es moneda de curso común en este embarramiento de la política. Que quizá no lo hayan considerado de este modo, pero que también es una forma de invitación a la abstención, ante los lamentables espectáculos verbales que se producen. Palabras que antes ni se pronunciaban son ahora de curso corriente: "Tramposo", "mentiroso", "corrupto", "explotador", "asesino", "rojo hijo de puta". Y como desgraciadamente va a seguir así hasta el 23 de julio, sugeriría a los políticos que embarran la campaña que por lo menos usaran un poco de arte en el insulto. O que en los argumentarios del día les pusieran al menos un par de frases con ingenio.

 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio