Lunes 30: Prueba del alumbrado
Se encendió anoche, por lo de la fidelidad a
abril y para perpetuar quizá como costumbre que la Feria dure ya
siempre una semana entera y plena. Da lo mismo abril que mayo. Es
la magia de Sevilla. La Feria
de Abril es en Mayo como los seises son 10 y el Pasmo de
Triana nació en la calle Feria. Pero hablo especialmente de la
portada. ¿Qué representa este año la portada? Pues
lo mismo de siempre: a la portada. En la cultura de lo efímero,
se toma la excusa de que cada año represente un motivo distinto,
un puente, una iglesia, un monumento, una antigua puerta de la
cerca amurallada. En realidad, representa siempre lo mismo: la
idea que de la imagen de la portada tiene Sevilla. No hay nada
más nuevo que la vieja arquitectura de la portada, en este hito
emblemático gracias a Dios no ha metido mano Bofill. Dice el
alcalde "hágase la luz", Currito, dale al botoncito, se
enciende la portada y se obra el milagro de que, con las
bombillas, la portada de este año sea la misma portada de todos
los años. Por la portada encendida no pasa el tiempo, retrato de
Dorian Grey de la Feria. Que algo cambie para que todo siga igual
en el perenne Gatopardo que es Sevilla. La prueba del alumbrado en
un alumbrado que está más que probado. La
portada representa a la portada y Sevilla se pone como
las locas a representarse a sí misma. La verdad es que lo hace
divinamente.
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Domingo 29: Días de
"atender"
Suena el móvil y el sevillano lo descuelga.
Pegamos la oreja: "No, no hace falta, tú sabes cuál es la
caseta, sí, en la calle Juan Belmonte. Tú dile que pregunte por
mí, y descuida, que aunque no lo conozcamos, si es amigo tuyo,
basta. Estáte tranquilo, que lo atenderemos como tú te
mereces". "Atender". El verbo que generosa y
hospitalariamente empieza hoy a conjugar Sevilla en presente y en
primera persona, singular y plural. No sólo atendemos a los
amigos de Sevilla y a los que vienen de fuera, sino hasta a los
amigos de los conocidos que no vienen este año, pero que, como al
sevillano de la conversación del teléfono, nos envían la
legacía de un recomendado. Cada sevillano, hasta el 6 de mayo,
será una desprendida y espontánea Oficina de Atención al
Visitante. Sin que nadie lo ordene, sin que el alcalde tenga que
echar un bando, nos esforzamos. Cumplimos a la perfección nuestro
papel en la gran representación con virtuosismo de premio Mayte
de teatro. "Atender" cuesta dinero y cuesta tiempo, y a
menudo no se reciben ni las gracias. Pero somos así. Ya verá
usted cuando aparezca por la caseta de la calle Juan Belmonte ese
señor de fuera al que atenderá el sevillano del teléfono
móvil, cómo lo ponen de manzanilla y de tapas... Así vienen
luego 10 millones de visitantes, ¿no van a venir? Se irán todos
encantados de cómo los hemos atendido en Sevilla, y el año que
vienen nos mandarán a otro para que lo atendamos.
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Sábado 28: Una huelga contra
José Tomás
Que en plena Feria
de Abril se ponga en huelga el
Ave es como si en Detroit se declaran en huelga los
proveedores de acero en plena campaña de producción de
automóviles. A la principal industria de Sevilla, que es el
turismo, se le ha puesto en huelga el primer abastecedor de
materia prima, el Ave. Ahora muchos se enterarán de la condición
de plato de segunda mesa en que la compañía Iberia dejó a
Sevilla con los escasísimos vuelos entre Barajas y San Pablo. Los
famosos que venían a "las ferias" están que trinan.
Por decirlo en su propio lenguaje, se van a quedar sin pasear en
calesa y no los van a poder sacar en el "Hola"
marcándose unas sevillanas y tomándose unos finos con un pata
negra. Pero los que de verdad están que trinan con la huelga del
Ave en plena Feria de Abril son los reventas de la plaza
de los toros. Ciertos son los ídem. Los reventas, tanto los
camellos al menudeo como los traficantes de entradas al por mayor,
sí que van a tener una merma importante en la llegada desde
Madrid de materia prima para su negocio. La huelga, en realidad,
va contra José Tomás y los que vienen a verlo desde Madrid,
aprovechando el puente del 2 de mayo. Tenemos que confirmarlo,
pero nos han dicho que el "de facto" legalizado
Sindicato de la Reventa de la Plaza de Sevilla, al que están
afiliadas muy ilustres personalidades, ha presentado protesta
formal contra la Renfe, por aquello del lucro cesante.
