ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  7 de octubre  de 2023
                               
 

La venganza del Lope de Vega

Es lástima que por falta de conservación a lo largo de los último tiempos el teatro Lope de Vega tenga que cerrar un año para evitar pérdidas mayores y más irreparables. Una lástima de teatro. Una delicia de teatro. Fue de lo más señero que se construyó para la Exposición Iberoamericana de 1929, obra de Vicente Traver. Un autor cuya valía en el regionalismo arquitectónico ha quedado siempre como en un segundo plano, ensombrecida por la fama popular de Aníbal González y Juan Talavera. El mayor elogio que, sin saberlo, hacen los sevillanos a los edificios de Vicente Traver es creer que son de Aníbal González, que para ellos es la cima de la calidad arquitectónica y de su conexión con el gusto popular de cuanto se construyó en Sevilla en vísperas de la Exposición de 1929.

El Lope de Vega es una preciosidad de teatro, de justas medidas, de gran lujerío y formaba parte del llamado "Pabellón de Sevilla", conectado por dentro con el Casino de Exposición. Durante muchos años fue el teatro oficial de la ciudad, el de los actos municipales importantes, los grandes acontecimientos. El teatro les daba una solemnidad especial a los actos oficiales, los hacía más nuestros. Me acuerdo ahora del Pregón de Semana Santa. Cuando fue derribado el Teatro San Fernando, el Pregón pasó al Lope de Vega, que encontró su escenario ideal, íntimo, ni grande ni pequeño, respirando sevillanìa por su patio de butacas, sus palcos, por las plateas de la primera planta, hasta por el gallinero. El Lope de Vega fue una especie de salón de recepciones de la ciudad, y allí se celebraban todos los actos dignos de atención, como el Pregón Taurino, que tuvo allí sus más brillantes paisajes en la visión sevillanísima de la Fiesta.

¿Qué pasó luego? Pues que se hizo el Teatro de la Maestranza y dejó a un lado al elegante y clásico Lope de Vega, que en sus buenos tiempos de la Sevilla de los 40 del siglo pasado tuvo hasta su pequeña temporada de ópera por todo lo alto, con público vestido de esmoquin y de tiros largos. El Maestranza arrinconó al Lope de Vega, que paso a ser lo que nunca: una sala de temporada. En los buenos tiempos del Lope de Vega no había temporada de teatro, que quedaba para ser representado en las salas comerciales como el San Fernando, el Cervantes y el Alvarez Quintero, y a veces el Coliseo España. Sí había en el Lope de Vega muchas actividades teatrales de colegios sevillanos. ¿Quien no ha hecho de actor en una función colegial en el Lope de Vega?

Pero es que al Maestranza, a estos efectos del gran teatro oficial de la ciudad, le echó luego la pata el auditorio de Fibes, que es donde empezaron a celebrarse los grandes actos oficiales, presentaciones y entregas de premios. El Lope de Vega cada vez fue quedando más arrinconado, con el encanto que tiene, y lo asolerado que está en la vida sevillana, oficial y real. Ya en los albores de la democracia le hizo una primera restauración Víctor Pérez Escolano, pero luego vinieron esas competencias de Fibes y del Maestranza y el Lope de Vega quedó como olvidado. Para mí que su actual estado y le necesidad de su cierre para restauración es la venganza que esta joyita de la arquitectura sevillana se ha tomado contra los grandes nuevos espacios escénicos que hicieron olvidarse de él.

 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio