Diario El Mundo

El Recuadro

 Antonio Burgos

El Mundo,  martes 12 de mayo  de 1998


La peseta también es como Dana

Dana, tras ganar el Festival de Eurovisión

La cantante transexual israelí Dana Internacional, tras su triunfo en el Festival de Eurovisión

En materia de euro iremos divinamente, pero en Eurovisión seguimos ciegos. Nos creíamos que como la más firme candidata era la israelí Dana Internacional, mandando a Mikel Herzog íbamos a barrer, por alusiones a Múgica. Que los jurados iban a decir: "Hombre, vota Qué voy a hacer por ti, que Enrique Múgica no se merece que le hagamos este feo a su primo". Como la cosa iba de euro, aunque fuera en canción, en Birmingham ha ocurrido lo que ya pasó en Bruselas. Que haya ganado el Festival de Eurovisión una cantante transexual no es nada nuevo, no sé por qué se mosquean tanto los judíos fundamentalistas del sombrerito y la levita negra y casposa, que no se hacen precisamente tirabuzones con las bombas que tira Dana Internacional. Antes nos cambiaron de sexo a la peseta para su triunfo en el festival de la euromoneda y nadie protestó. A la peseta, que si sería femenina que le llamábamos la rubia, nos la han puesto machorra, y la han dejado en el euro, que es una moneda camionero, bombero, de rubia, nada. La lira, femenina como una Venus, es ya también el euro. Por eso admiro tanto a los ingleses, que no han consentido que a la libra le hagan la misma operación de cambio de sexo que a la peseta y a la lira para convertirla en el euro machorro. Miren cómo el franco y el marco siguen conservando el sexo en este travestismo europeo de las monedas.

Tenían, empero, que haber avisado de lo de Dana. ¿Será por transexuales? Si era por transexuales, España podría haber ganado por goleada. Como me decía ayer un amigo mío, entristecido ante el triunfo israelí: "¿Qué Dana ni qué Dana? Mira, tú nada más que tienes que darte una vueltecita por las carretas del Rocío y te sale el Orfeón Donostiarra para mandarlo a Eurovisión..."

 

 


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