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Viernes 27: La Feria de los dos
sábados
Lo oímos por la radio ayer por la mañana, a la
hora en que las emisoras locales informan de las clásicas
retenciones en la carretera de Utrera y en el Puente del
Centenario, y nos pareció tal barbaridad, que lo creímos errata
de locución. Pero luego lo vimos en el papel de las gacetas. La
Delegación Municipal de Fiestas estima que en la Feria
habrá 10 millones de visitantes. Traduzco: 1 de cada 4 españoles
estará en la Feria. Sigo traduciendo: en la Feria se meterá un
contingente de criaturas equivalentes a 10 Rocíos, que recibe el
famoso millón de visitantes. La Semana Santa ya estalló por este
sobredimensionamiento el año pasado, en la triste Madrugada. Así
que ojito con la niña, con la Feria. Piénsese que este año hay
dos sábados de Feria. El lunes 30, víspera del Día del Trabajo,
es como sábado. Y encima con medio Madrid aquí, porque allí
tienen un largo puente con la fiesta autonómica local del 2 de
mayo; cogiendo permiso el lunes se pegan cuatro días en "las
ferias", como dicen ellos. Los primeros días de Feria,
cuando siempre se puede ir tranquilito y sin aglomeraciones,
estarán este año empetados. Así que, mirados almanaque en mano,
los 10 millones de visitantes que parecen barbaridad se convierten
en simplemente en horror a la vista.
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Jueves 26: Tres Domingos de
Ramos
Se lo hemos leído
a un sevillano
clásico donde los haya, en el teletipo de las amapolas de
Internet: el que viene es el Domingo de Ramos de la Feria.
Ole. Tiene usted toda la razón, amigo. Cuando en la plaza de los
toros se celebra la Exhibición
de Enganches,
vemos el primer coche de caballos con la ilusión del primer
nazareno. El primer nazareno es siempre de El Porvenir o de La
Cena y el primer coche es siempre de Rocío de la Cámara o de
Alvarez Colunga. Los carteles de Tráfico señalando el camino que
tomar hacia la Feria son en el paisaje de la ciudad como las
sillas puestas en la carrera oficial. (Por cierto, ¿por qué las
calesitas y no las casetas como imagen simbólica en esos
carteles?) Y así puede usted continuar hasta el infinito las
comparaciones. Pero caemos en la cuenta de que el domingo pasado
también fue Domingo de Ramos. El de Resurrección es el Domingo
de Ramos de los Toros, una mijita de Domingo de Pasión también
por lo del Pregón Taurino. En cuanto a la Feria, su mejor pregón
es la mañana dominical de enganches que se le ocurrió al difunto
y animoso Antonio Sánchez Bedoya, que fue al actual esplendor de
los coches de caballos lo que Ybarra y Bonaplata a la fundación
de la Feria. Así que ya lo saben: en Sevilla tenemos tres
Domingos de Ramos.
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Miércoles 25: "Ya huele a
albero"
Se trata del anuncio radiofónico de un magnífico
café, otrora sevillano como su nombre (contracción de apellidos
que suenan a Hermandad de la Macarena), pero ahora en manos del
gigante multinacional Kraft Jacobs Suchard. Ya nos extrañaron
estos anuncios en Semana Santa. En los carteles ponían a unos
extraños nazarenos de la Trinidad y en la radio decían que lo
clásico era que los cofrades (sic) se sentaran en un velador, a
comentar, delante de un café. No con tinto y pescado frito, no:
con café. Ahora presentan al café como la bebida clásica de la Feria. ¿Es que va a desplazar al rebujito como la manzanilla
desplazó al fino? Regalamos un vale para montarse de balde en
todos los cacharritos de la Callelinfierno a quien nos diga en
qué caseta dan café. ¿O será que las buñoleras gitanas se nos
han puestos multinacionales de la alimentación y darán café en
lugar de chocolate? Pero lo mejor es lo del albero. Lo más
sorprendente es que el anuncio radiofónico y feriante del café
proclama que en Sevilla "ya huele a albero". ¿A qué
huele el albero, Dios mío de mi alma? El redactor del anuncio ha
oído campanas de azahar,
pero no sabe qué es el albero. Se creerá que también es una
flor. O a lo mejor estamos resfriados o con la alergia de las
magnolias y las jacarandas en flor no lo notamos, pero el albero
huele. A chamusquina de disfrazar de sevillano lo multinacional.
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Martes 24: El santo seise
Los teníamos cardenales, como Spínola.
Predicadores, como el Padre Tarín. Monjas, como la que nació en
las mismísimas cámaras de la Giralda y fue como el título de
una copla: La Hija del Campanero. Fundadoras de niñas de los ojos
de Sevilla, como Sor Angela de la Cruz. Hablo de los santos
sevillanos. Beatos oficialmente en las proclamaciones del
Vaticano, pero santos para nosotros, sagrados lares y penates de
las hornacinas romanas del ancho patio de la memoria de la ciudad.
Nos faltaba un beato, perdón, un santo, seise. Un caballero
cubierto ante el Santísimo, elevado a los altares ante los que
tantas tardes bailó coplas de Pura y Limpia, de Corpus, del
secreto triduo de desagravio de febrero. Ya tenemos un santo que
ha tenido en sus manos los palillos del hermoso riá,
pitá a lo divino de las sagradas sevillanas boleras de los seises.
Se llamaba Manuel González García y, como el monaguillo del
chiste de la muerte del Papa, corrió por el escalafón
eclesiástico de seise a obispo, pasando por redactor de "El
Correo de Andalucía" de la antigua observancia de la Mitra:
así que llega Orgambides y como un golpe de gracia de su Cádiz,
el Papa le pega el santo babetazo a la colección de la
hemeroteca, enhorabuena, Fernando. El domingo beatifican a un
seise en Roma. Hace muy bien el alcalde yendo, aunque se pierda la
prueba del alumbrado. Todos los días no hacen santo a un seise.
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Lunes 23: Hágase la Sombra
Con la venia de Belmonte
y de su balconcillo de grada, permítannos una consideración
sobre los inmensos poderes de la Empresa Pagés. Se confirma que
iguala al Creador. En un nuevo milagro del pan y de los peces, ya
convertía los ladrillos en oro los días de reventa. Ahora igual
que Dios creó el Sol, la empresa ha creado la Sombra:
"Hágase la Sombra", y la Sombra se hizo. En la
plaza de Sevilla ha dejado de haber sol y sombra. Dan
las 7 de la tarde en el reloj, y la sombra llega exactamente a
las verjas que separan al tendido 6 del 8 y al tendido 9 del 11.
¡Qué puntería de astronomía, de plano de la plaza y, sobre
todo, de precios de la localidades! La sombra todo lo iguala. No
hay término medio, todo sol o todo sombra. La media hora de
atraso del comienzo de las corridas tiene unas evidentes razones
económicas. Nadie podrá verse menospreciado porque lo convidan
con una entrada que pone "Sol y Sombra", pero nadie,
tampoco, podrá regatear a la baja en la reventa un billete con
esa denominación segundona. Las tardes en que vean en las
taquillas el cartel de "No hay billetes" entiendan todo
lo contrario: hay muchos billetes, pero muchísimos, del Banco de
España, en las arcas de la empresa. Muchos más que cuando las
corridas empezaban a las 6 y media, no se había obrado la
avaricia de los dioses y existía aquello tan clásico de
"Sol y Sombra".
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Domingo 22: Puerta del
Príncipe, salir o entrar
En estas tardes de las corridas
medio nocturnas de las 7 en el abono de Feria en el Arenal,
los que están en los carteles y en el ruedo aspiran siempre a
salir en triunfo por la Puerta del Príncipe. Y los que acuden
para pintar la mona en la gran fiesta social (ópera con Tristán,
pero sin Isolda) procuran entrar en triunfo por la Puerta del
Príncipe. La Puerta del Príncipe es la puerta de las vanidades.
Como si la plaza no tuviera más accesos, todos entran por allí,
aunque vayan a una fila 12 de sol y sombra. En la Puerta del
Príncipe hay ya más paparazis que reventas, al aguardo de
famosos. Desfile de personajes, Pasarela Colón de la fama.
Todavía no mucho, pero a partir del viernes sin farolillos de
Ponce y Juli será ella, y ni les hablo de las tardes de Tomás,
Aquinate del escolasticismo del famoseo y el artisteo. Todo
Madrid, media Sevilla y cuarto y mitad de Jerez entrará por la
Puerta del Príncipe, para que los retraten llegando a los toros y
los saquen en el famoseo televisado. Pero mira cómo ninguno de
éstos, ni siquiera los de aquí, los que dicen ahora ante las
cámaras que les gustan tantísimo los toros, llega a la Puerta
del Príncipe en julio, cuando dan una novillada sin caballos en
la que han puesto a un muchacho de Lora del que nos ha hablado muy
bien un viejo aficionado que lo vio bajar las manos en La Algaba.
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Sábado 21: Me extraña lo de
Derby
Dicen los fiebres del fútbol que el Betis-Sevilla
(o Sevilla-Betis,
tanto monta) de mañana está teniendo menos apasionamiento de
vísperas que otras veces. Y mira que están los dos en plan corre
que te pillo en cabeza de la tabla... ¿Será porque en una ciudad
de primera tenemos equipos de segunda con presidentes de cuarta?
Pero lo que más nos extraña no es "el partido de la
máxima" en sí, sino la forma de nombrarlo. En esta ciudad
que habla tan buen castellano, que lo escribe mejor todavía y que
tiene tanta gracia para poner nombre a las cosas como Adán en el
paraíso, es extrañísimo que nunca a nadie se le haya ocurrido
una palabra nuestra, con gracia, con guasa, con arte, para llamar
al encuentro Sevilla-Betis. La ciudad que acuñó el Pelotazo, la
que le puso Madrugona a la Madrugada del 2001, la que inventó el
tristemente célebre Lunes de Resaca, o lo de la Noche del
Alumbrado, no ha acertado con un nombre redondo para los partidos
de máximo riesgo y máxima pasión. Que al Betis-Sevilla le
llamemos "Derby", como si fuéramos no digo ya ingleses,
sino madrileños, quizá sea exponente de una honda crisis de
sentido del humor en la que oficialmente se llama a sí misma, con
título de José María Izquierdo, la Ciudad de la Gracia. [
Rivalidad
Betis-Sevilla, en cifras
]
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Viernes 20: Jugar a las cruces
de mayo
Por las aceras, otra vez, gloriosa y triunfal,
Campana, Parras, Pureza y convento de Sor Angela en miniatura, la
mesa de la cocina a la que los chavales han puesto una cortina
vieja de faldón, dos corchos que sobraron del nacimiento haciendo
de monte, unos geranios de la maceta del balcón como claveles
encañados y una cruz de palo a veces hasta con sudario de gasa
del botiquín del cuarto de baño. Y un tambor dale que te pego,
ran, cataplán. Benditas cruces
de mayo de los niños. Hay bofetadas para ser uno de los dos
costaleritos que llevan el paso. Y delante, muy serio, mandando si
hay que mandar, el capataz. "Menos paso quiero", dice
ante el paso minimalista y lúdico, que diría un intelectual
orgánico. Se va Luis León, pero vienen arreando con su afición
cientos de jóvenes cachorros. Los
niños juegan a las cruces de mayo. Y no lo ocultan. Y como
los niños dicen la verdad, no disfrazan su juego con la monserga
del testimonio cristiano ni lo ocultan tras el sahumerio del
compromiso cofrade. Les encanta jugar a las cruces de mayo y ya
está. Exactamente igual que muchos de los mayores, que juegan a
las cofradías como si fueran cruces de mayo, pero con la falsía
hipocritona de ocultar como un pecado esta maravilla de que aquí
nos guste tanto un paso, un tambor y una
corneta.
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Jueves 19: Pregones de Feria
Estamos en la sociedad mediática de la
informática y las plataformas digitales, de las
videoconferencias, de los correos electrónicos y de los mensajes
por teléfono móvil, pero aquí seguimos por el plan antiguo, de
artesanía (y de arte), anunciando con pregones lo que todo el
mundo sabe. Sevilla de MacLuhan, donde el mensaje es el medio: el
pregón. Si usted creía que pasada la Semana Santa estaban ya
dados todos los pregones, estaba muy equivocado. Ahora vienen los
pregones de Feria.
El profesor Clavero ya dio el suyo taurino en forma de lección
magistral, pero ahora vienen todos los pregones habidos y por
haber. El Club de Enganches organiza el I Pregón del Paseo de
Caballos y Enganches,
yo creo que es algo. En el Arrabal y Guarda dan el IV Pregón
Taurino de Triana. Habrá pregones de casetas de Feria y pronto
inventará alguien la tradición del Pregón de la Calle del
Infierno, las Calesitas y los Cacharritos. La Feria copia de la
Semana Santa. Tiene ya capillitas, tertulias, pregones, rígidas
normas. La Feria tiene ya hasta Oficio de Vísperas, celebración
litúrgica por lo civil que antes se reservaba a la Semana Santa,
al azahar y a los capirotes de la Alcaicería. El capirote de la
Alcaicería de la Feria es el primer tubo de la portada que el
alcalde aprieta. Y venga pregones...
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Miércoles 18: ¿Mamparas en la
Feria?
Para no desentonar ni fastidiar pasodoble alguno,
felicitamos muy cordial y sinceramente al alcalde por la pasada
Semana Santa. Y por el pueblo que tiene. Las marchas procesionales
han sido triunfales: adiós, Síndrome Madrugona. Todos contentos.
El 2000 nunca existió, especialmente a efectos hoteleros y de
imagen. De cuanto se ha dicho, nos quedamos con una inicial frase
del alcalde: "Ha sido una Madrugada como Dios manda".
Pero como canta María Jiménez: "Se acabó". Se debe
acabar la psicosis y no llevarla hasta el infinito. Perpetuar el
Centro de Coordinación Operativa y hacerlo definitivo quizá sea
fomentar la inquietud, dejar a la ciudad en permanente estado de
Madrugada. Dentro de las claves de algo tan sevillano como hacer
definitivo lo efímero. Pero hay que recordar que esto es Sevilla,
no el desembarco en Bahía Cochinos, con perdón por lo de
cochinos. Que no estamos en guerra. Que la Feria
no es un zafarrancho de combate y no es por tanto necesario puesto
de mando alguno. Con hacer las cosas "como Dios manda"
tenemos la clave del éxito. Mucho nos tememos que como el CECOP
funcione en la Feria, querrán poner mamparas en el paseo de
caballistas para que no se agolpe la gente en los arrecifes para
ver pasar en un pesetero a Marujita Díaz con un sombrero alancha
colorado.
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Martes 17: Papa de Feria
La última vez que vino el Papa, cuando Rafael
Manzano montó el gran altar barroco en el campo de Feria
y fue beatificada Sor Angela de la Cruz, el chiste que circuló
por la ciudad fue: "Juan Pablo II ha sido el único Papa de
la Historia que ha estado en la calle del Infierno". Quizá
en memoria de aquello, el callejero oficial de la ciudad ha
perpetuado el chiste. La portada de la Feria, cartujana este año,
está casi terminada. Viene retratada en los periódicos. Gracias
a la Portada Superstar podemos ver el nombre que le han puesto a
la calle por la que se llega a la portada, a la prolongación de
Asunción hacia Tablada: "Avenida de Juan Pablo II". De
lo más propio. No "Avenida de Ybarra y Bonaplata",
inventores de la Feria. No "Avenida de Isabel II", la
Reina que la otorgó a Sevilla. Avenida de Juan Pablo II, toma ya,
¿qué tiene que ver el Papa con la Feria? A la Feria, con calles
que llevan nombres de toreros, se entra por la Avenida del Papa.
Claro que el mismo guasón sevillano que creó el chiste de la
calle del Infierno podría hacer la nueva versión: "A la
feria se entra por la avenida del Papa para que se vaya uno
acostumbrando a la cantidad de papas tan simpáticas que se cogen
allí..."
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Lunes 16: Estrellas hoteleras
estrelladas
Es algo así como si se vendieran todos los Rolls
Royce y los Jaguar y sobraran utilitarios en los distribuidores de
automóviles. Nos referimos a la ocupación turística de los
hoteles. En Semana Santa se llenaron los hoteles de cinco
estrellas, no estaban al completo los de cuatro y había todas las
habitaciones que usted quisiera, hasta con balcón sobre
cofradías, en los de tres. ¿Está empezando a estrellarse el
"star system" de la inflación hotelera sevillana, en
esta moda de abrir hoteles y más hoteles, a ser posible con
encanto? ¿No se nos habrá ido la mano en los hoteles, como se
nos fue la mano en las grandes superficies y en todas las modas
económicas de proliferar los negocios presuntamente rentables
hasta hacerlos ruinosos? ¿O será que por fortuna empieza a venir
un turismo de calidad, del que verdaderamente deja dinero, en vez
de aluviones de visitantes de mochila, botella de agua mineral y
pernoctación baratita en la Fonda del Peine? En Feria habrá de
verse. Si en Feria se repite el fenómeno de la ciudad con las
calles al 100 por 100 de gente y los hoteles al 70 por ciento,
será la confirmación de que con tantos hoteles de tantas
estrellas algunos se van a estrellar otra vez, como se estrellaron
ya tantos en el 92.
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Domingo 15: El Rey, de
Rodríguez
En este segundo, glorioso y consecutivo domingo de
proclamación de la primavera, mañana de palmas por lo civil que
espera tarde de ovaciones, todo el mundo está la mar de contento
porque el Rey viene a los toros. Pues nosotros, no. Vamos a
quitarnos los antifaces, que ya pasó la Semana Santa. Nosotros
estamos contrariadetes, porque no se dice lo que aquí nos
atrevemos a proclamar: que no es que venga el Rey; es que no viene
la Reina. Guasa. Don Juan Carlos tiene que ir de Rodríguez a los toros.
Si en vez de una corrida de toros en la plaza de Sevilla fuera un
concierto de un tío con un violón en el Paseo Colón, prontito
se lo iba a perder la Reina. Pero la Reina constitucional aborrece
de la Fiesta Nacional de España. Que no me vengan con cuentos:
tan gran profesional como dice Peñafiel no es, cuando no puede
hacer de tripas ecologistas corazón de identificación con esta
Sevilla a la que le duele la boca de proclamarse española y leal
a sus Reyes. En este Primer Domingo sin Romero,
echaremos de menos a un Faraón
en el paseíllo y a una Reina de España en el palco del
Príncipe. Por si no queda suficientemente claro, diremos que la
Reina de España a la que echaremos de menos en el palco un año
más se llamaba Doña
María de las Mercedes, la regia esposa de Don Juan III. Qué Reina
más sevillana...
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Viernes 13: Penitentes sin
túnica
Estuvieron anoche desde las 11 a pie firme, para
que no se les pusiera nadie delante, frente al Arco, pero cuando
vino el paso de la
Esperanza, la avalancha, y tuvieron que verlo desde la
lejanía de la esquina donde fríen los calentitos en la calle
Andueza. O fueron a ver al Señor
de Sevilla cruzar desde Zaragoza y tuvieron que verlo desde el
Hotel Bécquer. Por no hablar de los que no encontraron más silla
que la última fila de la Plaza Virgen de los Reyes, Desde la
esquina de Don Remondo tuvieron que ver al Calvario
y a la Esperanza de Triana.
¿O no es penitencia ver las cofradías en La Campana desde una
silla de la carrera que está en la calle Tarifa? O las bullas en
las calles entaponadas. O lo que se tendrá que sufrir esta noche
para ver al Cachorro
por el puente.
Antiguamente, para hacer penitencia, se salía descalzo y con una
cruz en una cofradía. Ya no es necesario. Penitencia, penitencia,
lo que se dice penitencia es ahora ir a ver las cofradías, sobre
todo en los sitios recomendados por los programas y los tópicos.
Los que van divinamente son los nazarenos descalzos y los
penitentes con cruz. La penitencia queda ahora por la parte de
fuera de los cortejos. Ver cofradías es cada día mayor
penitencia. Por no citar la penitencia de querer llegar a ver a tu
Virgen o a tu Cristo y que la bulla te impida rezarles donde
querías, donde los vistes siempre, y hablo de la calle
ex-Varflora.
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Jueves 12: Corazón y
capataces-estrella
Con el corazón no nos referimos sólo al famoseo
lamentable de los balcones, donde se ponen los personajillos no
para ver las cofradías, sino para salir en "Hola" o en
"Contraportada". Ni nos referimos a los que llegan a la
cofradía con el paparazzi puesto, modelo Carmina Ordóñez en la
Esperanza de Triana, que dice la señora que cuando allí salgan
nazarenas entregará su medalla; pues a ver si es verdad y deja a
la gente llana del Arrabal y Guarda tranquilita a efectos de la
prensa del corazón, que la Trianera no la necesita. Con el
corazón nos referimos a esos capataces-estrella, que si no van
con el paparazzi puesto es porque no pueden. Son los del
"corazón". Los que usan esa forma tan poco varonil de
mandar: "Llámate, corazón". Eso es pluma, y no la de
los armaos... ¿Se imaginan a Salvador El Penitente diciendo la
mariconada de "llámate, corazón"? Hay muchos de estos
histriónicos capataces-estrella que parecen galanes de culebrón
delante de un paso, qué verborrea, qué cursiladas a costa del
Hijo de Dios o de su Madre... Se creen que más que mandar un paso
están dando un pregón. Como que pronto veremos a algunos de
estos capataces-estrella del "llámate, corazón" con el
chaleco amarillo de reglamento en el terno negro. Y aquí no debe
haber más Estrella que la que salió el Domingo.
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Miércoles 11: Así suena
Sevilla
Es Canal Sur
Televisión. Le apuntamos en justicia
el tanto. Cola del telediario de mediodía. Desconexión para que
cada provincia andaluza dé sus cofradías. Sale Sevilla. Y sacan
ni más ni menos que la belleza de las imágenes, a palo seco, con
el sonido original en que fueron filmadas ayer por la tarde o
anoche. Ni una palabra de más, ni una palabra de menos. Ni una
sola palabra. "Así suena Sevilla": tambores, runruneo
de bulla al fondo, la banda con la marcha sentimental, el racheado
de los pies de la cuadrilla. No sale ningún teólogo de la
Señorita Pepis dirigiendo mariconadas a una Virgen, ni se oyen
las habituales tonterías hispalenses de un discípulo de
Filiberto Mira o de un imitador de estrellas de Carlos
Herrera con una preocupante indigestión de Núñez
Herrera mal asimilado, ¿será por Herreras? Frente a la
verbalización horrorosa de los comentaristas de la Señal Única
del Pensamiento Único Cofradiero de las imágenes de La Campana
en directo, el silencio del sonido ambiente en diferido de Canal
Sur TV. ¿Habrá chuflas con afán de protagonismo en Canal Sur
para ponerlos a decir tonterías pseudolíricas? Pero prefieren el
silencio. Nos recuerdan así que la Semana Santa también es una
gran escuela de callar. Entre Gutiérrez Aragón y el Padre Cué,
casi todos siguen con el Padre Cué. Qué espanto...
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Martes 10: Tardes de
globalización
Dicen que el fenómeno universal más
característico de esta sociedad mediática es la globalización.
Podemos verla y tocarla estas tardes de cofradías con sol y
barrios metidos en el centro histórico. La vimos ayer tarde,
cuando trianeando,
como dice el capataz Vizcaya, el pasocristo de San Gonzalo
desembarcaba en Sevilla y venía por el puente el tío de los
globos. Los globos de dos orejas de Pokemon, los globos con forma
de teléfono móvil. Esta Sevilla perfecta a la que en estas
tardes no le falta más que montar en globo la ilusión de un
abuelo que lleva al nieto por vez primera a ver las cofradías.
Poco después, al chiquillo se le va el santo de los dibujos
animados al cielo, y los que están mirando el paso se ponen a ver
cómo el globo se pierde en las alturas. Los globos que perdimos
en los cielos que perdimos. Niños eternos todos en Semana
Santa, ese globo que se escapa ahora al cielo con tambores es
el mismo globo que se nos fue, ay, a nosotros. Nos lo vendió este
mismo tío de los globos que aún le sigue llegando a Sevilla por
el puente. Así que déjense de cuentos. Ni en las conferencias
internacionales ni leche migá con sopas gordas. Donde más se
sabe de globalización (sentimental) es en Sevilla por Semana
Santa. Y si nos ponemos a hablar de la globalización del CECOP
del GPS de la mampara del CSHCS, es que ni te cuento...
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Lunes 9: El sentido de la medida
Hablamos de la inflación y metástasis de la Semana
Santa, pero anda que la
Feria... ¿Qué cree usted que se puede hacer a las 22 horas
del Sábado de Pasión, si no es poner las flores en los pasos o
montar el altar de insignias? Pues no, el ínclito Castaño
Claver, con tienda abierta en la collación de la polémicamente
restaurada parroquia de San Vicente, organizó a la antedicha hora
en el Casino de la Exposición un desfile de su colección 2001 de
moda flamenca. Convocaba Raquel Revuelta y a modo de disculpa, la
cédula de convite incluía una "Nota importante":
"Por causas ajenas a la firma Castaño Claver el comienzo del
acto será a las 22 horas". Con lo que es presumible que el
desfile acabaría ya en Domingo de Ramos, casi con los primeros
niños nazarenos de la Borriquita por la calle. De todo lo cual se
infiere que aquel clásico y tópico "sentido de la
medida" hace ya mucho tiempo que se perdió. En el 92 no
consiguieron cargarse la Semana Santa, pero al paso que vamos...
Paso largo de Santa Marta, Patrona de la Hostelería, por
supuesto. Tengan en cuenta que hoy sale la cofradía patronal de
la Primera Industria de Sevilla, donde de milagro no han
sustituido a Arimatea y Nicodemus por Juan Robles y el Cura
Lezama.
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Domingo 8: Antonio de la Torre
No. Decididamente no. Para morir no es buena
cualquier hora. Ni cualquier día. Y menos las vísperas del gozo
que se abre hoy sobre la ciudad, radiante, casi ofensivo en el
contraste con la muerte. Con la rampla del Salvador esperando a su
Señor de Pasión, ha muerto un bravo capitán de la infantería
del periodismo sevillano: Antonio de la Torre. Cavó los
difíciles tomates de la información de los barrios en la
transición, cuando el movimiento vecinal era un alborotado
parlamento de pancartas: "Alcalde, chorizo, te quedas con los
pisos". Luego fue paciente cronista municipal del primer
ayuntamiento democrático y contador de prodigios en la ciudad
vesperal de la Expo. Su universo de esfuerzo, tantas mañanas
anónimo, fue el trabajo laborioso de una sección local. Aunque
sevillano tradicional donde los haya, ahora había abrazado con fe
de futuro la nueva observancia del periodismo digital. Sevillano,
devoto de Sor Angela, padrazo, en Internet queda su perfecta obra
póstuma: un delicadísimo, completísimo
y sevillanísimo especial de Semana Santa en la edición
digital de ABC. Qué doloroso estreno de Domingo de Ramos,
Gloria Gamito: la muerte del diputado del último tramo del Señor
de Pasión.
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Sábado 7: La palma rizada
Hombre, estas cosas se avisan antes... Digo que se
dice antes, se avisa, se advierte esto de que el delegado
municipal de Fiestas sea depositario familiar de una desconocida
artesanía tradicional cofradiera, como el rizado de palmas del
Domingo de Ramos. Gracias a su conferencia en el Ateneo nos
enteramos de que don Juan Ortega, como toda su familia desde
tiempo inmemorial, es un manitas rizando palmas del Domingo de
Ramos. Que los Ortega son los que hacen desde siempre el rizado de
la palma del Cristo de la Borriquita. Sevillana artesanía.
Rizados de primavera: la palma rizá y la vela rizá. Ciertamente
en los días que se avecinan le van a hacer falta todos sus
saberes tradicionales al señor Ortega. En esta ciudad no
"sosegada y en calma", sino atemorizada y en guardia,
mantener todos los servicios públicos semanasanteros en estado de
revista y policía, sin que roce un varal, a pesar de la psicosis
colectiva de esta preocupante Resaca de Madrugona, será como
rizar el rizo. Nuestra confianza ahora es mayor, conociendo que
don Juan Ortega sabe hacer arte popular y tradicional del rizado
de rizo. En cuanto a las palmas, ojalá podamos tocarlas el
Sábado Santo, cuando se hayan cerrado las puertas de San Lorenzo,
a él y a los responsables de todo este fregado complicadísimo en
que han convertido la Semana Santa.
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Viernes 6: Dos niveles de Semana
Santa
En este Viernes de Dolores, no sin dolor, pensamos
que siempre hubo dos niveles en la Semana Santa. Por un lado,
está la Semana Santa verbalizada, idealizada, pregonada, soñada,
evocada, recordada, memorizada por la ciudad. Y por el otro, la
Semana Santa de la realidad, de las bullas, de las sillas, de los
apretujones, de los veladores de los bares, de los carritos de los
niños en la Alfalfa, de los globos y de los puestos de almendras
garrapiñadas. Ocurre ahora que mientras la Semana Santa
verbalizada se ha ido idealizando cada vez más, la de verdad
está cada vez más vulgar e incómoda. La Semana Santa
verbalizada es ahora también digitalizada, informatizada,
grabada, televisada, fasciculada, coleccionable y encuadernable;
cada vez está más sublimada. Y la Semana Santa de la realidad,
por el contrario, está cada vez más achabacanada: aglomeración
insoportable, mampara, valla, bulla, vigilante, Policía,
Protección Civil, centro de control y fuerzas de intervención
inmediata. La Pasión según Sevilla cada vez se parece más a la
logística del desembarco en Normandía. El símbolo de los dos
niveles puede ser un niñato dando patadas a una lata por los
rincones de los meados, mientras por televisión sale gloria
bendita, pues no se ven los zapatos deportivos que lleva el
nazareno y la perfección de "Estrella Sublime" sigue
sonando como un sueño.
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Jueves 5: La ciudad-zoco
Nos habíamos hecho a la idea de que el Barrio de
Santa Cruz se había convertido ya sin remedio en un enorme zoco
de recuerdos de Sevilla. En cada portal, una tienda o un
puestecillo donde venden postales, cerámica, trajes de gitana y
esas camisetas que el que las imprimió se cree que tienen gracia,
lo de la siesta de Sevilla y todos los topicazos del mundo. Pero
cada día el zoco se extiende más. En versión muñequitas de
Marín y porcelanas de Lladró ya llegaba hasta la calle Sierpes.
Como el turismo tiene su punto de partido de los autobuses sin
techo en la Torre del Oro y cada vez hay más visitantes del Museo
Taurino de la Plaza de los Toros, el zoco se extiende como el
recorrido de los turistas. Ya es zoco casi toda la calle Alemanes
y, pasando la Punta del Diamante, sigue el zoco calle García de
Vinuesa adelante, hasta llegar al Arenal de Sevilla y olé, torre
del Oro, del oro que le sacan a los turistas vendiéndoles
postales y las malages camisetas de la supuesta gracia.
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Miércoles 4: De contemporáneo
a histórico
Los siglos no pasan en balde. Documentando el otro
día las líneas que publicábamos aquí sobre la centenaria
Joyería Reyes, el monumento de decoración modernista de la calle
Alvarez Quintero, nos dimos cuenta en los libros de Alberto
Villán Movellán que a muchos edificios hasta ahora tenidos como
de arquitectura contemporánea habremos de empezar a catalogarlos
como históricos, no vaya a ser que en la moda contra la
sevillanía destruyan obras ya centenarias. De 1901 son la
Estación de Córdoba y la Joyería Reyes, pero en los años
inmediatos se comienzan a construir todas las grandes obras del
modernismo y las primeras del regionalismo arquitectónicos.
Catálogo de Arquitectura Civil Contemporánea de Sevilla en mano,
de aquí a dos o tres años habremos de celebrar el centenario de
muchos edificios de Aníbal González, de Simón Barris, de
Azpiau, de Talavera. Lo advertimos porque como por poco se
pleitea, a ver si los cuidamos al menos estos poquitos años que
les faltan, para que la piqueta siempre amenazante se lleve al
menos por delante obras de arte de 100 años, no de 99, ni de 98,
ni de 97...
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Martes 3: Una joyería
centenaria
Si ayer hablábamos de la Joyería Ruiz con
retraso, en sus cincuenta años del actual establecimiento, hoy lo
hacemos de la Joyería Reyes, y con adelanto, o por lo menos con
exactitud centenaria. Pues no extraña que en esta ciudad que ha
celebrado los cien años de la estación de la Plaza de Armas
nadie se haya fijado en el hecho de que la Joyería Reyes de la
calle Alvarez Quintero esquina a Entrecárceles sea del mismísimo
año que la antigua estación de Córdoba y, por tanto,
centenaria: 1901. Según los datos de Alberto Villán Movellán, a
comienzos del siglo XX llegaron a Sevilla desde Córdoba los
hermanos Juan y José de los Reyes Cantueso. El primero,
constructor, hizo en 1901 este edificio, cuya decoración interior
es un autentico monumento del Art Nouveau. Y tan bien conservado y
rigurosamente mantenido en todo su conjunto por la misma familia
fundacional del comercio, que para nosotros que es el más
importante establecimiento modernista fuera de Cataluña. Así con
nuestra felicitación a los propietarios, nuestro agradecimiento
por este excepcional regalo de Reyes en una ciudad que alardea
tanto de cuidar sus cosas, cuantas tantas destruye y abandona
todos los días.
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Lunes 2: Joyería Ruiz
Si todos los santos tienen octava, imagínense los
centenarios y las bodas de oro. Vaya con retraso, nuestra
felicitación al veterano comercio de la calle Sierpes, que es
nuestro proveedor de copias de aquella preciosa medalla de plata
de la Virgen de la Antigua que acuñaron cuando el Congreso
Mariano de 1929. Celebra ahora sus bodas de oro el actual
establecimiento de la veterana joyería que fundó por don Rafael
Ruiz de los Ríos y que continúan sus nietos. Qué Sevilla ésta,
que si mal no echamos las cuentas, este establecimiento con 50
años con su actual decoración es el más veterano de la calle
más universal de la ciudad. Sierpes, como quizá Sevilla, es un
sueño de sí misma. No sé por qué decimos que Sevilla es una
ciudad tradicional, si acaba hasta con sus comercios
tradicionales, sin que le importe un bledo. Así que, estimado don
Ricardo Roldán, le rezamos a su San Fernando de plata antigua
para que su joyería siga siendo el resistente bastión de lo
clásico en una Sierpes cada vez más convertida en sucursal del
zoco turístico del Barrio de Santa Cruz.
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Domingo 1: Los toros, a las 7
Sostenemos que Sevilla
es una ciudad sin pulso, donde nadie nunca protesta de nada. Nunca
pasa nada. Lo decimos por la hora en que este año van a empezar
las corridas
de toros de la Feria: a las 7 de la tarde. ¿Usted ha oído
que alguien haya protestado? Nadie. Ni media palabra. Aquí todo
el mundo traga con todo. El paseíllo a las 7 significa dos toros
con luz eléctrica. El tópico del ascua de luz, trasladado al
Arenal por obra de Sevillana, qué éxito Jaime Ybarra. Dicen que
así va más gente a los toros, porque no se pierden la Feria de
la mañana (que empieza a las 4 de la tarde) o porque, sin
farolillos, no se pierden la tarde entera de trabajo. Claro que el
más perjudicados es el público de Ave, los que vienen de Madrid
a protestar los toros cojos y a largar contra los sevillanos, que
no protestamos. Antes, se salían en el primer tercio del sexto
toro y alcanzaban el Ave de las 9 para volver. Ahora tendrán que
perderse tres toros o quedarse a dormir en Sevilla. Venganza se
llama la figura: exactamente igual que los sevillanos cuando vamos
a ver un torero de nuestra tierra en San Isidro, que nos tenemos
que quedar a hacer noche allí.
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